Jimmy Reed sólo hubo uno
Durante la presentación del libro “El camino triste de una música“, ocurrida en el Multiforo Alicia, en el 2008, Raúl de la Rosa hizo un comentario muy acertado acerca de Jimmy Reed. Dijo que durante el tiempo que ha transcurrido desde el momento de su muerte, en el lejano 29 de agosto de 1976, no ha vuelto a aparecer otro artista como él, es decir, que, con el simple dominio de los tres tonos básicos de la escala de blues, produzca tantos éxitos pegajosos, genere igual número de ventas y de adeptos tras de sí, en una palabra, represente tanta influencia como la que ha demostrado a lo largo del tiempo el autor de Big Boss Man.
Porque efectivamente, Jimmy Reed sólo hubo uno. Imitadores, cientos, quizá miles en todas estas décadas. Fácilmente criticado por su estilo sencillo, dormilón, sin tantas complicaciones en los arreglos, Reed explotó como quiso ese estilo que él patentó, siempre de forma efectiva, casi hasta el final de su carrera. Curiosamente, dentro del sonido elemental que produjo Mathis James “Jimmy” Reed (Mississippi 1925 – Chicago 1976), hubo otro artista que contribuyó con su excelencia guitarrística para adornar y fortalecer infinidad de melodías suyas.
Nos referimos a Eddie Taylor, su gran maestro, el enorme estilista de las seis cuerdas, que injustamente para esa época, los años cincuenta del siglo pasado, era más conocido por ser músico de sesión que por su obra propia.
Dueño de una personalidad compleja, Reed encarnó al bluesman típico, alcohólico, trotamundos, ventajista, a veces conchudo, sometido por cruentas enfermedades (en el caso particular, epilepsia). También era común que su esposa, llamada Mama Reed, efectuara coros y “soplara” la letra de las canciones durante las grabaciones, pues el alcoholismo acentuado de Jimmy provocaba olvidos frecuentes. En 1991 fue introducido para siempre en el Salón de la Fama del Rock and Roll, debido a su fulgurante carrera.
The sun is shining
Jimmy Reed nació en Mississippi en el año de 1925. Como citamos, Eddie Taylor fue su maestro de guitarra, aunque se conformó con tener los conocimientos básicos. Taylor estaría presenente en la mayoría de sus éxitos comerciales. Cuando cumplió los 20 años, Reed emigró a Chicago, para entonces había diseñado una montura (arnés) que le permitía tocar la armónica al mismo tiempo que la guitarra. Los conocedores saben que Jimmy Reed era mejor ejecutante de armónica que de guitarra.
De hecho, en las antologías especiales de armónica es común encontrar piezas suyas. La forma en que incorporaba los agudos a su blues harp, es ya legendaria, creó una verdadera escuela, aún muy utilizada. Reed aparece por primera vez en la lista de éxitos del rhythm and blues, en 1953, con el tema You don’t have to go. En términos generales, su carrera no tuvo precedentes en las listas de popularidad, uno tras otro, se fueron sucediendo los cañonazos
Entre ellos: The sun is shining, Baby what you want me to do, Honest I Do, Shame shame shame, Im going to New York, Bright Light Big City, Hush hush, High and Lonesome, Down in Virginia, Found Love, Big Boss Man, Close Togheter, Aw shucks hush your mouth y Good lover, entre muchas otras canciones que marcaron época, grabadas básicamente para el sello Vee Jay de Chicago, los principales competidores de Chess.
Reed no fue un virtuoso de la música, pero su estilo perezoso y suelto tan característico siempre, es sumamente contagioso, las letras y coros lo mismo, encajadas en el momento preciso, casi musitándolas, casi sufriendo para que puedan ser escuchadas. A pesar de que su vida personal fue una calamidad, entre 1957 y 1963 alcanzó los tops de popularidad del rhythm and blues en al menos doce veces, y muchas otras de sus piezas también alcanzaron lugares destacados.
Es bien sabido que muy al principio de su carrera Jimmy Reed se presentó con los hermanos Leonard y Phil Chess, para realizar una audición, la cual no tuvo buenas calificaciones pues fue rechazado. Más tarde audicionó junto con Eddie Taylor en Vee Jay, y así comenzó una de las carreras más fulgurantes en la historia del blues. En ese tiempo Eddie Taylor tenía 25 años y estaba recién llegado en Chicago, procedente de Benoit, Mississippi.
En la ciudad de los vientos, Taylor forma una pequeña banda y se presenta en los bares y clubes nocturnos para dar vida a un emocionante blues urbano, como se estilaba por aquel entonces. Comenzaba 1953 cuando fue escuchado por los cazatalentos de Vee Jay, junto con su guitarrista de acompañamiento, Jimmy Reed. Irónicamente el destino hizo que los empresarios prefirieran el estilo de Reed al estilo de Eddie y los papeles se invirtieron.
Al final de cuentas ambos salieron ganando. Reed porque tuvo a su lado a un elemento muy valioso cuyo talento “vistió” la mayoría de sus grandes himnos, y Taylor porque comenzó a darse a conocer a escala nacional y sus dotes portentosas en la guitarra pronto fueron reconocidas, ya que comenzó a grabar al mismo tiempo piezas en solitario, algunos verdaderos hits del blues moderno como Bad Boy y Big Town Playboy. Por fuera de su contrato de grabaciones, Taylor ganó fama como un reputado músico de sesión, a lo largo de muchos años y con toda clase de artistas.
A manera de colofón, podemos decir que Jimmy Reed fue uno de los más grandes bluesmen de la post guerra y con una trascendencia definitiva en el impulso que en los años sesenta alcanzaría el rock. Tanto así que los Rolling Stones lo consideraron una influencia interesante, y también su música tuvo gran contribución en la producción de gente como Bob Dylan y Otis Smokey Smothers.
Reed murió de insuficiencia respiratoria en 1976, en Oakland, California, a escasos ocho días de su cumpleaños número 51. Se encuentra enterrado en el cementerio Lincoln, en Worth, Illinois.
Jimmy Reed – Shame, shame, shame
Jimmy Reed – Live in Houston 1975