El Blues Tuvo Un Hijo

The Black Keys: Dropout Boogie

Hace justo un año, en la edición de julio de 2021, hice la revisión del álbum, Delta Kream de The Black Keys, y de nuevo estoy aquí para comentarles acerca de su nueva producción discográfica, la undécima: Dropout Boogie.

En aquella ocasión introducía una breve semblanza de la banda y apuntaba su discografía. Hoy repito la información con algunas breves actualizaciones a continuación, a manera de repaso… The Black Keys, es una banda de rock blues estadounidense formada en Akron, Ohio, en el 2001; principalmente conformada, por Dan Auerbach: guitarra eléctrica y voz; y Patrick Carney: batería.

El dueto comenzó de manera independiente, grabando música en sótanos y autoproduciendo sus discos, antes de que finalmente emergieran como artistas de garage rock muy populares, durante una segunda ola del renacimiento del género en la década de 2000.

Particularmente, tuve la oportunidad de constatar su energía y calidad escénica, durante su presentación en el Foro Sol de la Ciudad de México, allá en octubre de 2012, cuando estuvieron como una de las bandas estelares en la tercera versión del festival Corona Capital.

Su discografía consta de 11 álbumes incluyendo esta nueva realización: The Big Come Up (2002); Thickfreakness (2003); Rubber Factory (2004); Magic Potion (2006); Attack & Release (2008); Brothers (2010); El Camino (2011); Turn Blue (2014); Let’s Rock (2019); Delta Kream (2021); y Dropout Boogie (2022).

The Black Keys: Dropout Boogie (Nonesuch 2022)

Este undécimo álbum, tiene muchas referencias al inmediato anterior: Delta Kream. Un disco en el que se dedicaban a revisar viejos clásicos de blues, sin más pretensión ni la exigencia de escribir un hit para entrar en las listas.

El ensayo les agradó seguramente tanto, que este nuevo suena a una continuación, solo que esta vez con temas propios: 1. Wild Child; 2. If I Ain’t Over; 3. For The Love of Money; 4. Your Team Is Looking Good; 5. Good Love; 6. How Long; 7. Burn the Damn Thing Down; 8. Happiness; 9. Baby I’m Coming Home; 10. Didn’t I Love You.

La canción rock blues de apertura, Wild Child, cuenta con un riff de guitarra principal pegajoso, un ritmo alegre y poderoso que engancha de inmediato. If I Ain’t Over, es otro rock que se mantiene en el estilo, con un coro gritón que destaca sobre el ritmo machacón y un potente bajo que también resalta a lo largo de la pieza.


The Black Keys – Wild Child


The Black Keys – If I Ain’t Over


For The Love of Money, una rola muy rítmica a manera de Hill Country Blues, en la que Auerbach, en partes, vuelve al falsete en su estilo de canto. Your Team Is Looking Good, la batería de Carney marca el nuevo rumbo de este buen rock blues, con un guiño en el riff de la guitarra al T. Rex de los años 70. En Good Love, un blues sucio, The Black Keys cuentan con la participación estelar de Billy F Gibbons en la guitarra, confirmando que son una extraordinaria banda de blues rock, con química para hacer cosas juntos y que suenan muy bien.

How Long, es una balada rock, que se convierte en algo relajante dentro de la obra. Burn the Damn Thing Down, un blues rock engañoso muy rítmico, que da sensación en partes de Jimmy Reed, pero en otras partes junto a los coros como si fuera una pieza eatle, aunque claro con los sonidos sucios de las guitarras. Happiness, es un rock blues pesado e hipnótico, que ciertamente confirma su estilo tan particular de enfrentar el género.

Baby I’m Coming Home, resulta ser una canción referencia al rock sureño de los Allman Brothers, potente y distintiva. Para el muy pronto gran final, Didn’t I Love You, donde continúan con algo de rock blues pesado y encantador. Definitivamente, The Black Keys, han vuelto a recuperar la buena química entre ellos sin estar pendientes de complacer a la industria, siendo conscientes del lugar que ocupan en el mundo de la música y de lo que son.