Los Lobos aullarán en Guadalajara
Festivales de Blues y Jazz han ido y venido a lo largo de la historia reciente de nuestro país. Algunos más recordados que otros, pero siempre hay un interés de promover estos dos géneros musicales. Al hablar de festivales específicamente de Blues, de bote pronto, me viene a la mente el SalvaBlues, el Pozos Blues, el Pulque y Blues, el de Jazz y Blues Naucalli o el Nacional de Blues que por muchos años organizó Elihú Quintero “Barba Azul” en el Centro Cultural José Martí, por mencionar sólo cinco que se mantienen activos.
Para hablar de festivales que han tenido un carácter internacional, no podemos dejar de mencionar el espléndido trabajo de Raúl de la Rosa, a quien debemos que grandes bluesistas, de la talla de John Lee Hooker, Willie Dixon, Koko Taylor o Muddy Waters, por ejemplo, hayan pisado suelo y escenarios mexicanos, a finales de los años 70 y principios de los 80.
Para no ir más lejos, en 2011 el propio Elihú invirtió dinero, esfuerzo y mucha pasión en un festival internacional de Blues que se realizó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y en donde pudimos escuchar, entre otros proyectos, a los bluesistas españoles, Los Reyes del K.O.; y desde Brasil a Marcelo Naves y los Maquinistas del Blues.
Es decir, festivales de Blues y Jazz que han traído a figuras importantes a nuestro país se han hecho y afortunadamente se seguirán haciendo, como es el caso del Festival Internacional de Blues y Música Afroamericana, denominado “Blues & Grooves Guadalajara”, que pretende establecerse como una plataforma que genere en “eventos posteriores un festival de proyección internacional, el cual tengo un carácter 360°”, además pretende pasar de ser un festival meramente musical a un movimiento cultural más general.
Luego de sortear problemas a principio de año, el festival finalmente se llevará a cabo el 17, 18 y 19 de noviembre en la capital jalisciense. Originalmente se realizaría en abril de este año con un cartel muy atractivo, la visita del gran John Mayall -quien por cierto vino a nuestro país en 1980-, además del armonicista estadounidense Charlie Musselwhite, Jimmy Burns, y Guy Davis como cabezas de cartel, así como de una docena de bandas nacionales.
Por problemas -se hizo saber en un comunicado- “con la principal empresa patrocinadora (quien) pospuso la entrega de recursos económicos, aunado a una venta ligeramente inferior a lo esperado”, Quattro Producciones, organizadores del evento, decidieron cancelar el festival con todo lo que ello implicaba para las personas que ya habían comprado sus boletos, no solo del concierto, sino también de avión, autobús, hospedaje, etcétera, dinero que por obvias razones no les sería devuelto.
En su texto fechado el 25 de abril se adelantaba, sin mayores detalles, que las nuevas fechas del festival serían 18 y 19 de noviembre. Fue evidente que muchas personas saltaron molestas a las redes sociales para exigir la devolución de su dinero o para consultar qué pasaría con los boletos ya adquiridos. Llegó julio y algunos comentarios molestos por la lentitud en la devolución del dinero seguían en la página de Facebook del festival, a unos días de que se realice no se tiene certeza de cuántas personas han logrado su devolución, cuántas optaron por conservar sus boletos y ante la cancelación de abril también ronda la duda sobre si se concretará, eso lo sabremos en unos días.
Pese a todos estos problemas de logística y económicos, los organizadores lograron (re)formar un muy buen cartel para estas dos fechas (aumentaron una más), sustituyeron a John Mayall -cuya agenda ya no cuadró con los nuevos tiempos y se prometió que estará en febrero del año próximo- con la banda del Este de Los Ángeles, Los Lobos, comandados por los chicanos David Hidalgo, Loui Pérez y César Rosas; lograron mantener a Charlie Musselwhite, Guy Davis y Jimmy Burns, añadieron a Shemekia Copeland, cantante originaria de Harlem, Nueva York, poco conocida en México y a Jimmy Rip and The Trip, además del talento nacional, en donde también hubo cambios, salieron unos y se incorporaron otros.
El festival se vende como “una experiencia de vida en torno al blues, soul, jazz, funk y la influencia de la cultura africana en México”, la idea en sí misma es muy buena, salvo que presiento que confunden el Blues, el Jazz y sus derivados con la influencia de la llamada tercera raíz de nuestro país, ya que la tradición negra en México abarca otros géneros musicales muy arraigados en las costas de Guerrero y Oaxaca, así como en algunos sitios de Veracruz y que poco tiene que ver con las raíces negras de Estados Unidos.
De manera extra musical, Blues y Grooves Guadalajara presentará la exposición fotográfica de Joseph A. Rosen, fotógrafo que desde los años 70 ha capturado la escena y los personajes del Blues, Jazz, Soul, entre otros géneros musicales a lo largo y ancho de Estados Unidos, la exposición se podrá ver en diversos lugares al aire libre; además Charlie Musselwhite, Gary Lucas, Jimmy Burns, Shemekia Copeland y Chris Thomas King, ofrecerán Master Class y por si fuera poco, participarán en una mesa titulada “El Blues, el diablo y los cruces del camino”, en donde hablarán de la historia del Blues.
El Festival Internacional de Blues y Música Africana, Blues y Grooves Guadalajara llega, pese a todo, bien y de buenas. Ojalá, por el bien de la escena nacional, se cumplan toda las expectativas y el evento se logre mantener para futuras ediciones y el mal sabor de boca que tuvieron algunas personas con la cancelación del concierto en abril y su posposición para noviembre, quede superado con creces.
@YonAmador
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