Especial de Medianoche

Nacidos Bajo un Buen Signo III. La madurez de un blues propio

El tercer volumen de la serie Nacidos Bajo un Buen Signo es la cumbre del grado de profesionalismo, técnica, y capacidad musical que demuestra un puñado muy selecto de nuestros grupos a lo largo y ancho de la república. Estamos en presencia de música para elogiar los sentidos, arreglos que dejan huella, improvisaciones y ataques sónicos que en poco tiempo ya consiguieron un lugar estable en la memoria y en la historia del intermitente ritmo en nuestro país a lo largo de las décadas.

El disco abre de manera enérgica, violenta, con ese torbellino en que se ha convertido la propuesta de Estación Monrovia, una banda que bien merece un artículo aparte. Diremos aquí, tomando como pretexto la magnífica pieza Rolling down, que la voz y el juego de guitarras a cargo de Alejandro Pascual y Gustavo Ponce, son brillantísimos, no se contraponen con el duro golpeteo de José Luis “James” García en el bajo, Carlos Black en la batería y Luis Alberto Hernández en los teclados. Juntos son dinamita, lo han demostrado y siguen haciéndolo, hacen explotar cartuchos de TNT en cada presentación con total conocimiento de causa. Bien por ellos.

La siguiente melodía parece adelantarnos cuál será el espíritu global del disco, el equilibrio, pues si antes había comenzado con un ramalazo meteórico, aquí entramos ahora en una especie de “mellow down easy”, tranquilo, limpio y bien tocado. Seductive girl blues de Chris Sánchez Blues Band, es una vuelta completa al remanso en forma de rhythm and blues, totalmente personal y feliz, llevado a cabo por un trío que va en completo ascenso. La armónica sentimental engalana cada una de las notas.

Viene ahora el segmento quizá más intimista del disco, representado por dos canciones que lo mismo pueden usarse como soundtrack de alguna de las películas del nuevo cine mexicano, (se me antojan para algún filme de María Novaro), por su cuidadosa letra y su mensaje basado en los conflictos humanos, o bien, programarse en esas pocas estaciones radiofónicas dedicadas a la música del mundo, pues aunque se trata de un par de blues lentos y densos, la originalidad de los arreglos y de la interpretación las ubica en un lugar aparte.

Mujer con vestido rojo de La Mula de Sietes, es perfecta. Frino sabe colocar los versos y los juegos metafóricos ahí donde duelen, donde llegan. La repetición de coros a cargo de Reina Ureña y María Vera es muy afortunada, precisa, casi evanescente, lo mismo que la estructura general de la melodía, sabe repartir la emoción en dosis perfectas y espaciadas. La calidad lírica de La Mula de Sietes siempre es garantía de obras originales, para fortuna del nuevo público interesado en el blues mexicano.

Estación Monrovia – Making Of… Sessions I

Chris Sánchez Blues Band – Trying In My Way

La Mula de Sietes – Demo Reel

 

De un estilo parecido es Sólo un blues de la Rumorosa Blues Band, que no tiene empacho en presentarnos una especie de misa negra, oscura pero cautivante. Este grupo originario de Querétaro gusta de realizar presentaciones explosivas recurriendo a un meticuloso trabajo grupal e instrumental, pero también dosificando el aspecto vocal que en ellos se vuelve rasgo distintivo por parte de El Pek Santiago. Recordemos que el manejo vocal no es siempre el aspecto que más cuidan nuestros exponentes. Es un tema reconfortante.

Viene de nuevo un giro drástico con la aparición de la siempre brillante La Blues Band y su Take it easy. Uno agradece que este grupo de músicos tan letrados y conocedores se adentre, siempre que puede, en el boogie woogie, pues cada interpretación suya es de época, rigurosa y disfrutable. Es cierto, para ellos interpretar blues es una celebración, a nosotros sólo nos queda celebrarlos a ellos. Nacho Quirarte, Adrián Bosques, Javier Reyes, Mike Nu Na y esa delicia de cantante que es Geo Equihua, bien modulada e intensa, seguramente está dentro del reducido grupo de nuestras máximas cartas en el aspecto vocal femenino.

Pourin’ rain de Fonzeca-Caja de Pandora Project, por su parte, le otorga al disco un sabor juguetón, medio funky, con un slide vibrante que sirve de marco para una voz elegante y bien impostada, por parte del talentoso Fonzeca. Nunca tan bien el calificativo de “fusión” queda demostrado con esta agrupación que ya se ganó un lugar evidente dentro de la escena blusera nacional.

 Rumorosa Blues Band – Dulce Nena (live session videoclip)

La Blues Band – Sometimes It’s Hard

Fonzeca-Caja de Pandora Project – En Ruta 61

 

Entramos ahora al momento de la experimentación con el tema Infinito, y aquí el instrumento elegido es la armónica que en manos de Elihú Barba Azul y su Radio Blues alcanza niveles superlativos. Si existe un grupo que puede armar un show variado y entretenido es precisamente Radio Blues, dirigido por un músico de vasta trayectoria que no sólo compone bien, sino que en la guitarra eléctrica o en la armónica ya se convirtió en un solista explosivo, de primerísimo nivel. El baile con ellos está asegurado.

Y si de armar buenos espectáculos se trata. Rhino Bluesband es otra magnífica opción. Dirigido por el inglés con corazón mexicano, Phil Daniels, este grupo puede recetarnos versiones propias de melodías clásicas del blues y rock, con total naturalidad, que canciones originales con una potencia inusual que convierten cada presentación en una verbena. A pesar de su juventud como agrupación, los elementos que integran el Rinoceronte parece que se conocen de toda la vida: José Luis García Fernández en los teclados, Mario Martínez (armónica, percusiones, coros), Enrique Nájera en el bajo, Leopoldo Bustista en la batería, Martín León en la guitarra y el ya mencionado Phil, se han conjuntado casi a ojos cerrados para crear una propuesta emotiva y sofisticada a la vez. Uno de sus grandes ejemplos es Walking shoes.

El movimiento cultural conocido como Blues & Jazz Fronterizo, está representado aquí por el Hombre manos de blues, de Hola Soy Lola, interpretado por Olga Pérez, quien es en realidad Lola y un combo de seis experimentados músicos, con obras muy logradas de fusión, a ratos cadenciosas y en otras francamente explosivas. El manejo de las letras con un matiz poético es uno de sus rasgos principales, así como la limpieza de los instrumentos en donde destaca sobre todo el saxofón. La voz de Lola es tersa y cuidada.

 Radio Blues – Infinito en San Luis Blues Fest 2015

Rhino Bluesband – Six Days

Hola Soy Lola Blues Band – En Mexicali en el Festival de octubre 2015

 

Con la aparición de Beto’s Blues Band y su Karma para dos, el disco retoma de nuevo un brillante momento intimista. El ritmo lento es idóneo para una letra urgente y oscura, imaginativa. Blues en castellano adaptado a nuestra realidad de un modo franco y atractivo. “Paseamos cantinas, perdimos la razón, bebimos de un karma para dos” es la confesión entre dos amantes teniendo como únicos testigos al blues y a las copas de licor que se derraman en la memoria. Beto Fierro y sus amigos están llamados a producir obras poco comunes.

Y como la cereza del pastel, así como me lo ha recetado el doctor, termina el disco con una pieza impregnada de aires rotundos de Elmore James. La felicidad es total. El hombre errante que sueña con el blues, aunque no tenga un peso en el bolsillo, pero firme en sus convicciones más elementales.

Vagabundo tiene no sólo el sabor de Elmore, sino también el de Boyd Gilmore, y entre sus seguidores de raza blanca, por supuesto a Jeremy Spencer, a mí, me lo recuerda vivamente, básicamente por las inflecciones que realiza el cantante de Castalia Blues, Luis Antonio Valenzuela, quien también toca una de las guitarras. Estamos, pues, frente a una gran pieza, redonda en sus acordes elementales, pero también con un arreglo pensado para alcanzar sonidos actuales. “Caminando, camino muy triste estoy, no me miran, un extraño es lo que soy, ando todo indiferente, siempre estoy”. El blues se vivifica retomando su naturaleza esencial y alimentada con la realidad que nos tocó enfrentar.

Beto’s Blues Band – Karma para dos

Castalia Blues – En Antena El Rock Vive 2015

Por lo tanto, Nacidos Bajo un Buen Signo III es una obra impecable, madura, bien tocada y magníficamente producida. Tremendo paquete ha quedado para las obras que continúen esta serie, pero siempre habrá nuevos caminos para explorar, de eso estoy seguro.

¡Muchas felicidades amigos!