Bukka White: poesía oscura en slide violento
A menudo B.B. King recordaba que la invención de su famoso trémolo de guitarra fue posible ya que nunca pudo tocar el slide con propiedad, esa técnica musical heredada de antiguas tradiciones hawaianas y en la que su primo Bukka White era un maestro consumado. Posiblemente ese sentimiento de envidia (de la buena, que conste), habitó por mucho tiempo en el corazón del Blues Boy King, al recordar el puñado de joyas populares grabadas por White, siempre enarbolando una guitarra violenta con cuerpo de acero y una voz áspera y cortante. Inclusive estos elementos de su personalidad duraron hasta sus últimas grabaciones de finales de los años sesenta, cuando un espíritu evangélico acompañaba los sermones y las extensas prédicas musicales realizadas por este hombre.
Bukka White nació en Houston, un pequeño poblado de Mississippi el 2 de noviembre de 1909. Lo bautizaron con el nombre de Booker T. Washington White, como un homenaje al célebre educador negro y, de hecho, él siempre prefirió que lo llamasen Booker. Muy joven abandonó el hogar para dedicarse a la vida errante por toda la región del Delta hasta llegar a Memphis.
Sus primeros rudimentos musicales se los brindó su padre, un regular violinista de la zona. Sin embargo, se sabe que el colaborar directamente con Charley Patton fue algo definitivo para el estilo que asumió Bukka: canciones folclóricas mundanas basadas en broncas tradiciones africanas, un slide nervioso y una voz ronca, sonora y gutural. Pero el tocar en Memphis al lado de Frank Stokes, otro de los grandes del country blues, le proporcionó a Booker una mayor experiencia y conocimientos en composición y armonía.
En esa misma ciudad aprendió a tocar la armónica y el piano, y fue ahí en donde grabó por primera vez para la RCA Víctor, en 1930. Contaba entonces con 20 años de edad y ya era un espectacular guitarrista y un fino compositor. De esa legendaria sesión dirigida por Napoleón Hairiston salieron únicamente cuatro cortes: dos con temática góspel y un par de ejemplos de la furiosa vida en el Delta: The Panama Limited y The New Frisco Train, sin duda, cuatro joyas oscuras de la poesía afroamericana.
Bukka White – Panama Limited
Durante los siete años siguientes, Bukka White trabajó en muchos oficios, incluyendo músico callejero, jugador de béisbol y boxeador. También vagabundeó por todas las ciudades de los estados vecinos. Pero le llegó otro contrato para grabar. El 2 de septiembre de 1937 en Chicago grabó sus primeros dos hits para el mercado de música racial: Shake’em on Down y Pinnebluff, Arkansas. Tres compañías distintas editaron este material, gracias a lo cual lograron venderse 16 mil copias, una cantidad que superaba incluso lo que estaba realizando entonces Robert Johnson.
Bukka White – Shake Em On Down
Poco después de este fugaz éxito, algo que los bluesmen entienden de sobra, Bukka es enviado a la temida prisión de Parchman Farm, en Mississippi, lo que lejos de detener su carrera discográfica, le ayudó a despegar aún más. Reportes de la época señalan que cuando una de sus disqueras intentó conseguir su libertad, la respuesta a su petición fue negativa ya que la música de White gustaba mucho a los guardias de prisión. Algunos contemporáneos suyos como Joe Callicot, dicen que a Bukka le encantaba cantar y tocar la guitarra todo el tiempo, pero se quedaba callado cuando alguien quería saber la razón de su encarcelamiento. Mientras permanecía en chirona, fue visitado por el famoso folclorista John A. Lomax, con la intención de grabarlo en directo.
Por esos años el señor Lomax era el Curador del Departamento de Música para de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. No logró su cometido, pero la compañía Vocalion finalmente sí lo hizo, por lo que Bukka nuevamente fue puesto en libertad. El 7 de marzo de 1940 se mete al estudio de grabación en compañía de su gran cuate Wasboard Sam (tocando la tabla de lavar) para juntos realizar una bella y emocionante colección de 12 melodías.
Posteriormente dichas canciones se agruparon en un disco de larga duración indispensable para cualquier fanático: Parchman Farm (Columbia, C 30036), el cual incluye además sus primeros dos hits de 1937. La contraportada de este disco contiene amplios datos acerca de la vida del músico además de la referencia de que Bukka vino a México para participar en los eventos de la Olimpiada Cultural de 1968.
Con respecto a investigaciones periodísticas, solamente Jorge Pérez enfatizó en un artículo la importancia de mister White dentro de sus breviarios del mundo del rock. Volviendo a ese álbum sensacional, encontramos en él datos importantes de la vida presidiaria en temas como Where Can I Changes my Clothes –que se refiere en concreto al uniforme de preso que él detestaba-, Parchman Farm Blues –en homenaje al sitio en donde le dieron sombra “forzosa”- y District Attorney Blues, dedicada a los jueces sin corazón. Otros de los temas recurrentes en el disco es la muerte, puesto que es un tópico ha fascinado durante mucho tiempo a investigadores, coleccionistas, y por supuesto músicos.
Después de esas etapas importantes, White estuvo viviendo en Memphis durante dos décadas, donde ayudó a su primo B.B. King en los inicios de su carrera. Allí estuvo trabajando en la Newberry Equipment Company. No fue hasta 1963 que, gracias a la intervención de dos fans que cruzaron Estados Unidos en su búsqueda, White regresó a la escena musical.
De ese modo, pudo disfrutar, por fin, de un éxito largamente merecido. A diferencia de otros viejos bluesmen, Bukka White continuó componiendo material nuevo, mucho del cual se puede encontrar bajo el nombre de “Sky Songs”, en Arhoolie. El 26 de febrero de 1977, debido a un cáncer, falleció Bukka White, el hombre que decía recoger canciones del cielo.
Booker White – Aberdeen Mississippi Blues