Editorial

Armonía, alegría

¿En que se parecen una torta

de milanesa a las torres gemelas?…

En que a las dos te las “chingas”

con un Boing (Boeing).

 

El lugar, Guadalajara, Jalisco, el Restaurant La Trattoria, el menú Pasta Alfredo, Filete a la Pimienta, el vino, Freixenet, Cabernet Sauvignon, 2016; hay equilibrio entre los sabores, se complementan, el maridaje de los sabores es exquisito. A propósito: el maridaje entre el vino y la comida es el proceso de casar metafóricamente a un alimento con un vino con la intención de realzar el placer de comerlos. La máxima del maridaje es crear sensaciones nuevas, tanto en la degustación del vino como de la comida con la que lo acompañamos.

En esta ocasión me tomaré la licencia para utilizar el concepto de maridaje, de manera egoísta, narcisista y porque redondea la intención de mi colaboración de este mes para repensar sobre las combinaciones posibles entre los instrumentos más comunes en el Blues, y, en esta ocasión escogí, como armonicista que soy, la comunión que ocurre entre la guitarra y la armónica. Quien no ha disfrutado la labor de artistas como Cephas y Wiggins, Sonny Terry y Brownie McGhee, Annie Raines y Paul Rishell, Buddy Guy y Junior Wells (foto de portada) o Joe Filisco y Eric Noden, por mencionar sólo algunos; quienes a la par van creando formas exquisitas novedosas y maravillosas derivadas de la interacción entre sus propios instrumentos.

En el desorden, encuentra simplicidad;

en la discordia, encuentra armonía;

en medio de la dificultad yace la oportunidad.”

(Albert Einstein)

Dos instrumentos distintos con mecánica y técnicas de ejecución tan diferentes encuentran en el ánimo y la creatividad de los artista y campo propicio para la creación y un intercambio placentero y gratificante, sobre todo, cuando en la cima de la comunicación musical concurrimos en el Call and Response que permite salir lo mejor que trae cada uno de los músicos.

Me regocijo en recordar los intercambios con guitarristas virtuosos y amantes de Blues con quienes he compartido momentos de euforia: Juan Carlos Cortés, José Luis González, Phil Daniels, Paco López, Mario González, José Luis García, Daniel Reséndiz. Ha sido una gran fortuna haber intercambiado ideas musicales sobre la marcha y en el escenario y que han enriquecido mi capacidad de improvisar y no quisiera concluir sin reconocer la experiencia tan gratificante que es intercambiar notas con otros armonicistas como Joaquín “Danny” Martínez, Jorge García Ledesma, Víctor Silva, Vicente Zarco, Mario Martínez, Billy Branch. Un abrazo a todos ellos. Concluyo que esta colaboración fue muy autocomplaciente y casi autobiográfica, pero, sólo por hoy, no me importa y apelo a su comprensión.

¡Larga vida a los guitarristas y a los armonicistas! ¡hermanos!

When I go to play

 

Octavio Espinosa y JC Cortés Band. Foto: Rafael Arriaga