McCartney 3, 2, 1
Fue a principios de los años 70, ¡sí hace ya 50 años!, cuando al ver la película de los Beatles, Let It Be, me llegó el encanto del gusto por la música. Don’t let me down, me cautivó; Let it be (el tema homónimo del film), me empezó a convencer, después de que su difusión en la radio, por cierto en muchas estaciones y a cada rato, me había empezado a causar cierto fastidio. Pero, For You Blue, One after 909, Long and winding road y Get back, entre las otras piezas del film, fueron contundentes para volar mi cabeza y cambiar definitivamente el rumbo de mi vida.
En el transcurso de estas cinco décadas he sido un fiel fanático del cuarteto de Liverpool, de todo su material discográfico, y material en video; en su gran variedad de versiones en single, ep, lp, casete, cd, beta, vhs, dvd, bluray y streaming. En fin, he seguido religiosamente todos los principales acontecimientos en su vida, muchos de estos de manera paralela a la mía y a mi pertinaz afición, como muchos saben, por mi género consentido: el blues. En esta nueva década, se ha venido anunciando el lanzamiento de Get Back, que bien será la versión renovada de aquella vieja Let It Be. La espero con el gusto y ansiedad de siempre.
Entre tanto, en esta era de las plataformas televisivas on line, particularmente en México a través de Star+, se ha lanzado a partir del pasado 22 de septiembre: McCartney 3, 2, 1; una serie documental de seis episodios, que trata de una conversación entre el legendario Paul McCartney y el famoso productor musical Rick Rubin, en la que se adentran en repasar los secretos de varias de las canciones de Paul en su época Beatle, con Wings y como solista, y por supuesto, algunas otras de sus compañeros de la genial banda. Todo esto en el marco de una mágica expectativa, ya que siempre que se publica algo de ellos, nos preguntamos, si todavía hay algo más que decir de todo lo que se ha dicho sobre su vida y obra.
Y sí, en cada uno de los seis capítulos de McCartney 3, 2, 1, he encontrado nuevas cosas y recordado con mucha emoción otras más. En mi caso, es como reafirmar que esa afición por la música durante tantos años de mi vida, y en especial de la música de los Beatles, han marcado la pauta en el mismo ritmo, y con la misma frecuencia, y que bien han valido la pena vivirlos así.
A lo largo de los seis episodios de media hora cada uno, lo que hace Rubin es llevar a Paul a hacer comentarios a través de canciones, muchas de ellas, en efecto, las más representativas de McCartney , como decía anteriormente, tanto con los Beatles, con Wings y como solista.
La lista de capítulos es:
1. Esas cosas te unen. Paul comparte historias de antaño, dando un nuevo enfoque a sus relaciones.
2. Las notas que se gustan. McCartney habla sobre su aproximación única a la composición musical.
3. ¡Las personas que amamos nos amaban! Paul paga tributo a artistas que influyeron en The Beatles.
4. Como profesores en un laboratorio. McCartney habla de experimentación musical y The Beatles rompiendo límites.
5. ¿No podrías tocar más derecho? Paul habla sobre encontrar su lugar en la banda y su evolución.
6. El largo y sinuoso camino. McCartney habla de su evolución musical, desde Lennon hasta ser solista.
Los temas y anécdotas que se van tratando y comentando a través de la serie, teniendo siempre como base la música, son presentadas como revelaciones, a pesar de que varias de ellas, ya las hemos conocido de antemano, pero resultan aquí con una nueva frescura, que hacen que de alguna manera la recomiende ampliamente, principalmente a todos los fans.
