Editorial

La historia de hoy

Mientras respire

y mi corazón siga latiendo.

Tendré una historia que contar

Y sabré que el blues está vivo y sano.

Buddy Guy

Durante los últimos días y atendiendo las indicaciones sanitarias de guardar cuarentena, me di a la tarea de comenzar a escribir unos breves textos a manera de manual básico de introducción al blues, mismos que he estado publicando tanto en el perfil de Facebook, como en la página oficial (www.culturablues.com), bajo el título de “La Historia de Hoy”.

Los capítulos presentados a la fecha, sin duda, representan una parte de los objetivos del proyecto de Cultura Blues, y es esencialmente, la difusión y respeto a la tradición de nuestro género consentido. Los temas expuestos han sido: Introducción, Los primeros bluesmen, Las divas del blues, Los estilos de blues, Guitarra slide blues, Armónica de blues, Piano blues, Guitarra eléctrica blues, Libros esenciales de blues, Documentales esenciales de blues, Películas de blues, Documentales biográficos de blues, Películas biográficas de blues, Documentales de rock & roll, Película de rock & roll, Documentales de rock, Documentales de sellos discográficos de blues; y en una segunda temporada: Los discos de blues tradicional en el Salón de la Fama del Blues.

Por otra parte, también haciendo una publicación diaria, bajo el nombre de “El Video de Hoy”, he combinado blues tradicional y contemporáneo, con videos de conciertos, documentales, películas interesantes; y en una segunda temporada: “El Videoclip de Hoy”, en el que he decidido compartir material orientado al blues y rock contemporáneo.

Esto último basado, en el concepto básico de otro de nuestros principales objetivos, preservar el género exponiendo lo nuevo en la materia. Un tema que particularmente me causa, a decir verdad, una cierta confusión en saber si muchos de los aficionados mexicanos, aún siguen siendo renuentes a abrirse hacia los nuevos horizontes de los sonidos contemporáneos. Mismos que en mi opinión, son los elementos primordiales para la preservación del género. Todavía encuentro en el medio, el estrecho espectro de quedarse sólo en lo tradicional. Pero, en fin, tal vez sea una percepción equivocada, que únicamente con los años lo sabré. Porque creo que no debería tratarse de blues tradicional vs blues contemporáneo, sino de una fórmula basada en la suma de ellos: blues tradicional + blues contemporáneo = blues vivo y sano.

Hurgando en mi bibliografía, me encuentro con una serie de interesantes conceptos con relación a este incesante e inquietante tema. Por ejemplo, en el libro: “Historia del Blues” de 1976, del controvertido autor Paul Oliver, se tiene un último capítulo llamado: ‘La agonía del blues’, en el que se lee… “En otros tiempos, el blues demostró una asombrosa capacidad de supervivencia. Se ha pronosticado tantas veces su muerte, que todavía cabe esperar que sobreviva a la ininterrumpida competencia del Rock ‘n’ Roll, del Soul y de cualquier nueva tendencia musical que depare el futuro”. Una visión desoladora, pero que tal vez no contemplaba, que la fusión a esos nuevos ritmos o a los que han surgido, le darían un nuevo aire y continuidad, precisamente al nacimiento del blues contemporáneo.

En el libro de cabecera, “Solamente Blues” (1994) de Lawrence Cohn, en uno de sus últimos capítulos: ‘En la encrucijada. El blues hoy’, de Mary Katherine Aldin, afamada columnista de blues, se lee una visión completamente distinta y esperanzadora a la de Paul Oliver. Refiere, por ejemplo, una floreciente escena del blues a raíz del surgimiento de la revista especializada ‘Living Blues’, y a la creación de disqueras más competitivas en la industria musical como ‘Alligator Records’. Igualmente, por esos años, surge la Blues Foundation y una serie de asociaciones del género, primero en los Estados Unidos y después en otros lugares del mundo.

Por otra parte, se refiere a la aparición de eventos masivos, como el mismísimo Festival de Blues de Chicago, al resurgimiento de bluesmen de la vieja escuela, pero principalmente a la aparición de nuevos artistas con ímpetu de preservar el género. En una frase se lee, en resumen, el camino que según tomaría el blues en esa encrucijada “… los artistas de blues de hoy y mañana no son serviles imitadores de los viejos estilos; componen sus propias canciones y trabajan sus propias notas. Crean un sonido nuevo a partir de una tradición respetada y saben que sólo de esa forma podrá sobrevivir la música”. Una frase… ¡contundente!

En el epílogo del libro: Martin Scorsese Presents The Blues (2003), ‘Blues: La huella de la música popular’, escrito por Chuck D (rapero, compositor, actor, diseñador gráfico y productor de música rap, ha contribuido al desarrollo del hip hop político), se lee “Al entender el blues, estás entendiendo la vida”. Y continúa “Uno nunca podría haber adivinado que el rasgueo de un riff en el porche en una tarde de otoño en el Mississippi sería el principal sello de Estados Unidos, en el mundo de la música tal como la conocemos hoy. La huella de donde el sonido avanza hacia un mañana”. Reconociendo la importancia de la raíz del blues tradicional, en la música actual y futura.

Finalmente, Ted Gioia (músico, compositor, crítico, historiador, profesor y productor de jazz), en su libro, “Blues. La Música del Delta del Mississippi” (2010), cierra su obra con unas frases esperanzadoras. “Es muy posible… un resurgimiento del blues que no se limite a imitar el pasado, sino que lleve a esta música hacia el futuro”, “…los aficionados están esperando que el fuego se reavive en el Delta; en buena medida, lo están deseando. Algo me dice que no se verán decepcionados”.

¡Blues tradicional + Blues contemporáneo = Blues vivo y sano!

¡Hasta la próxima!