La Historia de Hoy

Iniciación al Blues. Guitarra Slide I

Introducción.

Corría el año de 1903 cuando el inquieto William C. Handy presenció una extraña escena en una estación ferroviaria ubicada en el Delta del Mississippi, mientras esperaba con resignación el tren que habría de conducirlo a su pueblo natal, justo a la medianoche. Según Handy, sentado junto a él, en una desvencijada banca, se encontraba un vagabundo negro quien mataba el tiempo arrancando lastimeras notas a su guitarra de madera. El numerito no tendría nada de extraordinario de no ser por el aditamento que el tipo tenía acomodado entre los dedos: la hoja de una navaja que deslizaba acompasadamente sobre las cuerdas del brazo del instrumento.

Las frases vocales de aquel primitivo blues acústico eran terminadas por una nota del slide, a manera de lamento en una insólita interpretación, que de acuerdo con el director de orquesta nunca antes había sido escuchada. Con el asombro reflejado en el rostro, el futuro autor de melodías inmortales como ‘Saint Louis Blues’ y ‘Yellow Dog Blues’, se dedicó durante la espera a guardar en la memoria cada uno de los tonos, cadencias y compases de esa perturbadora música, que seguramente formaba parte de una tradición popular mucho más arraigada en las oscuras plantaciones del profundo sur norteamericano.

Dada su natural habilidad musical, Handy trasladó eso que el vagabundo le reveló llamarse “blues” y tratar “sobre el dolor de no tener a la mujer amada”, a las sofisticadas partituras de los grupos orquestales de aquellos tiempos y crear verdaderos himnos con esas melodías extrañas.

Por otra parte, su amigo ocasional, el músico vagabundo, bien pudo pertenecer a la primera generación de bluesmen que incorporaba la técnica del slide a sus cantos rudimentarios, generación que incluye artistas de la talla de Charlie Patton, Freddie Spruell o Bo Weavill Jackson.

Aunque si bien ya se sabía que desde antes los inmigrantes hawaianos habían importado esa técnica, esta contaba con algunas adecuaciones propias de su cultura: la guitarra descansaba sobre las rodillas y el slide estaba hecho con un tubo metálico que era manipulado con las manos. Pero al llegar a Estados Unidos, la técnica se transformó para estar acorde con la vida difícil que caracterizaba a los músicos errantes.

El slide consistía ahora en el filo de una navaja, o bien era elaborado con un auténtico cuello de botella, pulido y amoldado para ser introducido en los dedos meñique, anular o medio (de ahí el sobrenombre de ‘bottleneck’). Otros artistas, previamente, que cultivaban antiguas técnicas musicales heredadas de África, ya elaboraban guitarras caseras con una sola cuerda, o bien clavaban la cuerda en los postes de su cabaña y le arrancaban sonidos deslizando el tubo a lo largo de la misma.

De tal suerte que cuando la industria fonográfica alcanzó sus primeros logros (comienzos de los años veinte) y volteó sus ojos hacia la fértil cultura que nacía de las granjas, los exponentes del blues con slide ya tenían algunos años de andar rodando por los caminos con su minúsculo instrumento, aunque su presencia era mucho más disimulada que la de las rechonchas cantantes de vodeville o de las festivas jug bands, quienes acaparaban los reflectores por representar a las primeras estrellas dentro de los Race Records.

Krbi’s Guitar – Walkin’ Blues

Capítulo basado en el artículo:

“17 mejores slides del Country Blues 1923–1951”

por Luis Eduardo Alcántara para

Palabra de Blues No. 7. nov. 2009