Editorial

Contra viento y marea

La invitación a través de las redes sociales al Encuentro Nacional de Blues 2014, convocado por Elihú Quintero de la banda Radio Blues, comenzaba con esta contundente frase… “Contra viento y marea como cada año, el Encuentro Nacional de Blues llega a su 8a edición – y este año todavía contra más viento y más marea que todos los anteriores”; y es que a últimas fechas el panorama del blues hecho en México ha sufrido una serie de tropiezos por diferentes motivos, pero por fortuna todavía hay personajes que hacen posible que siga adelante.

A fines del año pasado por ejemplo, se perfilaba un interesante encuentro de blues con quince agrupaciones representativas del blues de la capital y algunas foráneas en el Hobos Bar, lugar inicialmente concebido por nuestro amigo, Josafat Cuevas como un espacio para el blues; sin embargo de la noche a la mañana y justo el día que iniciaba dicho encuentro, las autoridades delegacionales cerraron el lugar, echándose a perder un intenso trabajo de organización por parte de Josafat y Cultura Blues. No sólo eso se terminó, sino también se fueron con él los extraordinarios viernes de blues en el lugar, con la nueva administración que ha optado por proyecto$ de otros géneros musicales, dejando a la deriva y muy de vez en cuando a algunos grupos de blues.

Para el mes de mayo de este año, se tenía contemplado efectuar el tradicional Festival de Blues en Santa Cruz Xochitepec, Xochimilco, (el llamado Pulque-Blues), en lo que sería su novena edición comandada como cada año por el entusiasta Víctor Peña, y en el que participarían nueve bandas de blues & rock, pero al igual las autoridades no permitieron su realización, argumentando falta de seguridad, aunque igual en la realidad haya sido otro el motivo de la $uspen$ión.

En el segundo sábado del mes de junio, debía haberse realizado la octava edición del Pozos Blues, evento iniciado por allá en el año 2007 con la invaluable iniciativa del grupo La Rambla encabezado por Rafa García y desde luego en colaboración con los representantes de algunas asociaciones civiles de la población, hoy pueblo mágico: Mineral de  Pozos, Guanajuato. Evento que fue creciendo en popularidad y calidad, hasta llegar incluso a ser de dos días de duración y que por razone$ que desconozco, tambalearon la edición de este año, realizándose finalmente hasta el tercer fin de semana del mes, con otro nombre y con un futuro incierto.

También por estas mismas fechas debió haber comenzado como cada año, el encuentro de blues en el Centro Cultural José Martí, evento y lugar que ha venido a consolidarse como de los más importantes a nivel  nacional, después de que el tradicional Aguas-Blues, de la Ciudad de Aguascalientes, fuera el primero de estos eventos blueseros que terminaron por dejarse de realizar por falta de apoyo$ de todo tipo por parte de las autoridades correspondientes.

Afortunadamente, este encuentro nacional, tan sólo se pospuso unas semanas y ha comenzado a sonar fuerte a partir del sábado 5 de julio con 4 bandas, y así por 4 semanas más hasta completar 20 agrupaciones representativas del blues actual hecho en México.

Por esta razón, felicito y me identifico con todos estos compañeros del blues antes mencionados: Elihú Quintero, Josafat Cuevas, Víctor Peña, Rafa García, etc.; asimismo, con todos en la ciudad de México y en otros lares que hemos promovido y promocionamos el género magistral desde nuestras trincheras, y principalmente a los músicos y bandas, que seguramente contra viento y marea, seguiremos adelante llevando nuestro blues a cada rincón del país.

¡Que viva el blues en México por siempre!
¡Descanse en paz… Johnny Winter!
¡Así sea!