Huella Azul

En la esquina del blues con Sandra

CB. Hola, platícanos… ¿Quién es Sandra Redmond?

Sandra. Es una mujer que afortunadamente ha disfrutado la compañía de la música toda su vida. Aunque en la familia no encuentro a ningún músico formal o informal que me proporcione una herencia musical o justifique esta adicción, desde niña, la música ha estado conmigo. De pequeña disfruté la música y los cuentos infantiles que escuchaba en discos de 33 rpm de vinil. Luego, conocí el ballet. Y durante mi adolescencia, mi vida dio un extraño giro, y aunque mucha gente me concibe como muy “rockera”, quizá por mi apariencia, –pienso yo–, fui muy cercana a la música y la danza de concheros y lejana a la música de moda que mis amigos y compañeros de la escuela escuchaban en esa época.

Después vino la música latinoamericana, el jazz y el blues, aunque también disfruto mucho la riqueza de la música de conciertos y la plenitud de la ópera, en la que fui comparsa en algunas obras en Bellas Artes. También debo confesar que en mi corazón hay un espacio muy especial para la música tradicional mexicana, el son jarocho, toda la música del mundo, el merengue, el son cubano, la cumbia y también son muy importantes para mí los tambores africanos que hacen que se muevan mis pies y que se altere mi frecuencia cardiaca.

No puedo negar la importancia de la música en mi vida, y aunque como lo dije anteriormente, ella ha estado conmigo siempre. Afortunadamente mi vida profesional inició en el periodismo. Estudié la licenciatura en la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”. Pero también hay otra pasión en mi vida, la medicina. Y estudié veterinaria en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Terminé esa segunda carrera, me titulé, tengo mi cédula profesional, pero la vida ha sido muy generosa conmigo y afortunadamente siempre tuve trabajo, de tal forma que realmente casi no pude ejercer la veterinaria. Ahora, liberada de la actividad laboral, pues trabajé durante 30 felices y creo exitosos años en el Instituto Politécnico Nacional en diferentes encomiendas, he retomado la medicina, pero en el ámbito de las terapias alternativas tanto para animales como para humanos en acupuntura, homeopatía, flores de Bach y herbolaria, y todas estas actividades me hacen sentir completa.

CB. Sabemos de tu pasión por el blues y otras músicas, ¿cómo y cuándo comenzó a darse?

Sandra.Entrar al mundo musical es ingresar a un mundo de descubrimientos. Apenas crees que estás conociendo un género, descubres otro. Una música te lleva a otra. No sé cuándo conocí al blues. Lo había escuchado y ya. Hasta me acuerdo que en alguna ocasión fui a un concierto que me gustó mucho en el Museo Universitario del Chopo donde estuvo Betsy Pecanins, y luego la volví a ver en el Auditorio Nacional, pero sólo fueron eventos aislados.

El espíritu del blues realmente me atrapó cuando conocí a John Markiss, un bluesista que vino a México por primera vez a finales de 2005. Recuerdo que fui a ver su show en un bar que era exclusivamente para blues, el Ruta 61, y lo disfruté mucho. Compré su disco y quería regresar al día siguiente a verlo de nuevo, pero no pude porque era sábado y tenía una fiesta. Yo noté que después de que lo ví, eso fue un viernes, me sentía rara, como si tuviera fiebre, hasta pensaba que me iba a resfriar. Al día siguiente anduve de fiesta, pero yo seguía sintiéndome extraña, sentía como un calor interno, eufórica, con una energía que no reconocía en mí.

El domingo, encontré el disco de Markiss que no había tenido tiempo de escuchar y lo puse, y cuando empecé a oír la música, en ese momento esa sensación extraña se reavivó y fue cuando me di cuenta que lo que la producía era el blues. Por increíble que parezca fue como una revelación y desde entonces, cuando estoy en algún show en vivo o escucho algún blues que me toca, que me llega, no sé si al corazón o a mi estómago, la sensación regresa. La música es una vieja amiga y compañera. Así comenzó mi pasión por el blues.

CB. ¿Has tenido en todos estos años, algún acercamiento a ser artista, instrumentista, cantante, o sólo a ser una fiel admiradora y promotora de ese arte y su cultura?

Sandra. Sí, un poco. Hace mucho tiempo estudié durante más de dos años arpa jarocha. Y después tres años de piano. Desde luego, rítmica, solfeo, un poco de composición, y todas esas cosas que te enseñan cuando estudias música, pero la verdad es que mi talento creo que no está por ahí. Mi cerebro piensa una cosa, mis músculos mandan a hacer otra y mis dedos, bueno, cada uno jala por su lado.

Creo que cuando era niña sí tenía el talento, se me facilitaba mucho tocar lo que mi cerebro pensaba y podía repetir lo que mis oídos escuchaban. Y como cantante, pues yo espero que en mi próxima reencarnación, porque en esta definitivamente no. Debo confesar que cantar me da mucha pena y sólo me atrevo cuando estoy borracha, pero eso no sucede muy frecuentemente porque no bebo alcohol.

Me hubiera gustado ser arpista, pianista, flautista o baterista, pero desafortunadamente no pude. Por lo tanto, he optado por seguir en el camino de la difusión y la promoción de la música y la cultura en general. Es un terreno donde me siento más cómoda y segura. Me confieso una total admiradora de la música y del talento de los músicos. Quien puede cantar o tocar un instrumento musical es poseedor de un don bendito.

CB. ¿Cómo y cuándo se dio tu incursión al blues hecho en México?

Sandra. Cuando comencé a escribir mi columna periodística “La Esquina del Blues y Otras Músicas” la verdad es que no conocía a ningún músico o grupo de blues. Como periodista, yo hacía cosas corporativas, actividades editoriales y también escribía sobre ciencia.

En la música, había escuchado a Betsy Pecanins, a Follaje y a Real de Catorce, pero nada más. Así que empecé a indagar sobre los grupos, quiénes eran sus integrantes, dónde tocaban. Y poco a poco los fui conociendo, me acercaba a ellos, iba a los conciertos, los entrevistaba y ellos también me fueron tomando en cuenta y me invitaban a sus tocadas, a la presentación de sus discos. Ahora, gozo de la amistad y la confianza de muchos de ellos y mis horizontes se ampliaron hacia las otras músicas y muchos otros artistas y géneros, y a un panorama que cambió mi vida, que la complementa y me llena de energía.

CB. ¿Cómo nace la columna “La Esquina del Blues y Otras Músicas” en el portal www.mundodehoy.com

Sandra. Cuando vino Markiss a México la primera vez, me hice amiga de su manager, Boyd Tollerud y hasta la fecha nos mantenemos en comunicación. En 2006 me buscó porque un empresario mexicano iba a inaugurar un lugar que se llamó Sound Station cerca de Lomas Verdes y me pidió que negociara la contratación para Maxx Cabello Jr. Cuando ya estaba todo listo, ellos tuvieron un problema con el municipio y se canceló. Al mes siguiente lo intentamos de nuevo, pero por cuestiones de agenda Maxx no podía venir y entonces contrataron a Markiss. Ese fue mi debut como representante de artistas.

Una amiga de la infancia, Laura Guízar, me recomendó que hablara con Carlos Henze, director de uno de los primeros periódicos por internet que hubo en México, para que anunciara el show en www.mundodehoy.com. Así lo hice, le mandé la información, luego la crónica del show y a la siguiente semana, me llamó para pedirme que le siguiera mandando notas. Yo gustosa acepté, pero no tenía ni idea de dónde iba a sacar lo que me solicitaba, así que poco a poco empecé a buscar contactos, conciertos y músicos. Así comenzó todo.

Y el nombre de la columna se lo debo a Boyd Tollerud. Él me sugirió algo así como “The blues corner”, pero yo lo pensé en español y le agregué lo de “las otras músicas”, para poder incluir cualquier otro género. La primera columna la publiqué el 24 de marzo de 2006 y desde entonces, nunca he dejado de escribirla. Le agradezco a www.mundodehoy.com por su hospitalidad y darme la oportunidad de ser parte de su equipo.

CB. ¿Cuéntanos de dos momentos, uno el peor y otro el mejor, en tu gestión como promotora cultural?

Sandra. Para mí, el mejor momento ocurre cuando después de muchos trámites, llamadas telefónicas, envío y recepción de documentos y muchas vicisitudes, el artista o el grupo está en el escenario haciendo lo suyo y la gente lo disfruta. El peor, lidiar con la burocracia, sobre todo la mexicana. Es terrible y me llena de vergüenza que muchos mexicanos, sobre todo en el ámbito diplomático sean los que nos representen en el extranjero y se comporten como si fueran nuestros peores enemigos. Te bloquean y hasta pareciera que hasta abiertamente sabotean el trabajo de los demás. Y también cuando tuve algún acuerdo con autoridades culturales que no tienen palabra y te dejan embarcado con los artistas y con los pagos, fingen amnesia y unos a otros se solapan.

CB. ¿Cuáles son algunos de tus logros como promotora cultural en general? ¿Y en relación con el blues?

Sandra. Me siento satisfecha con lo que he hecho, aunque creo que no es mucho. Uno de los más complicados fue representar al brasileño Carlinhos Brown en el Festival Afrocaribeño, por la cantidad de integrantes del grupo, resolver los asuntos migratorios y de logística del viaje, salieron de San Salvador de Bahía a Sao Paulo, de ahí a México, hicieron varias conexiones y luego a Veracruz y traían más de una tonelada y media de equipaje e instrumentos. También he representado al Teatro Nacional de Haití en varias ocasiones. Es un grupo de danza con aproximadamente 30 integrantes y es como el equivalente del Ballet Folclórico de Amalia Hernández en su país.

En el blues y el jazz he tenido el honor de hacer gestiones para Graná Louise, Carlos Johnson, Peaches Staten, Jimmy Burns, Sharon Lewis, Dave Herrero, Vino Louden, Catherine Davis, Zorah Young, Brother John, Jimmy Mammou, Vieja Estación, Angel d’ Mayo Blues Band/Argentina; Osmany Paredes/Cuba; Héctor Infanzón Cuarteto, Radio Blues, Señoritas de Aviñón, La Dalia Negra, El Perro Andablues, Doberman, La Rambla, Verónica Ituarte, Lalo Méndez, Jimena Segovia, Shake Señora (México), Yosvany Terry & Yé Dge Be (jazz afrocubano/Estados Unidos) y Realidub (reggae/dub/jazz).

CB. ¿En qué consiste tu participación en La esquina del blues en Ondas culturales por Proyéctate Radio?

Sandra. La esquina del blues y otras músicas se publica por lo menos una vez a la semana en www.mundodehoy.com

Por otro lado, el 6 de marzo de 2019 un querido amigo periodista, Francisco Medina, me invitó a colaborar con él en un proyecto radiofónico y de televisión por internet que comenzó ese día, de tal forma que al siguiente programa, el 13 de marzo se abrió la versión radiofónica de La esquina del blues y otras músicas en el marco del programa Ondas Culturales. Las transmisiones son todos los miércoles de 18 a 19 horas por www.proyectateradio.com o pueden sintonizarnos por Facebook y en Tune in como proyectate radio y por Youtube en proyectateradio4.

CB. ¿Cuál sería para ti una breve evaluación de la escena del blues nacional?

Sandra. El blues ha estado y seguirá presente en el gusto de los mexicanos. Paradójicamente, aunque es la raíz de muchos géneros musicales siempre se ha mantenido como una música un tanto underground. En términos de difusión, faltan medios que lo promuevan. Existen algunos programas de radio, o de radio y televisión por internet y sólo unas cuantas publicaciones por internet o impresas, pero hacen falta más y también que sus conductores se preparen y se esfuercen por hacer mejor su trabajo. Si bien no es una música comercial su valor es muy grande.

En cuanto a los autores e intérpretes de blues en México, he visto nacer y desaparecer a muchos grupos. Me parece que hace falta más compromiso de los artistas, que estudien y se preparen más y compongan cosas propias. Internet abre muchas posibilidades para la difusión de la música, y a falta de promotores, espacios y apoyo público o privado, busquen la manera de ser autogestivos y que no dejen de lado la creación de nuevos públicos para que el blues permanezca.

CB. ¿Algún mensaje o algo más que quieras compartirnos?

Sandra. Sólo agradecer a Cultura Blues por este espacio, porque siempre me toman en cuenta y por ser la mejor revista mexicana de blues por internet; y sobre todo, porque número a número y a través de los discos “Nacidos bajo un buen signo”, están escribiendo la historia del blues en México y eso es una herencia que dejarán para futuras generaciones.

CB. Agradecemos profundamente tus respuestas, y tus colaboraciones en números anteriores de Cultura Blues. Además, te hacemos una petición… ¿Gustarías de compartirnos el Sumario Musical 2019 de La Esquina del Blues y Otras Músicas?

Sandra. Con mucho gusto, en el próximo número cumpliré con este compromiso.