Especial de Medianoche

Caminando solo… con Jimmy Rogers

El 29 de octubre de 1956 estaba reunida la banda de Jimmy Rogers en el estudio principal de la casa productora Chess, para grabar un tema que nunca imaginaron la repercusión que tendría a lo largo del tiempo. Bajo la producción de los hermanos Leonard y Phil, el espectacular grupo formado por Big Walter Horton en la armónica, Otis Spann en el piano, Robert Jr. Loockwood en la guitarra rítmica, A.J. Gladney en la batería, Willie Dixon en el bajo y el propio Rogers en la voz y guitarra principal, atacarían unos acordes inusuales para la música estándar que en aquellos tiempos se producía en materia de rhythm and blues, dando por resultado una joya entrecortada, emotiva y de una intensidad que encajaba perfectamente en la estela de éxitos de la llamada época dorada del blues urbano estadunidense.

Walking by myself es un clásico en el más estricto sentido de la palabra, se inscribe en el amplio catálogo de temas indispensables compuestos y grabados por Rogers, es un estándar para cualquiera que desee interpretar blues moderno de calidad y además, como atracción irresistible, nos presenta en la grabación original un pasaje extraordinario de Walter Horton en la armónica, sin duda de sus mejores intervenciones breves, una demostración histórica de su poderío, sentido de la improvisación y calidad de líder cuando la ocasión lo ameritaba. El tema es posible conseguirlo dentro del célebre álbum “Chicago Bound”, lanzado por Chess.

Jimmy Rogers gozó por méritos propios el calificativo de jefe en el circuito subterráneo musical del West Side de Chicago. Fallecido el 19 de diciembre de 1997 a la edad de 73 años, el nativo de Ruleville, Mississippi, fue uno de los más finos exponentes de la guitarra eléctrica urbana del blues, además de emotivo cantante y gran compositor de muchos temas que lo mismo ahondaban en pasiones amorosas efervescentes, que en momentos de algarabía o desenfreno por el alcohol y la juerga. Jimmy Rogers fue un gigante de la época dorada y su notable influencia aún es posible detectarla hoy en día. Veamos cuál es la letra de la canción que estamos comentando:

Walking by myself,

I hope you’ll understand.

I just want to be your lovin’ man.

I love you, yes I love you

with my heart and soul.

I wouldn’t mistreat you

for my weight in gold.

 

You know I love you.

You know it’s true.

Give you all my love, babe.

What more can I do?

You know I love you.

You know it’s true.

 

Give you all my love, babe.

What more can I do?

Walking by myself,

I hope you’ll understand.

I just want to be your lovin’ man.

 

Here we go!

Keep on walkin’!

You know I love you.

You know it’s true.

I give you all my –, babe.

What more can I do?

Caminando solo

Espero que entiendas

Sólo quiero ser tu amante

Te quiero, sí, te quiero

Con mi corazón y alma

No te maltrataré

Por mi peso en oro

 

Sabes que te quiero

Sabes que es cierto

Te doy todo mi amor, babe

¿Qué más puedo hacer?

Sabes que te quiero

Sabes que es cierto

 

Te doy todo mi amor, nena

¿Qué más puedo hacer?

Caminando solo

Espero que entiendas

Sólo quiero ser tu amante

 

¡Allá vamos!

¡Seguimos caminando!

Sabes que te quiero

Sabes que es cierto

Te doy todo mi –, nena

¿Qué más puedo hacer?

La bella armonía es el elemento central de la pieza, con pausas y discretos acelerones que provocan la catarsis de la audiencia. La letra está acorde con el sentido del ritmo, es fácil y pegajosa, como la mayoría del repertorio de Rogers, quien sin hacer tantos aspavientos supo manufacturar temas de la mayor repercusión y longevidad en la historia del sincopado ritmo (That’s all right y You re the one, por mencionar sólo dos), a la altura de Muddy Waters, Jimmy Reed o Elmore James, entre otros.

La obra de Rogers es atemporal y su estilo tiene la rara cualidad de la juventud, algo parecido a Little Walter con su voz juvenil y una armónica que nació moderna y hasta la fecha sigue manteniendo la misma coloratura, a pesar de tantos años de la muerte de su creador.

 Ya sea durante los ocho años en que perteneció a la banda de Muddy Waters, a mediados del siglo anterior, o en su carrera en solitario en donde produjo un puñado de excelentes discos y giras triunfales por distintas partes del mundo (México incluido en 1978), Jimmy Rogers es referencia obligada de calidad y piezas inmortales que afortunadamente se encuentran en plena vigencia por los tributos y las reediciones de que constantemente son objetos, cosa que siempre agradeceremos.

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LOS TRIBUTOS

Dos son las versiones que yo destaco entre el caudal de repeticiones efectuadas alrededor de esta canción. La primera es la de Johnny Winter y abre el lado A del estupendo disco titulado “Red, Hot and Blue”, producido a finales de los setenta.

El tratamiento que elige el albino es a base de un delirante y rasposo slide. La dosis eléctrica del tubito deslizándose sobre el mástil de la guitarra una y otra vez, es el complemento ideal para el rimo agresivo y la voz aguardentosa de Winter, quien nunca ceja en su empeño de poner a girar y a bailar al público que tiene la fortuna de escuchar su música. Pocas veces un álbum del llamado “blues blanco” abre de manera tan cautivante y perfecta, y nos adelanta sin prejuicios lo que encontraremos más adelante.

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La otra recomendación se refiere, naturalmente, a Gary Moore y su también electrizante tratamiento incluido en el multipremiado disco “Still I got the blues”, poco más de una década después. Aquí Moore retoma sus más inspiradas influencias para recetarnos una dosis de alto voltaje alrededor de los acordes ideados por Rogers.

La carencia de una voz potente, si lo comparamos con Winter, es suplida por riffs diabólicamente buenos y una atmósfera malévola cocinada al mejor estilo del hard blues, peor ojo, no estamos frente a simple y llano ruido sino una estructuración pensada y ejecutada para alcanzar grandes alturas, como fue la característica de este irlandés fallecido en el 2011 a la edad de 59 años.

“Still I got the blues”, en general, es un vibrante mosaico de enriquecedoras sonoridades en donde Moore se hace acompañar por solistas que él consideraba importantes, como Albert King, Albert Collins y George Harrison, y en el caso particular de Walking by myself, incluye también una discreta armónica que sirve tan sólo de comparsa para sus poderosos requintos.

Jimmy Rogers & James Cotton – Walking By Myself


Gary Moore Greatest Hits-Walking by Myself HD Lyrics