El rinoceronte chilango
En una rápida y somera revisión encontré que aún existen en el mundo cinco especies de rinocerontes. Wikipedia hace mención del “blanco y el negro en África, y el de Java, el de la India y el de Sumatra en Asia”. Una de las peculiaridades de esta especie de mamíferos, que lo diferencian de los demás, es que están formados de queratina en lugar de tener una estructura ósea, como el de los seres humanos; además junto con los elefantes y los hipopótamos son considerados megafauna que aún habita la Tierra.
Sin embargo, ni wikipedia ni ninguna otra fuente en internet habla de la especie de rinoceronte que habita la ciudad de México, viaja por distintos lugares, se le ha visto en distintos bares, cafés, festivales, y tarimas en orfandad; y cuyo origen tiene dos sitios, Gran Bretaña y México. Esta especie de rinoceronte, a diferencia de las cinco mencionadas arriba, tiene seis extremidades -y puedo garantizar que no es mutante-, en lugar de queratina está formado por pasión, víscera, talento, rock y sobre todo, su elemento esencial: el blues. El nombre de esta peculiar y única especie es Rhinoceros Bluesband.
Phil Daniels viajó en los años 80 –de manera temporal- de Inglaterra a México con las células madre de lo que ahora es Rhinoceros Bluesband. Ya aquí, el rinoceronte -nombre que se le ocurrió al hijo de Phil-, tuvo que sufrir diversas modificaciones y adecuaciones, propias de este tipo de especies de mamíferos musicales. Algunos músicos entraron, otros salieron y en general podemos resumir su evolución en tres etapas, las tres etapas en las que grabaron el disco El Vuelo del Rinoceronte, primer material de la banda, que incluye cuatro temas originales y siete versiones de temas legendarios del blues.
La primera sesión se hizo en el 2009, en el estudio de Rafael Herrera, como un cuarteto con Phil Daniels, Enrique Nájera, Leopoldo “Polo” Bautista y Martín León, en donde grabaron una versión del tema Hey Joe, que hiciera famosa Jimi Hendrix; All your love, The thrill is gone y Hoochie Coochie Man. Tuvieron que pasar 5 años para regresar al mismo estudio -ahora con un integrante más, José Luis García Fernández- para grabar dos temas, Push me away y Walking shoes, ambos temas originales de Phil Daniels. Finalmente, la tercera etapa, consistió en grabar cuatro temas, ahora ya como sexteto y la incorporación de Mario Martínez en la harmónica. Esta sesión, en 2015, trabajaron temas como Cold, cold felling, Can’t find my way home, Six days y The song I dare not sing, las dos últimas originales de Daniels. El rinoceronte defeño gestó durante 6 años su primer material discográfico. Las tocadas en diversos foros les dieron carácter y forjaron su paciencia. El resultado de todo este proceso evolutivo -diría Darwin-, se ve, escucha y siente en El vuelo del Rinoceronte, un material que nos lleva a recorrer atmósferas bluseras cargadas de energía, tristeza, melancolía, tremendamente ejecutadas e interpretadas por la banda.
Push me away, contiene una atmósfera oscura-bluesera; Walking shoes, es un alegre blues rock; Cold cold feeling, canto al hondo pesar que deja una separación -Daniels canta Tengo un frío, frío sentimiento que busco alrededor de mi corazón-, con un triste y clásico blues; Six days, es otro ejemplo de la clase de blues que Rhinoceros Bluesband pueden lograr con gran calidad; y ni que decir de The song I dare not sing, con sus 9 minutos de duración nos regresamos al blues rock británico de los años 60.
En cuanto a los estándares blueseros que nos presentan, no se dejen engañar amigos lectores, porque lo que encontrarán son temas trabajados y arreglados de tal manera, que si bien respetan los tiempos, distan mucho de sonar como una versión más de estos clásicos inmortales. En suma, El vuelo del rinoceronte de Rhinoceros Bluesband, es un disco disfrutable en todos los sentidos y orgullosamente hecho en México con mexicanos y la cariñosa adopción de un britchilango.