Fried Hot Tamales With Yellow Rice (Tamales Calientes Fritos Con Arroz Amarillo) Parte 2
Como se puede apreciar en la imagen, los vendedores ambulantes que no poseían un carro, transportaban los tamales en una lata con asa que los mantenía calientes.
En el año 1901, el jefe de policía de Los Ángeles, Charles Elton, decretó el cierre de estos puestos callejeros a la 1 de la madrugada pues consideraba que eran a refuge for drunks who seek the streets when the saloons are closed for the night (un refugio para borrachos que buscan las calles cuando los salones están cerrados por la noche).
La realidad era bien distinta: el único problema que generaban los tamale wagons era la envidia que germinaba en el corazón de los hosteleros tradicionales que, pagando unos altos impuestos frente al dólar mensual que pagaban los puestos ambulantes, no podían competir contra este nuevo concepto de cocina.
Tamale wagon de la XLNT Food Corporation, principios del siglo XX
El blues
La primera canción de blues donde se citan los tamales es Molly Man, grabada en enero de 1928 por el reverendo Moses Mason, bajo el pseudónimo de Red Hot Ole Mose.
El reverendo grabó cuatro canciones de góspel y dos sermones para la Paramount, así como dos canciones laicas más mundanas, estas con el mencionado pseudónimo.
La canción que nos ocupa versa sobre un vendedor ambulante de tamales y, dada la temática y el alias utilizado (Red Hot Ole Moses vendría a significar el “Viejo Red Hot Moisés”, siendo el red hot un tipo de tamal), podría deducirse que, además de ser reverendo, este hombre podría haberse dedicado a vender tamales por las calles con un carrito.
Molly Man, cuyo título sería un error de la Paramount y debería ser Tamale Man según Harry Smith, se muestra claramente como un ejemplo de los gritos de la calle, de los gritos de los vendedores ambulantes:
Molly Man, de Moses Mason aka Red Hot Ole Mose (1928)
Molly man’s coming : I hear his voice He’s got hot tamales : and it’s just my choice Come on boys : and don’t wait too long All my ‘males : soon will be gone I can judge : by the way you act Somebody around here : had on a cotton picking track Feeling tired : shoulder’s getting sore If you see ‘male : you’re going to take some more Two for a nickel : four for a dime Thirty cents a dozen : and you’ll sure eat fine Good times have come in : don’t you see the signs Cotton bolls are open : you can make a many dimes I can judge : by the way you walk You going to carry : half a dozen off If my holler boys : trouble your mind You had to come running : with a dime Good times have come in : don’t you see the signs White folks standing around here : spending a many dimes ‘Males so hot : it burns my hand Says I can’t hardly get them : out of my can |
Llega el molly man : puedo oír su voz Tiene tamales calientes : y son de los que me gustan Venga chicos : no esperéis más Todos mis tamales : pronto se habrán acabado Puedo juzgar : por la forma en que actúas Que alguien por aquí : ha estado recogiendo algodón Cansado : con los hombros en carne viva Si ves los tamales : querrás llevarte algunos Dos por cinco centavos : cuatro por diez centavos Treinta céntimos una docena : y seguro comerás bien Los buenos tiempos han llegado : ¿no ves las señales? El algodón se abre : puedes ganar mucho dinero Puedo juzgar : por la forma en que andas Que te vas a llevar : media docena Si mis gritos, chicos : os da dolor de cabeza Tenéis que venir corriendo : con diez centavos Los buenos tiempos han llegado : ¿no ves las señales? Los blancos están por ahí : gastando mucho dinero Tamales tan calientes : que queman mis manos Tanto que casi no puedo : sacarlos de mi lata |
Sin ninguna duda, la canción más conocida con los tamales como protagonistas es el vaudeville interpretado por Robert Johnson They’re Red Hot. Grabada en noviembre de 1936, es una antigua canción que se interpretaba en los medicine shows de finales del siglo XIX y recuerda a otras canciones populares, como por ejemplo, a Keep Your Hands Off Her grabada por Big Bill Broonzy un año antes, en octubre de 1935. La canción es la más alegre de las que grabó Robert Johnson, y posee un evocador diálogo creado por los efectos vocales del cantante que transmite la charlatanería de los vendedores ambulantes de remedios milagrosos, medicinas maravillosas y, en este caso, tamales calientes.
They’re Red Hot, de Robert Johnson (1936)
Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale I got a girls, say she long and tall She sleeps in the kitchen with her feets in the hall Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale, I mean yes, she got’em for sale, Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale She got two for a nickel, got four for a dime Would sell you more, but they ain’t none of mine Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale, I mean yes, she got’em for sale, yes, yeah Hot tamales and they’re red hot,yes she got’em for sale Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale I got a letter from a girl in the room Now she got something good she got to bring home soon, Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale, I mean yes, she got’em for sale, yes, yeah Hot tamales and they’re red hot,yes she got’em for sale Hot tamales and they’re red hot, yes she got’em for sale (spoken) They’re too hot boy! |
Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tengo una chica, larga y alta Duerme en la cocina con los pies en el pasillo Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Quiero decir, sí, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Dos por cinco centavos, cuatro por diez centavos Podría vender más, pero esos no son míos Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Quiero decir, sí, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tengo una carta de una chica en la habitación Ahora ella tiene algo bueno para traer a casa Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Quiero decir, sí, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía Tamales calientes y son rojos y calientes, ella los vendía (hablando) ¡Están muy calientes, chico! |
Más recientemente también han grabado sus particulares versiones del Hot Tamale el acordeonista de zydeco Clifton Chenier (Hot Tamale Baby, 1977), el baterista Napoleon ‘Chico’ Chism (Hot Tamales And Bar-B-Que, 1957) y el saxofonista Noble ‘Thin Man’ Watts (Hot Tamales, 1959).
Los vendedores de tamales también sirvieron de inspiración a músicos de jazz, que convirtieron la canción Here Comes the Tamale Man en un estándar. Dos versiones de esta canción fueron grabadas en 1926 tanto por Freddie Keppard and His Jazz Cardinals como por Doc Cook and His Dreamland Orchestra, banda donde también tocaba el trompetista Keppard.
Ha lugar para comentar que Freddie Keppard fue uno de los pioneros del jazz, excelente trompetista y reconocido, a la muerte de Buddy Bolden, como rey del jazz de Nueva Orleans.
Además, cuenta la leyenda que la compañía Victor ofreció a Keppard la posibilidad de realizar la primera grabación de jazz en 1916 con la Original Creol Orchestra, una de las bandas de jazz más famosas de todos los tiempos, y que éste rechazó tal ofrecimiento por temor a que, al tener su grabación, los músicos pudiesen copiar su estilo. Sería el músico blanco Nick LaRocca quien tendría el honor de pasar a la historia, un año después, en 1917, como el primero en grabar una canción de jazz con su Original Dixieland Jass Band.
Escucha los temas en youtube:
They ´re red hot (Eric Clapton):
Hot Tamales & Bar-B-Que (Napoleon ‘Chico’ Chism):
https://www.youtube.com/watch?v=dKT2n8UV4ao
Hot Tamales (Noble ‘Thin Man’ Watts):