Huella Azul

Entrevista con Sugar Mercy

Desde Madrid: entrevista con Sugar Mercy

¿Cómo se autodefine Sugar Mercy? 

Sugar: Quiero ser transmisora de emociones a través del Blues. No busco el aplauso fácil ni las alabanzas acerca de mis aptitudes vocales. Pero sí me llega, que alguien me diga que se le ha puesto la piel erizada o que se ha emocionado escuchándome cantar una canción.

¿Qué significa el Blues para ti?

Sugar: El Blues no es solo un género musical afroamericano. Es una forma de vivir, de actitud hacia la vida y de ser; que ha transcendido a lo universal del sentimiento humano. Hay muchas formas de expresar dichos sentimientos; para mí es a través del Blues.

¿Desde cuándo y cómo llegó la música y el Blues a tu vida?

Sugar: La música llega desde muy pequeña a través de mi madre, cantaora sevillana de flamenco y copla en su juventud, y que no pudo desarrollar su carrera artística por los prejuicios de la época y sobre todo por la oposición de mis abuelos.

Aunque ella nunca nos ha impuesto un género musical en concreto. En mi casa se escuchaba los sonidos del rock progresivo, del pop, jazz, de cantautores hispanoamericanos (mis hermanas mayores me llevan diez años y en su adolescencia, a finales de los sesenta y en los setenta era la música que más se escuchaba en casa), e incluso música clásica. También por influencia de las creencias religiosas de mi madre, que era luterana, los himnos de iglesia, muy semejantes a lo que se escucha en América, y más abiertos a expresar los sentimientos hacia afuera que en la liturgia católica.

Yo no sigo en la iglesia desde hace muchos años; pero sí que te influye evidentemente. Mi adolescencia estuvo marcada por el pop evidentemente; pero también escuchaba a Deep Purple, Pink Floyd, y Supertramp. Empecé entonces a interesarme por el jazz escuchando a Ella Fitzgerald. Es mi mayor referente.

He de decir que no soy cantante desde pequeña. No pasé la selección para el conservatorio. Tenía siete años y no vieron en mí una candidata. Por lo que mis inquietudes creativas se acercaron más al teatro. En cuanto al Blues, llegó a mí hace unos siete años y se ha atrincherado en mi alma para quedarse conmigo para siempre. Fui a una muestra de la escuela de Blues de Madrid y descubrí que era lo que quería cantar y lo que quería escribir.

¿Cuáles son tus principales influencias en tu estilo de canto?

Sugar: Para bien o para mal, no imito ni intento parecerme a nadie. Habrá rasgos de intérpretes de Blues que hayan influenciado en mi voz, pero creo que soy muy auténtica cuando canto, muy Sugar Mercy. Cuando empecé a estudiar Blues y a sus intérpretes, me interesé por escuchar a las Damas del Blues de principios del siglo XX: Ma Rainey, Mamie Smith, Bessie Smith, Alberta Hunter, Lucille Bogan.

Todas esas intérpretes y compositoras que llevaron al vodevil el Blues, con tanta intención, teatralidad y con voces lastimosas que emocionaban tanto al público. Después Big Mama Thornton, Billie Holiday, Ruth Brown, Koko Taylor, Janis Joplin, Etta James, Candye Kane… de todas aprendo. En cuanto a intérpretes masculinos, el que más me apasiona es sin duda, Howlin’ Wolf, que incorpora sonidos del Delta al Chicago Blues.

¿Cómo ha sido tu trayectoria desde que empezaste en la música?  

Sugar: Hace unos catorce años me integré en un coro adulto, y fui alumna de canto lírico y solfeo durante cinco años en la Escuela de Música del municipio donde vivo. Tengo que decir que el educarte la voz y adquirir técnica en canto clásico, es una base fundamental para poder desarrollar después otros estilos. Por lo menos a mí me ayudó mucho. Después fui alumna de la escuela de Blues de Madrid durante un año y medio, aproximadamente, donde aprendí técnica vocal moderna a la par que asistía a cursos monográficos de góspel, soul y música afroamericana en diferentes academias de música de Madrid.

Las letras que aporto a Blackcat Haulers, también satisfacen mi creatividad artística casi tanto como cantar. Y después desarrollarlas compositivamente todos juntos es muy gratificante como música. Mi trayectoria es muy corta como veis. Blackcat Haulers es mi primera banda; aunque he colaborado con otros músicos. Creo que he trabajado mucho para llegar a donde estoy y que todavía me queda muchísimo que hacer y aprender. Y no sé dónde llegaré, pero a estas alturas de mi vida creo que lo que me importa, es que es la primera vez que consigo profesionalmente alcanzar el sueño que me propuse. ¡Además, grabamos un disco! Para una cantante novata como yo, es más de lo que podía imaginarme.

¿Desde cuándo y cómo nace la banda Blackcat Haulers?

Sugar: Blackcat Haulers nace en el 2018, cuando nos juntamos varios alumnos de la Escuela de Blues de Madrid y decidimos montar nuestra propia banda. Al poco tiempo, entra Luismi “El Diablo” (armónica), que no era alumno de la escuela y venía de tocar en una banda de rock-blues, y entonces queda cerrada la formación definitiva, a la que se incorpora hace un año, Manu Tapia como guitarrista.

Al principio ensayábamos diferentes temas clásicos de Blues, algunos que habíamos aprendido a tocar en la escuela y otros que nos gustaban. El punto de inflexión llegó cuando comenzamos a crear y desarrollar nuestros propios temas.



¿Quiénes son los integrantes de Blackcat Haulers?

Sugar: Somos una banda grande de siete componentes. La base rítmica la componen, Felo Aracil (bajo) y Laura García (batería), que tiene una carrera artística muy amplia. Llegó a girar por el mundo incluso con Mayumaná. Aunque parezca increíble, ¡tenemos tres guitarristas! Pablo Navajo, Ulises “Sumlin” Delgado y, de más reciente incorporación, Manu Tapia. Los tres congenian musicalmente y logran crear una base armónica que fluye muy bien y en la que todas las guitarras aportan. A la armónica tenemos a Luismi “El Diablo” Méndez, que da a nuestro sonido todo el calor del Blues. Y luego estoy yo, Sugar Mercy.

¿Cómo se define el estilo y repertorio de Blackcat Haulers?

Sugar: Creo que nuestro estilo es bastante ecléctico. Posiblemente, el género que más influye directamente en nuestro repertorio es el Blues de Chicago. Interpretamos muchos temas de Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Koko Taylor. Pero nuestros bienes más preciados son, sin duda, nuestros temas propios.

Estos tienen mucho de Chicago (Blue Nails o El Blues de Mauricia, son claros ejemplos), pero también hay boogie (Camino en un Blues), slow con tintes souleros que te pueden recordar a Etta James (Welcome to the Blues) e incluso algo de Nueva Orleans (The Boogieman Blues). En cuanto a las letras, componemos no solo en inglés, sino también en español, y esto es muy importante para nosotros. Estamos bastante orgullosos de nuestras letras en español, ya que creemos que se adaptan muy bien a nuestro estilo y al género que tocamos.

Platícanos de su álbum: “No Return River”, ¿qué encontramos en él?

Sugar: Pues, como nosotros, es un álbum ecléctico, pero con bastante coherencia interna y mucha creatividad.

Lleva el nombre de uno de nuestros temas propios: No Return River (Manrique’s Blues), que fue la primera canción de la que estuvimos bastante orgullosos, y con letra en español. Es toda una declaración de intenciones, porque el álbum está compuesto en su mayoría por temas propios, muchos de ellos en español, pero también en inglés.

Tratamos de buscar un sonido propio y creo que lo logramos, sin que el álbum deje de tener claramente unas influencias muy marcadas. Además de los temas propios, rendimos homenaje a algunos de nuestros “héroes”: hay una versión del I’m a King Bee de Slim Harpo (que yo, claro, canto como I’m a Queen Bee”, uno de los primeros temas que comenzamos a ensayar juntos; o una versión del Evil de Howlin’ Wolf que decidimos hacer en acústico y a dúo (Ulises y yo, que toca aquí una guitarra dobro con el slide), y que tiene un sonido muy al estilo de Son House, porque de alguna manera queríamos incluir también algo de Blues rural, que nos gusta mucho.

Además, mis compañeros me convencieron para que me atreviese con una versión a capela del How Long. En definitiva, diría que el disco es muy personal, refleja lo que para nosotros es el Blues. Además, tengo que mencionar que el álbum, en cuanto al formato físico, es también muy original. Contamos con la suerte de que Marina Iborra, una artista alicantina increíble, colaborase con nosotros al diseñar tanto la portada, como el dibujo interior del disco. Ambos son muy coloridos y reflejan esa dinámica tan característica del Blues y que nosotros tratamos de plasmar en el álbum, en la tristeza (el Blues) podemos encontrar la alegría.

Si hubiera que escoger un tema del disco para lanzarlo como un hit, ¿cuál sería tu preferido?

Sugar: Es muy difícil escoger un tema. Todos son muy especiales para nosotros. Voy a decir Blue Nails, no porque sea mejor que otros, desde luego, pero sí porque es uno de los dos temas que lanzamos como singles previo al lanzamiento del disco (junto con Welcome to the Blues). Blue Nails es un tema bastante autobiográfico y cuenta en primera persona la historia de una mujer muy tímida que, una vez que se sube al escenario, da lo mejor de sí misma. El Blues se apodera de ella. Este tema es puro Blues de Chicago y creo que musicalmente camina muy bien. Las guitarras y la armónica se complementan muy bien aquí.

¿Puedes compartirnos un vídeo de alguno de los temas en el disco?

Sugar: Después de lanzar el álbum, tuvimos la inmensa suerte de poder grabar un videoclip profesional con Nico Recover que creo que quedó bastante bien. Es el videoclip del No Return River (Manrique’s Blues), el tema que da nombre al álbum. Está en nuestro canal de YouTube, donde hay también directos de otros temas.



¿Tienes alguna anécdota surgida durante la realización del disco que te gustaría compartirnos?

Sugar: ¡Uf! Lo pasamos muy bien durante la grabación y, además, como fue nuestra primera experiencia en estudio, estuvimos bastante nerviosos, sobre todo al principio. Pues mira, el día que grabamos con los invitados vino un quinteto de vientos maravilloso de la Big band de Vallecas a grabar en The Boogieman Blues.

El tema en general había salido redondo. De hecho, lo grabamos en tan solo dos tomas, las dos buenas, y eso que era el tema con el que nos notábamos más inseguros por ser más complejo musicalmente. Pero había una parte que no nos terminaba de convencer puede parecer una tontería, pero son tres simples notas que se repiten durante la canción, y sentíamos que no tenían suficiente fuerza.

Bueno, pues esas tres notas nos tuvieron hasta las tantas de la noche en el estudio, discutiendo qué podíamos hacer, quitarlas, añadir guitarras… Y al final decidimos apostar por una opción en la que no teníamos ninguna fe, y que fue una sugerencia de Javier Ortiz, el ingeniero de sonido, añadir un órgano. Montamos un órgano Yamaha, lo conectamos a un altavoz Leslie maravilloso y Ulises (que en ese tema había tocado el piano), tocó esas tres notas.

Sorprendentemente, a todos nos gustó cómo quedó el resultado, y así fue como resolvimos un problema minúsculo que nos había traído de cabeza todo el día, con la solución menos esperada. Y todo por tres notas.

¿Cómo quisieras que tu música afecte emocionalmente al público?

Sugar: Como dije anteriormente, pretendemos emocionar, transmitir. Creo que es el mejor reconocimiento que un músico puede tener.

¿Cuál sería una de las lecciones más importantes que has aprendido de tu experiencia en la música?

Sugar: Que el talento sin trabajo y estudio constante no significa nada, y que como cantante necesito una gran complicidad y comunicación con los músicos que en ese momento estén conmigo en un escenario. Cada uno somos las piezas de un todo. Sin divismos. Así se disfruta mucho más de la música. El Blues es muy dado a colaboraciones externas al grupo; entonces es importante, por el bien del tema que estés interpretando, una buena conexión. Es buen estudio de campo escuchando a nuevos músicos; tocando en jams con gente distinta, con la que acostumbras a tocar.

¿Qué dirías que caracteriza la escena del Blues en España, y en particular en Madrid? 

Sugar: Creo que en España tenemos una escena del Blues muy fructífera, con grandes artistas y festivales. Hay músicos excelentes que tienen, además, una trayectoria internacional notable: Lluís Coloma, Quique Gómez, Mingo Balaguer, Adrián Costa. Concretamente en Madrid, tenemos ya una historia larga con el Blues y hay sitios emblemáticos, como la Coquette, con décadas a sus espaldas dando Blues.

Creo que en Madrid son un poco más “rockeros” y menos puritanos, en el sentido de que les gusta alejarse un poco más del Blues más canónico, aunque encuentras de todo. Y, aunque con menos presencia en general en la escena del Blues en España, es notable que hay gente que, como nosotros, apuesta por el Blues en español. Fede Aguado es el ejemplo más notable, un referente.



Platícanos un poco acerca de tus proyectos a corto y mediano plazo.

Sugar: Ahora mismo estamos inmersos en la presentación de nuestro álbum, con fechas en distintas salas de Madrid, aunque también estamos intentando movernos fuera. Hace poco, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de dar un concierto en Valladolid, donde lo pasamos genial y tuvimos la suerte de dar a conocer nuestra música a un público nuevo. Pero también somos muy creativos y ya estamos sentando las bases para quizá, presentar algunos temas nuevos la próxima temporada. Aunque nuestro proyecto a largo plazo es, sin duda, seguir tocando Blues.

¿Dónde podemos saber más de ti y de la banda?

Sugar: Los que estén interesados pueden saber más de todos nosotros en nuestros perfiles en redes sociales. Estamos en Instagram y Facebook como Blackcat Haulers, y ahí hay fotos y vídeos de nuestros conciertos. También ahí actualizamos la información sobre nuestros conciertos y actividades. Tenemos un canal de YouTube que ahora mismo estamos actualizando.

Aquí les dejo los enlaces:

Instagram: https://www.instagram.com/blackcathaulers/

Facebook: https://www.facebook.com/BlackcatHaulers

YouTube: https://www.youtube.com/@blackcathaulers_Bluesband

¿Algo más que quisieras agregar?

Sugar: Deseo darle las gracias a Cultura Blues por esta maravillosa oportunidad, para que podamos darnos a conocer un poquito más en la escena del Blues. Para las bandas “incipientes” como nosotros, estas cosas son muy importantes. Todo lo que hacemos es desde nuestra pasión por el Blues, y espero que podamos transmitir eso a la gente que escuche nuestra música.

Muchísimas gracias. ¡Salud y Blues!