Feliz aniversario, amigos de Cultura Blues
Hemos llegado al aniversario número ocho de Cultura Blues, la revista electrónica, por ello quiero dedicar mi colaboración de este número a evocar algunos buenos momentos que he vivido en compañía de las personas que hacen posible este renombrado espacio por internet, siempre en ascenso. Debo adelantar que si alguna buena experiencia guardo en las entrañas con respecto a Cultura Blues es, precisamente, los momentos de convivencia al lado del director general y de los distintos colaboradores que integran la revista, momentos que siempre serán insuficientes, debido a la tiranía de nuestro ritmo de vida. Dicho lo anterior, procedo a recordar una anécdota.
Hará cosa de tres años, aproximadamente, yo venía saliendo de una tormentosa situación de salud. Por causas de fuerza mayor me alejé de conciertos y de otras reuniones de tipo social, buscando la plena recuperación física. Por ello me resultó doblemente gratificante que el primer evento para mi “reinserción”, por así decirlo, al ambiente bluesero, fue precisamente una invitación que me hizo José Luis García Fernández, la cual formaba parte de los últimos recitales para presentar el Volumen lll de Nacidos Bajo un Buen Signo. Esto ocurrió por los rumbos de la calzada de Tlalpan, en la Casa de Cultura Iztaccíhuatl.
De esa jornada recuerdo a tres bandas que me “dieron la bienvenida“, y cuya descarga eléctrica me pasó la corriente que yo andaba necesitando por aquellos días: Blues Heart, Hola Soy Lola y Rhino Bluesband.
Muy gratificante fue encontrar en los vestíbulos del foro a varios personajes entrañables cuya amistad se relaciona íntimamente con los cimientos de la revista, y con esta etapa de mi vida, tan singular: María Luisa Méndez, Mario Martínez, José Luis “James” García, y por supuesto el director, ya citado anteriormente.
Con respecto de “James” García sólo puedo decir que su participación fue importantísima en la primera etapa de Cultura Blues. Él era el diseñador web, además de músico participante (tocaba el bajo) en diferentes bandas y agrupaciones; en suma, un muchacho sano y solidario en cuanta causa o proyecto tenía por delante. Ahora es un flamante papá radicado en Estados Unidos.
Por su parte, el arquitecto Mario Martínez comparte los mismos rasgos solidarios y también la visión para asesorar y encausar proyectos con el mayor tino posible. A Mario lo conocí desde los tiempos del boletín Palabra de Blues, y desde entonces ya se destacaba como un entusiasta armonicista y participante de la naciente Asociación Mexicana de Blues. De él también recuerdo las reuniones en su oficina particular, convertida en centro de operaciones por los integrantes del mencionado organismo. Para que ustedes lo ubiquen, él lleva la voz cantante en el tema “Te quiero clonar” de Solaris Blue, y de un tiempo a la fecha, fue la armónica indiscutible en Rhino Bluesband.
Sobre María Luisa Méndez sólo tengo palabras de agradecimiento. Siempre encuentro en ella actitudes positivas, entusiastas, un temperamento abierto a los cambios y a los proyectos que enriquecen no solamente a Cultura Blues, sino a una amistad que me honro compartir.
Sus fotografías han marcado una época para la revista, lo mismo que sus entrevistas a toda clase de músicos e intérpretes. “Huella Azul”, la sección que encabeza es ya un referente para que estemos enterados de la actualidad particular de nuestro universo bluesero, pero también de los sentimientos y de las perspectivas que animan a cada artista entrevistado. Gracias sinceras para María Luisa, de quien guardo recuerdos imborrables por su apoyo para algunas presentaciones de lecturas y de libros que he hecho.
Por último, nada de Cultura Blues sería posible sin el esfuerzo y sin el tezón de José Luis García Fernández, el verdadero motor detrás de esta página web. José Luis puede doblarse, pero jamás se rompe, jamás se da por vencido. Con él disfruto nuestras charlas informales sobre lo que acontece en las áreas que nos interesa, en lo que la vida nos va deparando a cada uno.
De ese tipo de charlas se fortalecieron proyectos sensacionales, que con el paso del tiempo han dejado profundas huellas, indiscutibles: Palabra de Blues al Aire (en la primera etapa de nuestra amistad) y Nacidos Bajo un Buen Signo, el acoplado de música original que ya va en el cuarto volumen.
No tengo duda de que José Luis seguirá delineando con éxito todo aquello que se ponga como meta, ya sea en el aspecto musical (él toca los teclados y a veces la guitarra en Rhino Bluesband) y por supuesto en el mundo editorial electrónico. Muchas felicidades a todos ellos (a todos nosotros, me incluyo) y que disfruten como se debe de su prestigiada creación: Cultura Blues, la revista indispensable.