Scott Hamilton & Duke Robillard
Scott Hamilton & Duke Robillard – Swingin’ Again (Blue Duchess/Shining Stone Records 2021)
Si nos tomamos un poco de tiempo para escuchar e imaginar, qué sonaba en la casa de dos de los músicos representativos del pequeño estado de Rhode Island en los Estados Unidos. Vamos a encontrar el swing que ha reunido al saxofonista tenor, Scott Hamilton, a lado del guitarrista, Duke Robillard. Juntos, evocan los tradicionales sonidos del jazz y nos recuerdan las épocas de las grandes orquestas, como la de: Duke Ellington, Count Basie o Benny Goodman, en su más reciente material: Swingin’ Again.
Un disco que nace el año pasado (2021), y reúne de nuevo a estos viejos amigos originarios de esa parte emblemática de Estados Unidos, que nos regala unas muy marcadas cuatro estaciones, y siendo Providence su capital. Como dato curioso, Providence, es la ciudad oriunda de uno de los escritores más prolíferos de terror, creador de un lenguaje y un libro que ha traspasado las leyendas, nos referimos a H.P. Lovecraft.
Pero, enfoquémonos en el disco, que es muy disfrutable para estas tardes cálidas acompañados de limonadas o por qué no, unas cervezas bien frías, para una taza de café mientras vemos llover, una caminata en una tarde de otoño o quizás departiendo en una reunión con amigos antes de Navidad.
Diez temas que en su mayoría son estándares de jazz y otras piezas con interpretaciones actualizadas y arregladas a ritmo de swing: 1) I Never Knew; 2) I’m Putting All My Eggs in One Basket; 3) Never Mind; 4) Steady Daddy; 5) All I Do is Dream of You; 6) Blue Lou; 7) Pennies from Heaven; 8) You Can Depend on Me; 9) Esquire Bounce; 10) One-O-Clock Jump.
Resalto temas como el track dos que se llama: I’m Putting All My Eggs in One Basket, que recuerda aquella interpretación de Fred Astaire para la película, Follow The Fleet. El saxofón inigualable de Scott Hamilton, se lleva todo el reconocimiento. Ágil, divertido, que nos hace ir al ritmo con los chasquidos de los dedos o con un movimiento involuntario de los pies. El contrabajo y la trompeta más que atinado y obvio, un swing de piano y el compás de la batería.
Otra increíble interpretación de este material es el, Pennies from Heaven, que me encanta como Hamilton lleva la melodía con su saxofón. Y por último, una versión del que fuera en algún momento rúbrica de la Orquesta de Count Basie, el famoso tema, One-O-Clock Jump. Esta última, una pieza con un toque divertido, incitador, que invita a bailar descalzos con tu pareja.
Quizás todo el álbum nos da para un año entero. Al escucharlo, hay piezas para oír en primavera como: Esquire Bounce, en verano podría ser: Blue Lou, para otoño, yo recomendaría: You Can Depend on Me, y para invierno, algo cálido como: Steady Daddy.
En este disco, el cielo, es el límite. En este álbum participan, Scott Hamilton en el saxofón tenor; Duke Robillard en la guitarra eléctrica; Bruce Bears en el piano; Mark Teixeira en la batería; Jon-Erik Kellso en la trompeta; Brad Hallen en el contrabajo; Tim Ray también en el piano; Sugar Ray Norcia: voz y coros; y Sunny Crownover: voz. Un maravilloso álbum para acompañar sus tardes de swing en casa.
Antes de terminar aprovecho para felicitar a mis amigos de Cultura Blues por un aniversario más, y ahora me siento contento de pertenecer a este maravilloso grupo de personas que realizan esta revista.
¡Venga un abrazo fuerte a todos… y que sean muchos años más!