La Poesía Tiene Su Norma

¿El señor o el vino?

Mira que ya no había manera de alejarte de mí
Ya no había manera si estabas ahí
Penetrabas mi mente con tu aroma
Y tus manos tocaban mi ser.

Manoseabas mi respiración
Incitabas a mi oído
Acercando tus labios a mi cuello
Para cantar y tararear esa canción que bailábamos los dos.

Ya no había manera de decirte que no
Te había provocado y caíste
De hecho, mis sueños cumpliste
Mientras entraba yo en calor.

Estábamos ahí en la atracción
Había buscado por años al seductor
Al maestro que de un simple abrazo
Y con la fuerza correcta me tomara de la cintura
para poseerme.

Un beso fuerte y seguro
Eso detonó la atmósfera
Un señor que sostiene mi razón
Y mete la mano en mis emociones.

Me tomas sin restricción
Me gozas, me cautivas
Me das paz y tranquilidad
También me das seguridad.

Me das placeres
Me das todo y más
Desinhibes mis secretos
Porque eres un vino ya añejo.

Eres ese viejo lobo de mar
Con reserva para beberse
Me das en una noche
Todos los momentos que por años había deseado.

Con tu mezcla de tequila o ya no sé si era champagne
Porqué embriagó mi razón
Hasta sentirme excitada
Observada y deseada.

Yo era la reina y usted, me daba un castillo para mi sola
Me hizo volar esa noche con su sabor y olor
Salud por ese beso que le di bebiendo
Salud señor.

Que me invitó hacer metáfora
Para engañar en sentido figurado
al lector.

Si fue ese vino llamado alcohol, el qué me bebí, olí y respiré
O fue a usted señor, caballero y trovador al que esa noche me....
¡Me devoré!
Atentamente: La chica seducción.


Música de fondo, “Once in a Mood Blue” por Gary Moore – Álbum: After Hours