Editorial

El Blues no es nada más que una mujer

Para: Aldara, Elei, Enia, Silvia, Ángeles y Erika

Gracias.

You know the blues ain’t nothin’ but a woman when she’s feelin’ bad

I said the blues ain’t nothin’ but a woman when she’s feelin’ bad

Now the blues will make you feel like (…) the best friend you ever had

Helen Humes 1962 (1)

Que si Ma Rainey y Bessie Smith eran lesbianas y alcohólicas, que si Janis Joplin, Whitney Houston, Etta James y Billy Holliday eran adictas al alcohol y a la heroína, que si Tina Turner dejaba que Ike Turner la tundiera cada ratito sólo porque sí, que si Nina Simone o Lola Beltrán eran unas resentidas, que si Louise Johnson no le aguantó el maltrato a Charlie Patton, que si Lucha Reyes se quedó con ganas de tener un hijo, que si Ella Fitzgerald necesitaba de muchos hombres para satisfacerla, que si son brujas, que si son hechiceras, que si no saben lo que quieren, Bla, Bla, Bla, Bla…

Estos juicios fueron congruentes con el concepto de la mujer, que hasta la primera mitad del siglo pasado eran aceptadas y servían de parámetro para hacer difícil la ya de por sí complicada vida de las mujeres. Ahora cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, los tiempos cambian, pero diez mil años de pacto patriarcal conspiran en contra.

De una generación a otra, las mujeres se enfrentan a problemáticas impensables para cada una de las anteriores.

A partir de los años 80 se consolida el gran cambio que se gestó entre los 60 y 70, la mujer se incorpora de manera sistemática a las fuerzas productivas, lo que le permite ejercer funciones antes exclusivas de los hombres, incluso de mando con capacidad creciente de controlar a voluntad su papel en la historia, la sociedad, la maternidad, la ciencia y el arte.

Deslindemos un poco el terreno: la especie humana en su comportamiento es dicotómica y, muy frecuentemente, antitética; mujeres, hombres con sus diferencias, sus mecanismos de interacción e intercambio, así como sus enfrentamientos cotidianos en una oposición impuesta artificialmente con el objetivo de mantener bajo control a la mujer, mediante la exclusión del acceso al dinero, la sexualidad en todas sus formas y la maternidad.

What’s the matter hard papa
Come on and save your mama’s soul
‘Cause I need a little sugar, in my bowl.

Clarence Williams, Tim Brymn, Dally Small (2)

Incursionar en el comportamiento sexual de cada género, puede ser un buen derrotero porque las relaciones de poder se han materializado en este ámbito, controlando la sexualidad del trabajador, y la mujer se controla su tiempo en beneficio de la productividad, la maternidad mantiene a la mujer atareada y generando reemplazos para la cultura.

Con el advenimiento de los anticonceptivos y la necesidad de reducir la población mundial, la mujer fue liberada de la responsabilidad de la crianza de los hijos, las crisis económicas le permitieron formar parte de la fuerza productiva.  Esto significó un avance para las mujeres en general, pero también creó un corte entre las generaciones previas a los años 80 cuyos enfoques ante su función social son diferentes si no es que hasta antagónicas. La misma sexualidad y la conformación de las familias se modificaron.

Por otro lado la sexualidad humana se caracteriza por ese signo polimórfico, plural y fundamentalmente perverso, que encuentra siempre el camino para su satisfacción, se burla y hace vana toda tentativa de prohibición o regulación normativa, por fin al cierre del siglo XX la diversidad sexual adquiere carta de naturalización; estos avances no pudieron darse de modo terso, detrás de ellos hubo y hay múltiples batallas libradas, algunas perdidas, algunas ganadas a fin de ir abriendo espacio y logrando reconocimiento.

I‘m goin’ to Memphis, stop at Church’s Hall

I’m goin’ to show them womens, honey, how to cock it on a Wall

Louise Johnson (3)

Volvamos a las mujeres en el Blues del delta. En esa sociedad racista, en la que la minoría, dentro de la minoría negra, es la mujer negra, tenían una doble dotación de obstáculos para manifestarse y prosperar, aún así estas mujeres crearon letras de canciones que, como sucede con el ochenta por ciento de los Blues, van sobre sexo, el amor y cómo los disfrutan.

Todas ellas fueron extraordinarias. Ma Rainey fue empresaria exitosa; Bessie Smith se enfrentó al Ku Klux Klan y los mandó a chingar a su madre (y fueron); Janis Joplin mandó poner la lápida de Bessie Smith; Etta James superó su adicción a la heroína; Tina Turner le devolvió algunos golpes a Ike y se fue con su talento a triunfar por todo el mundo; Nina Simone se fue a triunfar a Europa porque en América no le dieron la oportunidad de ser concertista, pero, eso sí, todas superaron sus frustraciones y adversidades, y volcaron su creatividad en grabaciones que son la herencia que nos emociona y gratifica todos los días.

Actualmente tenemos mujeres afortunadamente independientes y exitosas, Beyoncé, Adele, India, Shemekia Copland, Norah Jones, Janiva Magness, Beth Hart, Rory Block, por ejemplo. Y en México: Nina Galindo, Tere Estrada, Iraida Noriega, Verónica Ituarte, Jimena Segovia, Martha Monroy; entre muchas otras.

Ha sido mucho tiempo de pacto patriarcal, ahora en el siglo XXI emergerán más voces femeninas para dictar nuevos senderos y formas de pensamiento, no obstante, queda mucho por hacer, producir el sano equilibrio entre hombres y mujeres.

¿Qué podemos hacer los hombres?

Es fácil…

Simplemente:

 ¡Acompañémoslas!

Mujeres del Blues…

 ¡No se detengan! 

 

(1)    Tú sabes que el Blues no es más que una mujer cuando se siente mal.

Lo digo, el Blues no es más que una mujer cuando se siente mal.

Ahora el Blues te hará sentir … el mejor amigo que podrías tener.

(2)    ¿Cuál es el problema papá “rudo”?

Ven y salva el alma de tu mamá.

Porque necesito un poco de azúcar en mi tazón.

I need a little sugar in my bowl, Columbia Records, 1931, éxito de Bessie Smith.

(3)    Voy a Memphis, voy a llegar al atrio de la iglesia

Voy a enseñarles a esas mujeres, querido, como follar contra la pared.

Louise Johnson, On the Wall, Paramount Records, 1930.