¡Zacatito pa’l conejo!
Definió la autoridad
que la hierba es recreativa,
que si alguno la cultiva
en mínima cantidad
merece la libertad
de administrar su manejo,
ése es un debate viejo
y aunque a pocos les importe
dijo la Suprema Corte:
¡ZACATITO PA’L CONEJO!
Con lúdicas intenciones
alguien promovió un amparo;
primero, el juez lo vio raro,
no le faltaban razones.
Después, le dio dos jalones
a un churro y, ya sin complejos,
dudó, se miró al espejo,
se olvidó de que era juez
y entonces dijo otra vez:
¡ZACATITO PA’L CONEJO!
Desató la confusión
la jurídica victoria:
Que si aturde la memoria.
Que si provoca adicción.
Que si es una solución
para este problema añejo.
Que vamos como el cangrejo
dando pasos hacia atrás…
pero el juez dijo; ¿traes más?
¡ZACATITO PA’L CONEJO!
Igual que la cucaracha
que no tenía que fumar
llegaron hasta el lugar
por el olor de la bacha
Alicia, aquella muchacha
que una vez cruzó el espejo,
la oruga y un gato viejo
que como estrella de cine
repitió en pleno alucine:
¡ZACATITO PA’L CONEJO!
Se armó entonces la bolita
al grito de guerra y saca:
Popeye fumó espinaca
Supermán, su kriptonita.
Le dijo Caperucita
al lobo ¡estamos parejos!,
Drácula con su reflejo
se atacaba de la risa,
ordenó el juez: ¡Date prisa!
¡ZACATITO PA’L CONEJO!
EPÍLOGO:
Lo lúdico, lúdico es,
juego, broma, chascarrillo,
pero esto no es tan sencillo,
ni es nomás “darse las tres”.
Dictó su sentencia el juez
y yo le daría un consejo:
la Justicia ve parejo
no “unos sí y otros quién sabe”
yo exijo, antes que acabe,
¡Un amparo pa’l conejo!
Nuevos versos de Frino cada martes en www.cortandorabanos.blogspot.mx