Mayall y Clapton, sus primeras grabaciones
En diferentes lados y en diferentes medios se han consignado los emocionantes días en que fue grabado el inmortal disco John Mayall with Eric Clapton. Blues Breakers. Era mediados de los sesenta y la llamada ola inglesa vivía momentos de alta efervescencia. “El Mano Lenta” venía casi huyendo de su anterior grupo, The Yardbirds, por considerar que Keith Relf y compañía habían caído en un mercantilismo comercial que a él le resultaba asfixiante.
Mayall, por su lado, no estaba convencido ni de la calidad ni del potencial de sus anteriores guitarristas, caso específico de Roger Dean, aunque, curiosamente, junto a él ya había pisado dos años antes estudios de grabación y hasta lanzado varios cortes, como el agradable instrumental Blues City Shakedown.
El caso es que cuando supo que Clapton andaba desempleado, ni tardo ni perezoso le lanzó la invitación. Es de suponer que lo primero que hizo Eric para aceptar fue reconocer el amor por el blues que ambos artistas sentían. Mayal gozaba de reputación como purista estricto dentro del pequeño círculo blusero inglés, mientras que Clapton ya tenía fama de ser un músico en pleno ascenso, imaginativo y profesional, cuyo trabajo sirvió para el despegue definitivo de los Yardbirds.
La leyenda común afirma que Eric pasaba largas horas encerrado en su habitación, practicando hasta el cansancio los riffs de sus héroes negros, hasta que lograba sacarlos idénticos. Su inspiración, gente de la talla de Otis Rush, B.B. King, Buddy Guy o Freddy King, entre otros, y que anteponía dicho pasatiempo, digamos, a salir a fiestas o a entretenerse ligando chavas. Cierto o no, su afición por el blues ya era absoluta y ésto lo trasladó a los acuerdos que hizo con Mayall para empezar a trabajar. El primer requisito, respetar la tradición, y después, si era posible, enriquecerla.
Si los Beatles tuvieron en George Martin al mejor de los productores, al cómplice ideal que entendía perfectamente sus inclinaciones estéticas y sus loqueras, John Mayall encontró lo mismo en Mike Vernon, un joven talento de mente abierta en cuyas venas transitaba profundo amor por el jazz y el rhythm and blues norteamericanos. Él lo apadrinó en sus primeros singles. Mike trabajaba como asistente de producción en la Decca, en discos de gente como Barbara Hill, Mantovani y Kenneth McKellar, pero su talento emergió definitivamente al producir el primer larga duración de los Bluesbreakers. Sin embargo, la relación Mayall-Clapton produjo antes varios sencillos que también vale la pena ser recordados y en los cuales que tuvo que ver Jimmy Page.
Primero recordemos quiénes integraban a los Bluesbreakers en 1965: Hugie Flint en la batería, John McVie en el bajo, Eric Clapton en la guitarra líder y John Mayall en piano, vocales, órgano y armónica. También llegaron a sumarse, cuando era necesario, Dick Heckstall Smith y Johnny Almond en los saxofones. Durante sus afamadas incursiones en el Club Marquee, en donde comenzaron a ganar muchos adeptos, solidificaron su amistad con Jimmy Page, un joven visionario que lo mismo tocaba el bajo que la guitarra con gran virtuosismo.
En ese entonces Page había rechazado sustituir a Clapton en los Yardbirds (algunos dicen que por lealtad), pues estaba conforme con su trabajo de músico de sesión -y muy bueno, por cierto- para grupos como The Who o The Kinks. Fue precisamente sus contactos en el medio lo que permitieron las primeras grabaciones del “Mano Lenta” ahora con los Bluesbreakers. Por intervención de Page, el nuevo grupo de Mayall grabó en los estudios de Immediate Records un sencillo que auguraba grandes cosas.
En el lado A presentaba “I’m your witchdoctor“, melodía bailable con fuerte inclinación pop, según estilaban los grupos británicios de entonces, pero en el lado B venía el anticipo de lo que Clapton consolidaría en poco tiempo: “Telephone Blues“, un sombrío blues cargado de riffs amenazadores y atmósfera opresiva, en donde la voz de Mayall parece flotar entre los instrumentos, y el sonido entero se carga ligeramente hacia el delay. El disco se publicó en octubre del 65 bajo las siglas IMMEDIATE IM 012. El productor fue Jimmy Page.
“Telephone Blues” recuerda en algo la intensidad que había mostrado Eric todavía con los Yardbirds cuando acompañaron a Sonny Boy Williamson en “Take it easy baby“, pero ahora se notaba mucho más libre, fluido y en paz, sin el corsé que significaba tener que ingresar forzosamente a la lista de popularidad londinense. El mismo equipo grabó otra pieza, varios meses después, titulada “On top of the world“, cuyo tiraje fue muy limitado así que estuvo prácticamente enlatada por años enteros. El gran público la conoció hasta que Immediate publicó una antología particular enfocada en los archivos del blues británico en 1972.
John Mayall’s Bluesbreakers – Telephone Blues
La canción mencionada no es blues propiamente. Es una tonada alegre y despreocupada cuyo mérito mayor es la distorsión que emplea Eric en ciertos pasajes y que nos recuerda, por ejemplo, a George Harrison en I Feel Fine. Tan buen sabor de boca dejaron esas grabaciones, que Jimmy Page se enfocó en producir ahora un elepé completo con puras melodías instrumentales de blues eléctrico, invitando para ello, además de Clapton, a Mick Jagger y Bill Wyman, pero ese es motivo de otro artículo.
Volvamos a las instalaciones de Decca. El terreno estaba preparado para la que sería la obra mayor, el disco de larga duración que descubrió un mundo nuevo para las bandas británicas que comenzaron a surgir a partir de su aparición: Blues Breakers. John Mayall with Eric Clapton. Mucho se ha escrito sobre este álbum, no es la misión de este artículo ahondar tanto, referiré tan sólo que Mayall tuvo varias discusiones con Mike Vernon respecto del alto volumen de la guitarra del “Mano Lenta”.
La aguja de los indicadores llegaba casi siempre a zona roja. Eric estaba usando demasiada potencia en su Gibson Les Paul Standar, por lo que se corría el riesgo de que el producto final quedara sucio y distorsionado. Ante el empecinamiento de Eric, a John Mayall no le quedó sino defender el punto de vista de su guitarrista.
Mike Vernon, por su parte, estaba acostumbrado a producir sonidos más suaves cargados hacia el jazz y la música de variedades, por lo que no estaba seguro de obrar correctamente. Inclusive los primeros singles que le produjo a Mayall dos años antes, todavía con Roger Dean en el grupo, habían sido baladas rítmicas inofensivas sin demasiadas pretensiones (escuchen, por ejemplo, Crocodile Walk), pero hoy, el proyecto era diametralmente opuesto. Los amplificadores Marshall vivían en constante saturación.
Ahora bien, para la conformación del track list, también quedó demostrado el purismo de ambos artistas. De los 12 temas 9 son considerados “blues clásicos” grabados anteriormente por sus autores originales, negros afroamericanos, y solamente tres melodías propias de John Mayall. Pero esto lejos de ser considerado un lastre fue un acierto, un gran acierto. Las recreaciones modernas y vibrantes que hicieron de temas como All your love, Hideway, Rambling on my mind, Steppin’ Out y It’ Aint Right, por ejemplo, crearon furor entre la juventud londinense, generando hordas de seguidores que convirtieron el acetato en disco de culto, propiciaron también las pintas en la ciudad que aseguraban que “Clapton es Dios“, y por supuesto, fue modelo definitivo para noveles bandas que empezarona proliferar como hongos después de la lluvia.
John Mayall’s Bluesbreakers – All your love
El multicitado disco, que además contó con la particularidad de que no solamente ostentaba el crédito de Clapton en la portada, sino que también lo presentaba como cantante en una pieza, fue el único de larga duración en que el “Mano Lenta” tocó con los Bluesbreakers. Fue publicado en julio de 1966. Un mes después quedarían grabadas las últimas dos piezas de la asociación Mayall-Clapton en los años sesenta: Lonely Years y Bernard Jenkins, un single que tuvo poca difusión. La ficha técnica es PURDAH, 3502, agosto de 1966.
La primera es un dueto entre guitarra y armónica, con la voz crispada del rubio armoniquero. Está basada en los viejos duetos del blues de pre guerra, con el agregado de la pastilla eléctrica que le otorga al sonido un ritmo machacante y duro. En el lado B, Bernard Jenkins es la cara opuesta, ya que el sonido es urbano y más fino. Se trata de un instrumental entre piano y requinto, a medio tiempo entre el boogie woogie y el blues clásico. Los riffs suenan bastante afortunados.
Ambos temas fueron incluidos más tarde en el disco antológico “Raw Blues“, cuya particularidad es la colaboración entre maestros afroamericanos, como Otis Spann y Champion Jack Dupree, entre otros, con sus alumnos blancos de europa.
Con el paso de los años se han dado ha conocer otras grabaciones inéditas y en directo de conciertos de Eric Clapton en su etapa con los Blues Breakers, por ejemplo, las sesiones en vivo en la BBC, las cuales también constituyen, sin duda, materiales dignos de ser valorados.
John Mayall’s Bluesbreakers – Bernard Jenkins