Editorial

Nacidos Bajo Un Buen Signo 2

La historia de los discos acoplados en materia de blues, es antigua. Quizá el primer proyecto serio haya sido Chicago The Blues Today, del sello Vanguard a mitad de los años sesenta.
Dirigido por el investigador Samuel Charters, presentaba un abanico muy concreto de intérpretes que por aquellos años destacaban en Lounges de la ciudad de los vientos.

Había veteranos como Homesick James, Willie Dixon, Walter Horton, Johnny Shines y Johnny Young; pero también nos mostraba de manera muy cuidada a la sangre joven que hervía y desafiaba los cánones establecidos en materia de blues, me refiero a gente como Otis Rush, Buddy Guy, Junior Wells, James Cotton y Otis Spann.

Quizá esa sea una de las máximas virtudes de un disco acoplado, manejar de forma inteligente la baraja que muestre las mejores virtudes de los exponentes de una corriente artística en específico. Después vendrían unos discos antológicos de naturaleza diferente: Yazoo y el rescate de los discos antiguos de 78 rpm, en suma, el rescate de los orígenes del blues. Por tratarse de muchos artistas ya muertos, la tarea de la compañía se centró en obtener el permiso legal de las grandes empresas dueñas de las grabaciones, para armar las antologías.

Además tenía un plus, en la contraportada aparecían comentarios de gente especializada que describía tanto la biografía de los bluesman, como las notas y escalas musicales de cada tema. Con estas enseñanzas, a comienzos de los años setenta, un joven llamado Bruce Iglauer abrió una compañía en Chicago que con el paso del tiempo se ha convertido en ejemplar: Alligator.

Con el firme objetivo de grabar todo lo que fuera de interés para el público al cual está destinada, las antologías de Alligator son muy completas y abarcan desde aquella legendaria Living Chicago Blues (integrada por varios volúmenes) hasta las maravillosas cajitas compilatorias que cada determinado tiempo lanza.

En México hemos batallado en esta materia. A mediados de los años noventa hubo un proyecto muy estimado que se vio limitado por los pocos grupos netamente de blues que existían, por lo tanto esas grabaciones en cassette se vieron complementadas por ritmos ajenos como el rock. Pero ya fue un comienzo.

Aquí en Cultura Blues tenemos el orgullo de estar presentando el segundo volumen de la antología Nacidos Bajo un Buen Signo, que es digna de orgullo tanto por ser una empresa impulsada por el talento mexicano, (en este caso un esfuerzo encabezado por nuestro director editorial, José Luis García Fernández), como por ser una muestra representativa de la música y el mensaje de distintas bandas y artistas de varias partes de la república, cuyo amor por el blues se vuelve a materializar ahora en la forma de otro acoplado muy bien cuidado.

Enhorabuena para todos los que participamos en este proyecto.