El Blues Tuvo Un Hijo

El último ídolo del Rock & Roll

El pasado 28 de octubre de 2022 en el Condado de DeSoto, Mississippi, murió Jerry Lee Lewis, y de ese modo finalizó la etapa del nacimiento y primer desarrollo del rock and roll.

Nació el 29 de septiembre de 1935 en Ferriday, Louisiana, en el seno de una familia humilde, en una pequeña granja que sus padres hipotecaron cuando descubrieron su especial talento para el piano y decidieron comprarle uno. Rodeado de una población mayoritariamente negra, su primera influencia musical fue el blues y más tarde el rhythm and blues, el góspel, el country y el boogie, con los que configuró su propio y peculiar estilo,

El día de su cumpleaños catorce actuó por primera vez en público en un espectáculo de la compañía de automóviles Ford, asombrando a sus paisanos con su particular interpretación de Drinkin Wine, Spoo-dee-o-dee, un viejo blues de Brownie McGhee, con una letra de fuerte contenido alcohólico. Era un talento rebelde y precoz en todo. A los dieciseis años se casó con una chica dos años más grande que él, algo que era inusual en aquellos tiempos en el Sur rural de los Estados Unidos y que resultó menos escandaloso que sus primeras grabaciones, un frenético boogie woogie New Orleans Boogie, y una balada country Don’t Stay Away.

Su madre lo envió a tocar música religiosa a una escuela en Waxahachie, Texas, en la que duró poco al ser expulsado por tocar la música del Señor a ritmo endiablado. La experiencia religiosa duró casi tan poco como su matrimonio, que acabó en divorcio un año después de la boda al dejar embarazada a Jane Mitchan, madre de su primer hijo. Por esa época toca en garitos del norte de Mississippi y el sur de Tennessee y sigue grabando temas country sin mayor repercusión.

Un buen día de 1956 cae en sus manos una revista que habla del nuevo descubrimiento musical, Elvis Presley, y se acerca a Sun Records, donde graba dos canciones: End of the Road, un tema propio, y Crazy Arms, una canción de la estrella country Ray Price. Entra a trabajar como músico de sesión, apoyando con su piano a otros artistas de la compañía y el 4 de diciembre de 1956 participa en la famosa sesión de ‘El cuarteto del billón de dólares’, una grabación casual de un jam session en la que aparte de Lewis, participaron Elvis Presley, Johnny Cash y Carl Perkins.

Al año siguiente, Jerry comienza a incrementar su fama con sencillos como Whole Lot of Shakin’ Goin On o Great Ball of Fire, su tema más famoso. Son los días locos y salvajes del inicio del rock and roll; las electrizantes actuaciones de Lewis, con sus patadas al taburete y sus golpes al piano, le convierten en ‘The Killer’. Participa ne la película Jamboree y en 1958 lanza High School Confidential, Down The Line y Breathless, un tema que se coloca en el número siete del Billboard.

Pero en el momento más deslumbrante de su carrera se descubre que se ha casado con una menor de trece años y que para colmo es su prima. El nuevo escándalo, que encara con absoluta insolencia, lo coloca fuera de las emisoras de radio y del negocio musical, lo que lo obliga a tocar en tugurios de mala muerte mientras intenta levantar cabeza con grabaciones como What I’d Say, un soul de Ray Charles o Cold, Cold Heart, un country de Hank Williams, grabados en 1961, o rocks ajenos como Sweet Little Sixteen, de Chuck Berry, o Good Golly Miss Molly, de Little Richard, ambas de 1962. El año en que fallece su hijo y entra en una temporada depresiva y drogadicta.

En 1963 acaba su contrato con Sun Records, se muda al sello Smash y emprende una larga gira por Europa que culmina con la grabación de un álbum en vivo, ‘Live, at The Star Club, Hamburg’. En 1965 graba ‘The Return of Rock’ un formidable álbum de versiones, y a finales de la década se pasa al country recobrando éxitos de ventas con temas como Too Make Love Sweeter For You, que llegó al número uno en 1969.

En los setenta su carrera sigue a la deriva, con graves problemas familiares, de salud y de adicción a las drogas. En 1987, en plena fiebre de recuperación del rock and roll, se estrena la película sobre su vida, ‘Great Balls of Fire!’, de Jim McBride, que le devuelve la popularidad y le permite regresar a los escenarios entre la admiración de una nueva generación de rockers. Fue uno de los primeros en ingresar en el salón de la Fama del Rock and Roll en 1986.

¡Descanse en Paz!

Fuente: “Rockabilly. Historia, cultura, artistas y álbumes fundamentales” de Manuel López Poy