Delmark Records

Big Time Sarah and the BTS Express

Capítulo 34: Big Time Sarah and the BTS Express – Blues In The Year One-D-One (Delmark DE 692 – 1996)

“Big Time” Sarah Streeter, una entusiasta vocalista y animadora dinámica, fue una de las artistas de blues contemporáneas más emprendedoras. Se mudó a Chicago desde Coldwater, Mississippi, cuando era niña, y cantó en los coros de góspel del South Side antes de debutar como vocalista de blues en el Morgan’s Lounge a los 14 años. Más tarde trabajó con Buddy Guy, Junior Wells y Sunnyland Slim. Un sencillo en el sello Airway de Slim ayudó a lanzar su carrera como solista. Big Time Sarah fue una artista destacada en muchos clubes del North Side a partir de finales de los 70 y apareció en varios festivales de blues.

Formó su propia banda, Big Time Express (BTS) en 1989 e hizo su debut en el sello Delmark con el disco, Lay It on ‘Em Girls, en 1993. Blues in the Year One-D-One llegó en 1996, seguido de A Million of You en 2001. Big Time Sarah murió de complicaciones cardíacas en un hogar de ancianos en el área de Chicago en 2015; ella tenía 62 años.

Comentemos en esta ocasión su extraordinario álbum, Blues in the Year One-D-One, que contiene 13 clásicos del blues como puede apreciarse en la lista de canciones: 01. Blues In The Year One-D-One; 02. Hound Dog; 03. Ain’t Nobody’s Business; 04. Woke Up This Morning; 05. Long Tall Daddy; 06. You Don’t Love Me Baby; 07. Cadillac Assembly Line; 08. Steal Away; 09. Chicken Heads; 10. Down Home Blues; 11. Bouncin’ and Breakin’; 12. Little Red Rooster       ; 13. I Don’t Want No Man. Los músicos en la grabación son: Big Time Sarah: voz; Emery Williams: guitarra; Rodney Brown: sax, coros; Tony Llorens: piano; Bill Hargrave: bajo; Ricky Nelson: batería, coros; y Kevin Bibbs: coros.

Este CD está dedicado a Emery Williams, quien falleció durante la producción de la grabación. Parte de las notas en el disco decían: “Big Time tiene algo en común con la Torre Sears (ahora Torre Willis) de Chicago, y no tiene nada que ver con sus atributos físicos. Así como los habitantes de Chicago, hastiados desde hace mucho tiempo, rara vez miran con asombro uno de los edificios más altos del mundo, parece que la frecuencia con la que se puede escuchar a Big Time Sarah en los principales clubes de blues de Chicago ha llevado a que su talento de clase mundial sea ocasionalmente pasado por alto.

Como elemento fijo en el panorama del blues de Chicago durante casi tres décadas, su poder de permanencia la ha convertido en una institución suficiente para que los lugareños puedan ser perdonados por menospreciarla sin darse cuenta. Sarah ha aparecido regularmente en los clubes de blues del lado norte casi tanto tiempo como ha habido clubes de blues en esa zona, tal vez el hecho de que también haya trabajado como camarera ocasional (y portera) en el club B.L.U.E.S en North Halsted tiene algo que ver con esa miopía.

Pero cuando se unía a la banda que tocaba en el escenario a menudo la de su mentor, el patriarca del blues de Chicago, Sunnyland Slim, cantando uno o dos versos con voz ronca desde detrás de la barra, recordábamos una vez más que Big Time Sarah era una fuerza para tener en cuenta, y no puede ser ignorada. Y fuera de su ciudad natal, su formidable presencia rara vez pasa desapercibida, el espectáculo de blues de Big Time Sarah en otra ciudad es como construir un rascacielos en medio de un campo de maíz. Es un gran problema, y la gente se sienta y se da cuenta. ¡Y la gente ha estado prestando atención! Sarah se ha labrado una sólida reputación en todo el mundo con giras regulares en los Estados Unidos y en el extranjero desde finales de la década de 1970”.

El disco inicia con el tema principal, Blues in The Year One-D-One, un delicioso tema al puro estilo del Chicago blues. Hound Dog, con este rhythm and blues tradicional se hace escuchar potente, muy cercano al ritmo tan conocido llamado rock and roll. En Ain’t Nobody’s Business, hace una gran interpretación de un blues lento con todas las de la ley. Woke Up This Morning, otra versión sensacional, que va tomando forma para considerarse esta una grabación esencial para los fanáticos del “verdadero” blues. Long Tall Daddy, otro gran blues, fresco y limpio con una interesante introducción del guitarrista, Emery Williams.



You Don’t Love Me Baby, un riff conocido y reconocido, hace la diversión total en la pista en turno, con la adición de la sección de metales. Cadillac Assembly Line, es un tema no tan conocido con un ritmo muy funky, que trae notas frescas y que al igual se disfrutan. Steal Away, una balada blues de las favoritas del gran Jimmy Johnson, que apenas revisábamos en el capítulo anterior, aquí con otra extraordinaria versión. Chicken Heads, el funk reaparece para deleitarnos indudablemente.

Down Home Blues, un gran blues se despliega después de un fallido inicio intencional de rumba. Bouncin’ and Breakin’, el ritmazo del Woke Up This Morning, aparece al principio de este tema instrumental de lucimiento de la banda, para girar hacia un agradable swing, y después repetir la dosis. Con Little Red Rooster, el blues tradicional pasa lista de presente. Al final, I Don’t Want No Man, consigue dejar con ganas de más blues, después de una hora de música sensacional.