Editorial

El Blues Negro ¿es Universal?

Todos somos barro, pero no

es lo mismo bacín que jarro.

Dicho popular

Para Frida.

Recientemente nos ha llamado la atención un movimiento de preservación de la pureza del blues que detracta el Blues hecho en México, los argumentos son rigurosos o agresivos con la intención de descalificar el esfuerzo por divertirnos y generar una propuesta, ya que, para ellos, pareciera que el único bluesista legítimo sería Alí Farka Touré, debido a su pureza y linaje, ya que era africano, de por allá por Timbuktú.

Tanta precisión confunde, porque, si ellos (los detractores) no son negros, tampoco nietos de esclavos, ni de Mississippi, Louisiana, Texas, Illinois, California, por consecuencia son racialmente impuros; entonces ¿Qué tocan?

Por otro lado, si hiciéramos caso o tratáramos de subsanar tantos requisitos o responder a tantos señalamientos de falta de legitimidad ajenos y contrarios a nuestra naturaleza y alegría, terminaríamos por no hacer nada, arruinando años de diversión por venir.

La manifestación de tanta agresividad, aparentemente gratuita, obliga a significar, nuevamente, la postura de Cultura Blues al respecto. No obstante, me encuentro tentado a dejar a los maldicientes en la duda, medio perdidos, medio adivinando, medio envidiosos, medio llenos de odio, medio frustrados por no recibir atención, pero, en contra de mi voluntad, cumplo con el encargo de mi columna.

Busco la explicación y razón del Blues hecho en México en la filosofía; retomemos el concepto de AUFHEBUNG propuesto por G. W. F. Hegel:

Significa, simultáneamente, elevar, superar, conservar, cancelar, suprimir, es decir, que une dos significados opuestos: conservar y suprimir, razón por la que es idóneo para expresar el movimiento propio de la dialéctica que consiste en el proceso de negación de una realidad para dar lugar a otro aspecto en el cual, no obstante, se sigue conservando el primero. De esta manera se guarda a la vez lo superado, perdiendo sólo su inmediatez, pero sin que por ello quede anulado. La noción misma de guardar ya incluye dentro de sí algo negativo: sacar algo de su inmediatez, y por tanto de una existencia abierta a los influjos exteriores, para mantenerlo.

Es innegable la acción de la evolución para explicar que las cosas no pueden permanecer estáticas y mucho menos extáticas en un pasado irrecuperable, el universo se dirige indefectiblemente hacia el futuro, en el cual todos haremos acopio de objetos e ideas novedosos y aportaremos a otros nuestra expertiz, vivencias y amor. Fusión, transculturación, admiración esas son las palabras; lo que hacemos en México lo llamamos Blues tal y como lo nombran en Brasil, Argentina, Inglaterra Alemania, España e innumerables etcéteras y lo seguiremos nombrando así, mediante esa palabra nos identificamos.

Para concluir demos un pequeño recorrido por lo que es la agresividad:

“Tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan en conductas reales o fantasmáticas, dirigidas a dañar a otro, a destruirlo, a contrariarlo, a humillarlo, etc. La agresión puede adoptar modalidades distintas de la acción motriz violenta y destructiva; no hay conducta, tanto negativa (rechazo de ayuda, por ejemplo) como positiva, tanto simbólica (por ejemplo, ironía) como efectivamente realizada, que no pueda funcionar como agresión.”

(Diccionario de Psicoanálisis, Jean Laplanche y Bertand Pontalis)

En el fondo observamos que la agresividad se opone a los impulsos vitales que busca crear y mantener, en tanto que es una fuerza radicalmente desorganizadora y fragmentadora. Qué pena, porque lo están logrando… contra ellos mismos.

Tenemos puesto nuestro corazón y atención orientados hacia el Mississippi, pero nuestros anhelos, esfuerzos y alegría hacia adelante, siempre hacia adelante; a donde quiera que el Blues nos lleve.

¡Me lleva el tren…!

The blue line was my blues and

the red line was my mind.