Cínica y descarada
Me tomaron de la mano y tuve que soltar mil cosas,
mil tabúes, mil traumas,
mil hombres y mil tóxicos pensamientos.
Un día me sedujeron y se colaron en mi vida,
me acogieron desde mi alma hasta mi almohada…
y acepté sus propuestas indecorosas.
Hoy son parte esencial en mí…
son mis complices de mis locuras,
y mis amantes de mis corduras.
Me gusta pertenecerles,
eso me hace tener libertad.
Libertad que les falta a ellos,
a ellas y a todo el planeta en general.
El día que se aparecieron en mi vida por reflexión,
por experiencia o por necesidad,
ese día fui más audaz.
Hoy me llaman cínica y descarada al escribir,
también al hablar con honestidad,
y ¿saben cuál es la realidad?
Que me siento más que ofendida,
me siento halagada…
esa es la pura verdad.
Porque para ser amiga de ustedes,
mi querido cinismo,
y mi querido amigo llamado descaro…
se necesita más que valor.
Se necesita haber vivido lo vivido,
haber pasado lo pasado,
y haber tirado lo votado.
Se necesita coraje y ser irreverente.
Se necesita valerte las criticas.
Y sonreír al caminar con tacones altos o bajos,
eso qué mas da.
Se necesita ser tajante de lo que no puedo callar.
Se necesita soltar, después voltear para decir ¿y?
Se necesita elevar conocimientos.
Porque ser cínica y descarada,
tiene fundamentos que se deben estudiar.
Se necesita tanto y más,
para llegar a la conclusión.
Que reprimirse por el qué dirán,
eso para mí es una banalidad…
¡Que lleva a la vil mediocridad!
Música de fondo: Blues ‘Fore Down por Jimmy Thackery del álbum, Guitar.