Editorial

Formar una Banda… ¿lo es todo?

Hace algunos años en la escuela de música repasábamos algunos puntos referentes a la conformación de una banda, hoy en día quisiera hacer algunos comentarios muy personales al respecto, con su necesaria actualización, aplicados al circuito del blues-rock hecho en México.

Nos decían… “La mayoría de las veces, las bandas no funcionan. Se separan debido a problemas internos -casi siempre a un año o dos de haberse formado-”. En efecto, muy pocas son las bandas que perduran a través de los años, me refiero a bandas con los más de sus integrantes originales. Porque sí, hay algunas que su nombre ha subsistido, pero con numerosos cambios de personal, y lo malo, sin evolución en sus propuestas musicales.

En efecto, existen bandas que se hacen llamar “legendarias”, en algunos casos con sólo uno de sus integrantes fundadores, pero que han perdurado en el tiempo con el nombre y en algunos casos con su propuesta musical, convirtiéndose en un proyecto obsoleto. No pasa el tiempo en su música, pero mucho menos en sus posturas de imagen, de contexto o de propuestas líricas. Y, por otro lado, hay las que el integrante fundador, en efecto ha evolucionado estos aspectos con el tiempo, pero los nuevos músicos no alcanzan el nivel interpretativo o de calidad, de los originales.

Otro fenómeno común en la actualidad, y que de cierta manera incide en no lograr crear una verdadera escena, es el de las bandas efímeras o simples ensambles que se presentan por doquier, sin un propósito real de trascender, sólo exponiendo su propuesta por un pago o sólo por cubrir un lugar en el algún encuentro, festival o evento importante.  Fulano + Sutano= Fulano Blues Band, Fulano + Mengano= Mengano Quartet, Sutano + Mengano= Sutano Ensemble. Así de fácil, prácticamente sin un compromiso real de preservar el proyecto, y mucho menos la propuesta musical.

Y continuando la idea decían… “todos se separan por la misma razón: los miembros no consideran a su banda como un negocio”. Muy contundente, pero no creo que sea la única y poderosa razón. Más bien, creo que un buen argumento en principio sería porque las metas, objetivos e intereses de cada uno de los integrantes, van cambiando desde su formación, buscando tal vez una evolución a través del tiempo.

Aunque también pienso, que más bien el término que se utilizaba como “negocio”, se refiere al grado de importancia que cada uno le da al proyecto como tal. Generalmente, en las bandas no hay una definición clara de lo que se pretende lograr. Lo importante al momento de su formación es simplemente estar listo para tocar. Es decir, cada quién entiende a su manera la razón de conformar y preservar a la banda.

Una banda es el vehículo que tú escoges para ayudar a que tu música le llegue a la gente. Debe estar compuesta por miembros que compartan el mismo enfoque, la misma visión y que todos estén dispuestos a hacer los mismos esfuerzos y sacrificios para lograr el éxito”. En este contexto, es cierto que al principio una banda es tal vehículo para dar a conocer nuestra música o mejor dicho nuestras aportaciones musicales. Muchos de los artistas que en el camino decidieron convertirse en solistas, comenzaron con una banda.

Pero aquí uno de los grandes aciertos, mencionados en el concepto de banda, es el referente a la conformación de los miembros quienes tienen que tener una serie de características de empatía, para poderse consolidar. Mismo enfoque, ok. Misma visión, ok. Y misma disposición para los esfuerzos y sacrificios. Aquí ya no tan ok, considero resaltar que “esfuerzo y sacrificio” son dos aspectos fundamentales para una sana organización. Son conceptos primordiales y necesarios que resultan muy difíciles de encontrar en el seno de nuestras amadas bandas.

Estos simples puntos, son motivos de sobra para disolverse. Y finalmente, que todo esto lleve al éxito. Otro concepto sumamente subjetivo. Ya que tal vez para alguno de los integrantes, simplemente tocar puede considerarlo su éxito. Y tal vez para otros, su esfuerzo y sacrificio sea para lograr obtener algún beneficio más, ya sea anímico, de logro personal, material o económico, esto traducido a su manera de ver como “el éxito”. En el siguiente número continuaré comentando más conceptos acerca de las bandas y sus distinguidos miembros.

Para esta edición de octubre de 2018, tenemos una reseña del nuevo disco como solista de Billy Gibbons (ZZ Top); dos entrevistas exclusivas, una con el pianista Anthony Geraci; y otra con el amigo y exitoso promotor de blues Frank Roszak; el cover del mes es Cross Road Blues del legendario Robert Johnson; las recomendaciones en video son Van Morrison en Concierto, documental acerca del Original Fleetwood Mac, concierto en un bar de Chicago de Tail Dragger y The Doors en la Isla de Wight. La historia de los Chess y sus artistas, la tercera y última entrega de los tipos de armónica.

En la parte nacional, medio siglo de Alex Lora, cuando llegó el blues al Chamizal (Ecatepec), fotogalerías de Soul Power, Lalo Méndez, Todd Clouser y de Rhino Bluesband. Los excelentes conceptos acerca del blues y más de Yonathan Amador en sus Sesiones desde la Cabina y de Octavio Espinosa en su nueva columna, la infaltable poesía de Norma, recomendaciones de cd’s, de videos, listas musicales, la agenda y mucho más…

¡Hasta el próximo número!