Especial de Medianoche

Aniversario, deceso y anécdotas

Cultura Blues llega a diez años, más madura que nunca. Es una década completa llena de logros, aprendizaje y trascendencia. Se ha convertido en la revista electrónica referente para lo que ocurre en el escenario del blues en nuestro país, y es un mosaico muy completo del panorama del blues en otras latitudes del planeta, sin dejar de lado el marco histórico y también su devenir a lo largo del tiempo. Felicidades para todos los que tenemos el enorme gusto de participar en ella, y por supuesto, al director general, José Luis García Fernández, por su labor ininterrumpida y su empeño, en otorgarle un sello propio a este proyecto cada vez más redondo, cada vez más completo en visión y en perspectivas.

¡Enhorabuena!


Se apagó una emocionante armónica

Hace unos días falleció Paul Oscher, mejor conocido en el mundo del blues por tocar la armónica en la banda de Muddy Waters, desde finales de los sesenta hasta los primeros años de la década siguiente. Llamaba la atención por ser de raza blanca, en un anticipo de lo que después ratificaría, Jerry Portnoy, de las mismas condiciones y también en el grupo del ‘Aguas Lodosas’. No era la primera vez que un grupo de blues asumía esta característica multirracial. Poco antes, la Paul Butterfield Blues Band alcanzaba celebridad por promover mezclas parecidas, con representantes como: Jerome Arnold y Sam Lay, acompañando la fiebre de Elvin Bishop, Mike Bloomfield y el líder del grupo, Paul Butterfield.

Tenemos otro buen ejemplo “colaboracionista” de aquellos años, pero más cargado hacia el rock y el soul, con Booker T. & the M.G.’s. En este grupo tanto blancos como afroestadounidenses compartían el mismo canal artístico: Booker T. Jones, Al Jackson y Steve Potts, junto a Donald “Duck” Dunn, Steve Cropper y Lewie Steinberg.

Volviendo al primer punto, Paul Oscher comenzó a tocar la armónica a la edad de 12 años, con una marcada influencia de gente como: Little Walter, Sony Boy Williamson No. 2 y Junior Wells. Estuvo presente en la banda de Muddy Waters desde 1967 hasta 1972. Como ya cité, fue el primer músico caucásico en este grupo. Vivió en la casa de Muddy en el South Side de Chicago y también compartió el sótano con el pianista, Otis Spann. Tan solo contaba con 17 años cuando se lanzó a la aventura del blues en compañía de semejantes titanes.


Muddy Waters – Blow Wind Blow


Con el paso de los años también dominaría el piano, la guitarra eléctrica y la técnica del slide, muy parecida a la de McKinley Morganfield. Se animó a cantar y también a componer, con lo cual su carrera se diversificaría enormemente. Sus discos en solitario dan cuenta de esa versatilidad que fue una característica propia, durante mucho tiempo.

Para Scott Dirks, autor de la biografía de Little Walter, “Blues With A Feeling”, Paul Oscher -quien nació en Brooklyn, en 1950- tocaba blues de la vieja escuela sin sonar retro, tampoco se afanaba en copiar a nadie.

Su estilo es una síntesis profunda: “No solo canaliza el sonido de la guitarra de Muddy Waters y el piano de Otis Spann, también maneja tonos profundos y sentimentales muy cercanos a Big Walter Horton y es un excelente compositor en la tradición del blues clásico. Paul Oscher es único en su clase“.



Un buen ejemplo de la armónica llegadora de Oscher lo encontramos en el afamado disco “Live at Mr. Kelly”, grabado durante dos conciertos en junio de 1971 en uno de los mejores clubes de Chicago. Constituye una especie de “jugo de hits en vivo” para la marca Chess, con una banda cuyo sonido ya era supremo: Muddy Waters – voz, guitarra; Joe “Denim” armónica en tres piezas; Paul Oscher – armónica en el resto del álbum; Pinetop Perkins – piano; Sam Lawhorn y Pee Wee Madison – guitarras; Calvin Jones – bajo; y Willie Smith – batería.


Paul Oscher – Woodsongs


Paul Oscher abandonó este mundo el pasado 18 de abril, dejando tras de sí una legión de fieles admiradores que tomaron la armónica inspirados en su fuerte personalidad y estilo. Queda para la historia el momento de su contacto con el ‘Aguas Lodosas’. Como muchos jóvenes de su edad, Oscher visitaba los clubes nocturnos de Chicago para escuchar en vivo a los bluesistas que entonces gozaban de enorme popularidad, como: Jimmy Reed, John Lee Hooker, Lightnin’ Hopkins, Bobby Bland y T-Bone Walker.

En alguna ocasión, Muddy se presentó en el teatro Apolo, y Oscher logró llegar hasta los camerinos. Como todavía no empezaba la función, se acomodó en una escalera y empezó a tocar su armónica con gran ímpetu. Muddy lo escuchó casualmente y comenzaron a platicar. Horas después, cuando el show terminó, acompañó a la banda al hotel Theresa, y continuaron las pláticas y las notas que salían del pequeño instrumento. Entonces Waters anotó su número telefónico y después… lo que vino después, ya es historia.


Paul Oscher – Dirty Dealin’ Mama