Delmark Records presenta

Una buena carta por tradición

Capítulo 4. Una buena carta por tradición: Tail Dragger – American People

Semblanza

James Yancey Jones, mejor conocido como Tail Dragger desde que el gran ‘Lobo Aullador’ (Howlin’ Wolf) le apodara así, pertenece a la importante y extensa cantera de bluesmen surgidos en Arkansas, estado del sur de los Estados Unidos. Nació en la pequeña localidad rural de Altheimer, y creció bajo la influencia de bluesmen clásicos como: Sonny Boy Williamson o Boyd Gilmore.

A su llegada a la ciudad de Chicago, conoció a su ídolo Howlin’ Wolf en el mítico club Sylvio’s, situado en el lado oeste de la ciudad. Wolf le cambió su apodo de entonces, ‘Crawlin’ James’, por el de Tail Dragger debido a su tendencia a llegar tarde y le acogió como su discípulo percibiendo que le seguía de club en club.

La carrera y reputación de Dragger ha estado marcada de por vida por un enfrentamiento que tuvo con el guitarrista Boston Blackie, a quién hirió de muerte tras dispararle en el escenario. Fundamentando siempre que fue en defensa propia, Dragger pasó un poco más de un año y medio en la cárcel, en aquél fatídico año de 1993.

Actualmente, Tail Dragger cuenta con 80 años, permaneciendo en buena forma como uno de los principales bluesmen en el Chicago del siglo XXI. Crudo, salvaje y auténtico, es una de las maravillosas muestras del viejo y añorado blues tradicional.

American People (marzo de 1999)

Este es un estupendo disco grabado en octubre y noviembre de 1998, en el Riverside Studio de Chicago. Contiene blues puro de un excepcional cantante de raíces, acompañado, sin duda, por un combo de artistas de primera línea: Rockin’ Johnny Burgin (todos los tracks); Johnny B. Moore: guitarra (2, 3, 4, 5, 7, 8, 9, 10); Jimmy Dawkins: guitarra (6); Aaron Burton: bajo (1, 2, 4, 5, 8); Willie “Vamp” Samuels: bajo (3, 7, 9, 10); Karl Meyer: bajo (11); Baldhead Pete: batería (1, 2, 4, 5, 6, 8); Rob Lorenz: batería (3, 7, 9, 10, 11); Billy Branch: armónica (1, 2, 4, 6, 8); Martin Lang: armónica (7, 10, 11); y Eddie Shaw: sax tenor (3, 9).

El álbum contiene 12 temas, de los cuáles son siete originales y cuatro versiones de autores clásicos del blues: 1. Bought Me a New Home; 2. American People; 3. You Gotta Go; 4. My Woman is Gone; 5. Bertha; 6. My Head is Bald; 7. Don’t Start Me Talkin’ (Sonny Boy Williamson 2); 8. Bad Boy (Eddie Taylor); 9. Ooh Baby -Hold Me- (Howlin’ Wolf); 10. Long Distance Call (Muddy Waters); 11. Betty.

Bought Me a New Home, marca un inicio formidable con un tradicional blues de doce compases y una letra que presume con la frase: “casa nueva, mujer nueva”, y que marca la ruta de la obra, la armónica le da un sello de alta calidad. American People, la canción es un blues lento que da título al disco y que habla de aquél pasaje en la historia de los Estados Unidos, acerca del asunto, Clinton-Lewinsky, y en la que Dragger se pone del lado del presidente y le dice a la gente que… “lo perdone, y lo deje hacer su trabajo“. You Gotta Go, es otro típico y movidito blues de 12 compases, con la participación de Eddie Shaw en el sax tenor, instando a la mujer a que se vaya.


Tail Dragger – My Woman is Gone


My Woman is Gone, con una voz más grave y más poderosa, Dragger, canta este largo tema de casi nueve minutos, destacando la armónica abrasadora de Branch y los pasajes guitarrísticos de Johnny B. Moore y de nuestro querido amigo, Johnny Burgin, además cuenta con la sección rítmica con Bordon y Pete, quienes no se quedan atrás. Y bueno, cantada muy al estilo del gran “Lobo Aullador”. Antes de entrar a una sección en el álbum de cuatro covers, se presentan dos buenos temas, Bertha y My Head is Bald. La primera una suave tonada con un ritmo sabrosón, dedicada seguramente a un mujer bien conocida por el buen Tail. La segunda, un bluesesote, literal, con el notable armonicazo de Billy, en todo su esplendor.

El primero de los covers, Don’t Start Me Talkin’, es un shuffle estándar que te hace levantar de inmediato, gran versión sin duda. Bad Boy, otra canción muy reconocida y clásica en la escena de Chicago, es rememorada con mucha clase para esta ocasión. Ooh Baby -Hold Me-, una pieza tipo “Killin ‘Floor” de Wolf, bellamente interpretada, desde luego utilizando las dotes vocales con el parecido que Dragger maneja en su estilo de ejecución. Long Distance Call, una bonita versión del clásico de Muddy Waters, simplemente así de sencillo y grandioso a la vez. El final con una pieza original, Betty, dedicada a alguna dama cercana a nuestro anfitrión: Tail Dragger, y que destila el estilo del Chicago Blues, en todo su esplendor.