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Carlos. La Historia de Santana

Apenas el pasado domingo 24 de septiembre, había tenido la oportunidad de ver actuar a Carlos Santana y a su banda como acto final en el prestigioso ‘Eric Clapton’s Crossroad Guitar Festival’ realizado en Los Ángeles, California. Todo un agasajo de presentación que tuvo momentos emotivos e inolvidables. El lucimiento personal del extraordinario guitarrista se diluyó por momentos por la magnífica actuación de su banda y de los invitados especiales: John McLaughlin y del anfitrión de la tarde-noche: Eric Clapton.

Con este antecedente tan fresco, asistí a una sala cinematográfica, ya en la Ciudad de México, tres días después, el miércoles 27 de septiembre para disfrutar en estreno mundial del documental: ‘Carlos. La Historia de Santana’.

Por cierto, mi historia personal en relación con la banda Santana, inició a finales de 1969 o principios de 1970 cuando cursaba el primer año de secundaria. En la banca de atrás, un compañero extremadamente serio y apartado, golpeaba constantemente el pupitre con un ritmo que poco después reconocí, se trataba de los compases de Jingo, aquella pieza con percusiones que había aparecido en el álbum debut homónimo de la banda de San Francisco.

David Colín era su nombre, un entrañable amigo, casi un hermano. A partir de ese encuentro, vivimos muchas aventuras, tanto personales, familiares como musicales. Fue el baterista de la primera banda en la que participé a mediados de los años 70: Super Lazy Blues Band, y bueno, también en la segunda, Los Buitres, en donde el repertorio principal era The Beatles, pero también tocábamos diversos hits de moda; entre ellos un versión muy atinada de Samba Pa’ Ti, yo tocaba la guitarra rítmica en aquellos tiempos. Poco después, vimos en el cine Internacional, la película: Woodstock, en donde Santana tuvo una participación memorable.

Los caminos de la vida nos llevaron por diferentes rutas, pero siempre manteníamos una constante comunicación. Hace un par de años, dejó de comunicarse, lo busqué y no hubo repuesta… por un mensaje en Facebook me enteré de que había fallecido en la época de la pandemia. Fue un momento sumamente triste en mi vida.

Ya en mi nueva época como músico, con Rhino Bluesband teníamos en nuestro repertorio, Black Magic Woman. Phil Daniels, líder, guitarrista y cantante de la banda, la interpretaba magistralmente al estilo de Peter Green, sin embargo, mi participación en el órgano siempre fue orientada al estilo de Santana, y entonces resultaba una versión con un toque de cierta originalidad.

‘Carlos. La Historia de Santana’, es un documental muy bueno e íntimo realizado por el director Rudy Valdez, que comienza con el propio Carlos Santana formulando una pregunta… “¿Crees en la magia?”. Y a partir de ahí se desprende una aventura musical que va desde sus años de formación en Tijuana, México, su formidable actuación en Woodstock, sus incesantes e innumerables giras y su inmersión en la espiritualidad, culminando con su multipremiado álbum “Supernatural” de 1999.

En relación a sus primeros años, vemos a un joven Santana crecer tocando el violín, al igual que su padre en un mariachi, y con una madre audaz, al tiempo que lo hipnotizaba el blues-rock de Ray Charles, B.B. King y Little Richard. Gusto musical que se fue forjando después de seguir durante algunos años a Javier Bátiz y sus TJ’s.

En su aventura por los Estados Unidos, Carlos Santana hacía tortillas en un restaurante en San Francisco a fines de la década de 1960 e iba impulsado por sus amigos al Fillmore para escuchar a Grateful Dead y Country Joe and the Fish; entre muchos de los grupos que pasaban por el icónico lugar.

Después de que lo descubrió tratando de colarse en el legendario foro sin pagar entrada, el empresario Bill Graham, lo invitó a pasar y le dio oportunidad de oirlo tocar, en ese momento se encontraba preparándose para una presentación nada menos que Mike Bloomfield, quien le prestó su guitarra para la audición. Graham quedó tan impresionado que lo invitó a tocar en el lugar e incluso a abrir para algunas agrupaciones y artistas como: The Who, Steve Miller y Howlin’ Wolf.

Su histórica presentación en el legendario festival Woodstock, fue impulsada por el empresario, prepárandolos a conciencia en otros eventos de menor a mayor envergadura, para que al final estuvieran listos a enfrentar la magnitud del festival. Después vino su álbum debut, la fama y el duro trabajo de las giras. Hasta que en 1972 con la publicación de su álbum: Caravanserai, también comenzó su incursión en la espiritualidad.

El documental transcurre entre escenas de archivo con presentaciones, grabaciones caseras, entrevistas y más pasajes que van ilustrando la vida del músico, él mismo le da curso al ritmo del film, hasta llegar a momentos importantísimos en su carrera musical. A su incursión al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1998 y a la publicación de su álbum “Supernatural” en 1999, que obtuvo 9 premios Grammy.

En resumen, es una película que muestra lo que un buen músico con objetivos claros, metas definidas y mucha dedicación, puede llegar a alcanzar en una difícil misión, en un mundo lleno de obstáculos, de prejuicios, y demás bellezas que inundan la industria musical…

¡Bravo por Carlos Santana! No dejen de ver su película…