Diván el Terrible

¡Tómala, Barbón Azul!

Entrevista con Elihú Quintero, primera parte (Fotos: Rafael Arriaga)

Radio Blues: una asociación musical con gran historial ha sido un espacio creativo para músicos de gran calidad e inmejorable actitud hacia su música y su audiencia.

En este número tenemos la oportunidad de entrevistar a Elihú Quintero, conocido también como Elihú Kingtero y ahora como Bluebeard o Barba Azul, como gustéis; multiinstrumentista, compositor, frontman espectacular, líder en la mejora contínua de una banda, cofundador de Radio Blues. Es endorser de empresas relacionadas con la armónica: Lone Wolf Blues Company y Blows Me Away Productions, ambas estadounidenses.

Ha tocado y alternado con Rick Estrin, Billy Branch, Lee Oskar, Rod Piazza, Melvin Taylor, Canned Heat, Carlos Johnson, Steve James y Carey Bell. De las composiciones realizadas en compañía de Edgar Ordoñez, recomiendo con gusto: Blues para Django, Infinito y Crazy Swing.

Octavio. ¿Que responsabilidades debe asumir el líder de una banda?

Elihú. Uno va actuando conforme va pintando la situación, de hecho, yo nunca me asumí como líder, se fue dando desde los inicios de Radio Blues; en su primera alineación yo fui el que convocó a los músicos, en ese entonces Demex (Demetrio García, gran baterista), y yo tuvimos la idea de formar una banda aparte de la que estábamos, que era Follaje. Yo fui el que empezó a tomar la iniciativa, prácticamente en la mayoría de las cosas, todo ha sido así, sobre la marcha, pero, nunca fue “tu vas a hacer esto” por lo que estaba pensando que es una buena pregunta…

¿Cuáles son las responsabilidades?: una de ellas es estar siempre en la búsqueda de estar mejorando, otra es ser puntual, conocer tu repertorio; parecerá algo obvio, pero, hay que conocer lo que haces, coordinar los ensayos, las presentaciones; tratar de llevar un nuevo repertorio, ya sean composiciones propias o para hacer nuevos arreglos de versiones propias, mantener presencia en las redes y algo que es bien importante es mantener una buena imagen escénica en los conciertos.

Octavio. Eso lo tienes que hacer por ti y por los miembros de tu banda.

Elihú. Es correcto.

Octavio. Aquí estás empezando por dos cosas que se empalman: la presencia escénica porque si algo ha caracterizado a Radio Blues es su imagen, es decir, Demex y tú como se visten. Tú ya has creado un personaje con tu barba cuando le prendías fuego a tu Stratocaster que era parte del espectáculo; cómo pasaste de la guitarra a la armónica y tal como presentas todo eso en el escenario pareciera que es fácil. Ahora, aunque sigues tocando guitarra ¿cómo fue esa extensión o ampliación a tu creatividad?

Elihú. Yo siempre había querido tocar la armónica. Empecé a tocar la guitarra, como la mayoría, como a los quince años, más o menos y también quería aprender a tocar la armónica al mismo tiempo, pero, en ese entonces, ya hace muchos años, pues no había donde, ya tenía algunas armónicas y como mi papá también tocaba la guitarra, él nunca se dedicó a hacerlo de manera profesional, pero, de alguna manera sabía a tocar la guitarra y el me enseñó a tocarla.

Tenía sus armónica y yo como que las tocaba y como es un instrumento que simplemente con el hecho de soplar y aspirar, sin tanto conocimiento musical medio suena ¿no? hasta cierto punto, ahí como que la iba haciendo, pero, nunca me clavé, lo hice más con la guitarra, que era lo que más había disponible pero siempre me quedó ahí el gusanito de la armónica; ya mucho tiempo después decidí tocar la armónica, ya lo había hecho con Radio Blues, pero, nada que ver, era algo muy básico en la etapa de Demex, pero, pues, no era sólo una rolita con armónica y no, una ejecución muy pobre.

Ya varios años después me dije, ahora sí me voy a poner a estudiar, quiero aprender en forma y fue por eso; como un sueño que quería llevar a cabo, por fin me planteé a hacerlo y traté de hacerlo todo en forma, si lo voy a hacer lo voy a hacer en forma, estuve como unos dos años, como unas dos o tres horas diarias me compré métodos y bajé muchos videos de internet, que esa era la ventaja que ya había desde ese entonces.

Octavio. Con esto me dices que ¡no fue fácil!, ni de un día para otro.

Elihú. Sí, y ya cuando me decidí a tocar tenía algunas bases, cuando empecé en forma, digamos, no empecé desde cero, tenía como 20 años y medio tocando la armónica, digamos que tenía un cierto conocimiento de la armónica, era profesionalizarse en la armónica, tenía cierto conocimiento, de hecho no me considero un buen armonicista; faltan un chorro de cosas que puedo aprender, técnicas y lo poco o mucho que sé me falta todavía pulirlo, en cualquier disciplina nunca se acaba de aprender.

Fue que tenía ese gusanito de querer hacerlo y vi que con la armónica tenía más posibilidades de hacer rolas, inclusive propias, yo no me considero compositor, pero, se me facilita más; cosas que tocaba en la guitarra como que no me sonaban mucho, no me llamaba la atención, pero, esos mismos riffs, pasados a la armónica, como que ya agarraban otra onda y eso me dio la posibilidad de hacer más rolas, por eso me dediqué a la armónica; ya toco la guitarra muy poco.

Octavio. Pues eso fue una sorpresa para muchos. Porque de buenas a primeras ya estabas dándole a la armónica. Y esto es muy bueno que se sepa que no dijiste hoy empiezo a soplar y ya salió: disciplina y esfuerzo.

Elihú. Sí, mucha práctica. Todo va ligado, tienes una meta y dejas todo por esa meta.

Octavio. Hay una cosa que me dijiste ahorita, algo que sí se te dio espontáneo, que no lo buscaste y fue el liderazgo en Radio Blues, se te ocurrió hacer tu banda, jalaste a tus amigos, conocidos, empezaste a hacer cosas y de buenas a primeras, también eras el frontman de Radio Blues, ¿te consideras un líder espontáneo, natural?

Elihú. No, yo creo que, más bien, forzado.

Octavio. Se te dio y sí te funcionó.

Elihú. Pues sí, yo era el que llevaba las riendas de la banda.

Octavio. ¿Tú haces las negociaciones para los contratos?

Elihú. Sí, yo consigo las tocadas la mayoría de las veces, casi desde el principio. Consigo las tocadas, me encargo de toda la relación, de las negociaciones y todo. Cosa que realmente no me gusta hacer, pero, luego no hay quien más lo haga y pues, hay que hacerlo.

Octavio. Pareciera que, si no hay otro, vas tú.

Elihú. Es como hay que tocar, pero, nadie consigue, pues hay que conseguir, hay que hacerlo, pero, realmente por necesidad, no me disgusta, pero preferiría utilizar esa energía para la música.

Octavio. Esa parte de la administración, las relaciones públicas, la presencia en redes a pocos les gusta, pero, hay que hacerlo ¿no?

Elihú. Sí, hay que hacerlo y sobre la marcha vas viendo cómo hacerlo y trato de hacerlo lo mejor posible, te decía, estar en la búsqueda de mejorar en todos los sentidos, tanto en lo musical como en la administración de la banda.



Octavio. Tú como líder te encargas de que, por ejemplo, Edgar (bajista de Radio Blues) sea más cuidadoso en su ejecución, el baterista, que en su momento fue Demex, en otro momento estuviste con Daniel Reséndiz (ver los dos números anteriores de Cultura Blues), tú dirigías como tenían que tocar o eras más de dejar hacer y que ellos mismos busquen su camino.

Elihú. Un poco las dos. Tal vez la idea de cómo me gustaría que sonara la canción haciendo o arreglando en caso de que sea un cover, pues las primeras ideas surgen de mí, decirles: a mi me gustaría que sonara así o tengo esta idea, tengo esta rola ya casi lista, en esta parte me gustaría que metieras esto y esto, pero, no es ninguna imposición es como más en sugerencia y al final me gusta que los músicos también aporten, que me digan ¿qué te parece mejor esto y esto? Edgar es con el que llevo más el grupo, es con él con quien he trabajado el grupo durante más tiempo, además de lo musical, lo administrativo. Como que los dos somos los que llevamos la banda, un poco más yo, pero él siempre ha sido parte fundamental en todas estas situaciones. Yo no soy músico con formación, él sí, entonces… aparte él es buen músico y tiene más experiencia y conocimiento musical; él se encarga de los arreglos y mejora mucho las cosas que yo llevo. En las rolas, los detalles, que es lo más importante, el lleva esa parte, para que la rola ya quede como debe ser, pulida y bien presentada; entonces es como sugerirles y que ellos también aporten y, si al final de cuentas no me gusta o no me convence al final ya lo vamos arreglando entre todos.

Octavio. El esfuerzo que tu has hecho, por ejemplo, con la armónica ¿es algo que les pides a tus músicos?

Elihú. En realidad no intento pedírselos, en realidad ellos, todos los músicos que han pasado por la banda, los invitados los que han sido espontáneos o los que han durado más tiempo como Demex o el baterista que estuvo después, Oscar, Edgar, que estuvo casi desde el principio, han sido músicos, el único que no ha sido músico soy yo, jejeje; todos los músicos que han pasado por Radio Blues, son de escuela y todos ¡me enseñan a mí!

Octavio. Eso es bueno ¿no?, el intercambio y la mutua influencia.

Elihú. Exactamente. A propósito de una de tus preguntas ¿cómo fomentas la confianza en tus músicos? Es que cada músico tenga su momento. Si están haciendo un solo y la gente se está prendiendo ¡que se sigan! eso está chido, no es de que no me vayas a opacar y ya no toques tanto, al contrario, aquí siempre hemos sido de la filosofía de que, si eres bueno, pues, ¡explayate! Porque eso hace que la banda crezca ¿no? Como todos tienen buen nivel no hay necesidad de decirle: pues, prepárate. A lo mejor sacar la rola luego de que entran sería lo único. Pero, de ahí todos los músicos han tenido muy buen nivel.

Octavio. Ahora en cuanto a ustedes, en Radio Blues, su relación fuera del escenario ¿qué es lo que te parece más importante a ti? Para que haya esa integración de banda y tengan confianza, que consideras que es lo fundamental para que sean buena banda, en lo referente a la cohesión.

Elihú. Tener un grupo es como tener una relación de pareja, porque estás muy ligado con ellos, constantemente se están viendo. Si alguien falla, el grupo falla, en una relación si alguno de los dos falla, la relación se puede venir abajo. Son relaciones personales y las relaciones pueden ser muy complicadas, una de las circunstancias es que haya confianza y sinceridad, si algo nos está molestando, pues, hablarlo.

Octavio. Bueno como en todas las relaciones sanas o enfermas, hay momentos de fricción ¿cómo lo manejas tú?

Elihú. Que haya confianza y si hay algún problema tratar de resolverlo. Después hay diferencias que no se pueden resolver y vienen los truenes, pues, hay músicos que no les agrada lo que hacemos y forman otros proyectos, aunque, todos los músicos que han pasado por la banda hemos sido buenos amigos; no sólo hemos sido compañeros sino buenos amigos, como fue el caso con Demex, con Óscar y no se diga con Edgar, que es con el que más tiempo llevo trabajando, hay una amistad de por medio con estos ex integrantes y con Edgar.

También con Daniel que es una personalidad como muy de camarada, muy de brother, por eso cuando trabajamos con él fue una experiencia muy padre, había una relación anterior y cuando trabajamos fue una relación con una fluidez muy chida.

Octavio. Eso es lo que él me decía: Cuando trabajas con músicos que tienen calidad caes en blandito. Ya ni te preocupas por muchas cosas.

Elihú. Exactamente, mejor no se puede definir. En esos casos entre músicos, Edgar era el que se encargaba de pasarles las rolas, las partituras, les decía: aquí está la partitura y, sin problemas, es una ventaja de trabajar con gente que está al mismo nivel.

Octavio. De Edgar yo no lo veo, tiene presencia en el escenario, me gusta su actitud, pero, no es el frontman porque ¿quién canta en tu banda? Esa pregunta va con filo porque eres el que llama la atención y dirige a la banda ya que estás ganándote a la audiencia, también la diriges ¿no sé si te ha pasado? Porque, así como tú dices, hay un momento de explayarse, a ti también te ha tocado y empiezas a jalar a la gente y vas liderando no sólo a la banda sino también a tu público y ¿te has dado cuento cómo lo haces?

Elihú. Pues yo. ¿Cómo te diré? Agarras una comunión con el público y todo se da en automático, no lo planeas antes; si das todo en el escenario, si eres honesto, te das todo tú y la gente lo recibe. Solito se crea ese ambiente de unidad entre el público y el músico, aunque hay públicos que luego son muy difíciles de tratar. Hay de todo. Es muy difícil, nos ha pasado que como que no le entienden mucho a lo que estamos tocando, pero, pues ya al final… a la última rola ya se prenden, jejeje.

Una vez nos pasó, como que no, no, no… si aplaudían, pero, más porque tenían que hacerlo, porque tenían que aplaudir, pero, ya al final ¡Otra, otra, otra! Y ya se empezaron a prender y dijimos ya llevamos hora y media tocando y ahora quieren más. Al final se prendieron.

Octavio. Muy bien. Pero, para esa parte pues, no hay escuela para hacer eso, que haya alguien te diga: ¡Aquí te vamos a dar el curso para ser Mick Jagger!, no lo hay.

Elihú. Yo creo que eso ya también se trae; a algunos se les da muy natural ya lo traen, como Mick Jagger con esa capacidad escénica y, además me sorprende que, a la edad que tiene, ese señor anda como si tuviera 20 años de aquí para allá y no es un escenario chiquito, son unos escenarios enormes y además corre ¡súper admirable! Y bueno, en el caso de ellos, son cuates que nacieron para eso y estamos otros que no nacimos para eso y a’í se nos va dando de alguna manera o tratamos de…

Octavio. En este punto ¿qué es más importante, el talento o “fabricarte”, construirte, estudiando o practicando?

Elihú. Yo creo que las dos. No hay formula, porque, tú ves artistas que sabes que no tuvieron una formación, que evidentemente no fueron a una escuela de música, pero, son grandes artistas que son grandes compositores, sobre todo se da en los compositores que en los ejecutantes de algún instrumento.

Hay gentes que son poetas de nacimiento y nunca fueron a la escuela, a lo mejor son medio para pulirse y ya lo traen y hay gente que se la pasa estudiando muchos años música y tiene doctorados, y no destacan igual, como que no hay una formula. Si ayuda que tengas una formación, pero eso tampoco garantiza ser músico inclusive.

Como ya se está haciendo costumbre el espacio es insuficiente para referir toda la riqueza de esta entrevista. Mis lectores les prometo la segunda parte para el año próximo. Pero, no sin antes desearles felices fiestas de fin de año y mucha salud.

Blue line was my blues and

the red line was my mind.