Especial de Medianoche

El séptimo año de Cultura Blues… y contando

El séptimo aniversario de Cultura Blues ocasiona que vengan a la mente muchos recuerdos y vivencias, la mayoría gratificantes. Debo destacar en principio la manera en que conocí a José Luis García Fernández, el director de esta revista electrónica. En alguna ocasión había presenciado en eventos su habilidad como tecladista, seguramente en sus primeras incursiones con algunas bandas de blues de aquel tiempo, pero el contacto directo -el primer saludo y el primer cruce de palabras- sucedió en los estudios de Radio UNAM, en la colonia Del Valle.

Cierta tarde llegué a saludar a Mario Compañet en las cabinas en donde grababa El Blues Inmortal -como era frecuente hacerlo- y me encontré en el sitio a José Luis, que había llegado para regalar a Mario una edición impresa -hecha con fotocopías a color- de la revista digital que es pionera y antecesora: Palabra de Blues. Mario sirvió entonces de enlace y me presentó a José Luis, haciendo hincapié en mi profesión de comunicólogo. Unas cuantas palabras bastaron para que surgiera entre nosotros la identificación necesaria alrededor de un aspecto: difundir el blues como debe hacerse, de manera profesional y documentada.

Varias cosas se conjuntaban para que el panorama luciera óptimo, principalmente el arranque vigoroso de la Asociación Mexicana de Blues, organización de la cual Palabra de Blues fungía como una especie de boletín, tanto para dar a conocer el trabajo de las bandas nacionales como para comentar y analizar la historia del blues y a sus principales exponentes. José Luis me invitó a escribir en la misma, cosa que hice sin dudarlo. Si no mal recuerdo mi primer artículo fue sobre Willie Dixon, y habrá aparecido en el número tres o cuatro del boletín.

Y desde entonces no he parado, seguí escribiendo de forma casi ininterrumpida. También tuve la fortuna de conocer nuevas amigas y amigos que desde entonces me han acompañado en este fabuloso mundo de la difusión periodística sobre el género musical que tanto nos apasiona. Otro aspecto también es digno de mencionar. Por aquel tiempo -finales de la primera década del nuevo milenio- un aire renovador se respiraba en el ambiente. Surgían bandas y solistas de blues tanto en la ciudad de México como en el interior del país. La mayoría con propuestas propias, con mensajes y proyectos específicos. Un movimiento de tal calibre nos se registraba en lustros. Era necesario que la difusión de su trabajo se extendiera, de un modo total y completo.

La Rambla – Eres tú sólo blues

Varios factores se acomodaron para lograrlo. El principal, el surgimiento de Cultura Blues como un proyecto distinto e independiente de aquel primero. Tras la invitación de José Luis, recuerdo al pequeñísimo grupo que colaboramos para su nacimiento digital: María Luisa Méndez, James García, Mario Martínez, Alfredo “Freddy” Reyes, Elena González -una muy querida amiga periodista- y un servidor.

Fue muy emocionante constatar la manera en que la revista electrónica fue evolucionando cada mes, la manera en que el diseño cambiaba, en que nuevas secciones iban incorporándose, en que más bandas y grupos creían en el proyecto y se adherían, en que más colaboradores llegaban etcétera.

El espaldarazo definitivo lo dio el FONCA cuando distinguió a Cultura Blues con una beca, la Edmundo Valadés, en la categoría de “Revistas electrónicas independientes”, con lo cual su presencia era tan real como la serie de acoplados en cd, titulada “Nacidos bajo un buen signo” (cuyo nombre tuve el honor de sugerir), enfocada en mostrar las grabaciones de muchas bandas mexicanas de blues, algunas conocidas, otras en pleno crecimiento, otras inclusive con aire internacional, como la Rhino Bluesband dirigida por el inglés Phil Daniels, quien también escribe de vez en cuando.

Guillermo Briseño – Final Feliz

Y muchos otros proyectos vendrán seguramente, muchas alegrías y muchos motivos para reflexionar y para tomar nuevos aires. Puedo considerarme afortunado de participar en el proyecto, y de haber conocido a tanta gente valiosa, que con su esfuerzo y talento, ofrecen cada mes una visión particular y única sobre el vasto universo del blues en el planeta.