Huella Azul

Entrevista con Benito De la Vega

Benito De la Vega es el líder y guitarrista fundador de la banda de rock blues: Mister Child, con sede en el estado de México.

¿Cuál sería tu auto descripción como persona y como músico?

Benito: Apasionado, enérgico, soñador, explosivo, analítico, perfeccionista, obstinado y radical. Me esfuerzo para equilibrar todos esos aspectos, pues aunque pueden ser muy útiles, también pueden ser muy negativos. Ahí la llevo.

¿De dónde viene a tu vida la música?, ¿el blues y el rock?

Benito: Lo recuerdo perfecto, en el salón de clases de preescolar. La maestra puso “El ratón vaquero” del gran Cri-Cri. Y apenas comenzó la poderosísima introducción tipo country norteamericano, perdí la razón. Era como si todas las notas explotaran en cada una de mis células. Comencé a correr y bailar como un loco por todo el salón. La maestra trababa de detenerme, pero yo estaba fuera de control. Desde ese momento, la música se convirtió en una de las cosas más importantes en mi vida.

En cuanto al blues, fue como a los 12 años. Había escuchado, no sé dónde y sin querer, una o dos canciones de blues, sin saber siquiera que esos fascinantes sonidos se llamaban blues. Un día tomé la guitarra acústica de mi papá, y después de unas horas descubrí cómo tocar el acompañamiento básico del blues: ese de quintas con sextas. Recuerdo que estuve varias semanas tocando solo eso, totalmente hipnotizado por ese sonido. A partir de ese día, el blues ocupó su trono en mi alma junto al Ratón Vaquero, y decidí inscribirme a clases de guitarra. Y en cuanto al rock, lo que siempre me prendió macizo fue la onda Rolling Stones, AC/DC, Led Zeppelin, ZZ Top, KISS, The Allman Brothers, Foghat, Georgia Satelites, Edgar Winter, Lynyrd Skynyrd, etc.

Aunque también disfruto mucho la mayoría de los géneros musicales, desde Bach hasta Sepultura. Para mí, toda la música es una misma cosa, solo que presentada con distinta envoltura y actitud.

¿Qué significa el blues para Benito?

Benito: El blues es el papá de los pollitos. Es mi brújula. El blues me acepta y me da, sin importar que yo tenga otros amoríos musicales. Es todo el dolor y alegría del mundo al mismo tiempo. Es mi hogar.

¿Cuáles son los instrumentos que tocas?, ¿cuál de ellos es tu preferido?

Benito: Toco profesionalmente batería y guitarra. Pero me defiendo bien en el bajo, percusiones afrocubanas, y armónica. Y como aficionado le entro a la trompeta, el sax y el piano. Me hubiera gustado ser un buen cantante. Y aquí es dónde para mí es muy claro que la música es una misma cosa.

Por ejemplo, cuando toco la batería, muchas veces lo hago con el feel o fraseos que haría si estuviera tocando la trompeta o el sax. O cuando toco la guitarra, recurro a grooves y beats muy baterísticos en mi mano derecha. O cuando pito la trompeta, de pronto me doy cuenta de que estoy usando recursos musicales típicos del bajo.

Obviamente todo eso de manera inconsciente, hasta que me descubro haciendo esas “migraciones”. Ese es un aspecto muy chido de saber tocar varios instrumentos, es decir, adquieres una musicalidad muy sólida y profunda. Aunque la contracara es que difícilmente logras adquirir un nivel técnico 100% competitivo en ninguno de los instrumentos, porque una vida no alcanzaría para lograrlo en todos los instrumentos.

¿De dónde viene tu impulso creativo?

Benito: Creo que soy creativo en varias áreas de mi vida, pero no sé de donde venga eso. Recuerdo que desde niño he tenido facilidad natural para la música y la creatividad en general. Pero también pienso que la creatividad es consecuencia de cuestionar lo existente y rebelarse. Creo que el hábito de cuestionar hasta lo incuestionable y buscarle tres pies al gato, muestra siempre nuevos caminos y posibilidades de realidad.

Por otra parte, supongo que en el proceso creativo existen también causas afectivas y emocionales que, al menos en mi caso, generan la necesidad de comunicarme y exhibir mis ideas ante el mundo. Y creo también que existen otros impulsos para la creatividad, como la información cultural con que cuentes, las circunstancias apropiadas para dedicarte a la labor creativa, o qué tan agudo es tu instinto explorador.

Además, en cuanto a los temas concretos que me inspiran para componer canciones, recurro siempre a los mismos que todo el mundo: amor, despecho, reflexión, protesta, diversión y cotorreo, etc. Pero trato de buscar siempre un nuevo ángulo o perspectiva desde el cual abordar y comunicar esos temas. Yo creo que lo importante es lograr canciones honestas, pues solo así son creíbles y conectan con la gente. Parece poco y fácil, pero no es tan común ni sencillo lograr eso. Y creo que todos debemos intentar siempre ser auténticos en nuestra labor creativa, en cualquier oficio o actividad, por más rutinaria y reglamentada que parezca.

¿Cuál sería una descripción breve de tu trayectoria en la música?

Benito: De los 10 a los 17 años, participé como baterista y percusionista en la Banda Sinfónica de Colonos de Ciudad Satélite, bajo la batuta del maestro Salvador Márquez Salcedo, y con la dirección de percusiones del maestro Óscar Martínez Hurtado. Tocábamos por nota, material tan variado desde Agustín Lara o la Marcha de Zacatecas, hasta Mozart, Ravel y Dvorak. Esta banda tenía también una división de alumnos principiantes a intermedios (la banda chica) en la que también estuve un par de años como trompetista.

A los 11 años formé mi primer banda junto con mis primos, y tocamos en algunos festivales escolares. A partir de entonces, formé y dirigí diversas bandas (blues, rock, funk, pop latino, covers) presentándonos en festivales locales, eventos privados y escolares. A los 27 me fui a Rumania con mi guitarra al hombro. Ahí compuse una canción que el productor Nicu Alifantis impulsó como sencillo, y sonó en el radio, tv. Tuve algunas giras por allá como cantautor (guitarra y voz), cantando música latina.

A los 28 regresé a México y formé varias bandas de música original (pop latino, rock, blues, jazz, covers, funk, afrocubano) tocando en festivales, centros culturales, eventos privados. Ese mismo año fundé mi ‘Academia de Música La Araña’, misma que hasta la fecha sigue sembrando semillas de música en los chavales de la zona Satélite.

De los 35 a los 50 años me he dedicado principalmente a la dirección musical de big bands y otros ensambles; composición y producción musical; músico de sesión; y también al hueso.

¿Cuáles son los proyectos musicales actuales en los que participas?

Benito: Desde hace algunos años dirijo ‘La Araña Funky’, integrada por adultos aficionados. Los martes en la noche llegan a La Araña después de laborar en sus correspondientes profesiones, se aflojan la corbata, y a gozar. Traemos base rítmica y sección de metales. Tocamos material de Peter Gabriel, Aretha Franklin, U2, Tina Turner, Phil Colins, Beatles, Bruno Mars, etc. Además de dirigir musicalmente y coordinar la organización, en esta banda toco la trompeta.

Por otra parte, desde hace un año, produzco y dirijo la banda de mis sueños: Mister Child, en la que toco también la guitarra. Y paralelamente a mi labor como músico, continúo dirigiendo y coordinando el buen funcionamiento de La Araña.

¿Cómo surge la banda Mister Child?

Benito: En el 2022 me invitaron a participar como guitarrista en una banda de blues. Y desde el primer ensayo, mi mente voló y voló, imaginando la banda de mis sueños, y visualizando la manera de formarla y llevarla lo más arriba y lejos posible. No pasaron ni dos meses cuando mi personalidad controladora y obstinada, me llevó a formar desde cero una banda orientada a aquello que visualicé desde un principio. Fue como un mandato que ni yo mismo he podido resistir.

Como si de pronto toda mi experiencia profesional y mi energía se hubieran concentrado en un punto concreto, explicándome el porqué y el cómo de mi misión y visión como artista. Como una especie de revelación. A partir de ahí, he dedicado un año a la estructuración de la banda (integrantes, composición, repertorio, arreglos, imagen, plan de desarrollo, financiamiento, legal, etc), y en este momento estamos comenzando nuestra exposición y visibilidad mediante las redes sociales y las presentaciones en público.

¿Quiénes integran Mister Child?

Benito: Me siento muy dichoso y afortunado de estar rodeado de talentosísimos músicos, en orden de integración: Guitarra: Emiliano Zamora (alumno de La Araña); Voz: Aída Rodríguez (alumna de La Araña); Batería: Fabrizio Becerra (exalumno de La Araña), actualmente profesor de batería y músico profesional; Voz: Ave Reyes, cantante profesional y maestra de canto. Guitarra: Yo. Actualmente el bajo, sax, trompeta y trombón están cubiertos con músicos de sesión.



¿Cómo describirías el estilo y filosofía musical de Mister Child?

Benito: El estilo musical es Blues Rock Implacable, con filtraciones de soul, funk, country, pop, y hasta rancheras.Los principios que orientan a Mister Child son: hacer las cosas con la mayor calidad posible. Autenticidad y congruencia. Divertirnos y gozar la experiencia. Visualizarnos desde ahora como una banda de primer nivel internacional. La banda está organizada como empresa, con planeación y objetivos estratégicos, estructuración legal y contable, plan de marketing, management artístico, producción musical y artística. Es muchísimo trabajo, pero es necesario para fundamentar un cimiento sólido, y una proyección clara hacia donde Mister Child quiere llegar.

¿Cómo deseas que tu música afecte al público?

Benito: Creo que Mister Child suena lo suficientemente fresco, poderoso y magnético, como para que las nuevas generaciones aprecien y disfruten el valor de la música orgánica, real, hecha y tocada por músicos.

Por ejemplo, Emiliano (guitarra) y Aída (voz), tienen 18 años, y están muy clavados con lo que hacemos y cómo suena la música con raíces afroamericanas. Creo que así como en ellos, también podemos resonar en muchos otros jóvenes, pues las canciones, el show y la producción, están muy prendidos.

Por otra parte, también confiamos en que por definición Mister Child, puede gustar a adultos y chavorucos con pasado y gustos rockerones. La verdad es que, además de haber considerado todo esto en nuestro plan de desarrollo, lo cierto es que Mister Child se concentra en ser auténtico y con la mejor calidad posible, dejando que la música se acomode solita en el sector que deba ser. Pero en todo caso, Mister Child quiere influenciar positivamente a las personas en lo cultural y emocional, con un estándar de producción musical y artística de buen nivel.

También, le echo muchas ganas a la composición de las letras, para aportar canciones con valor estético. Y lo mismo con los arreglos musicales, show y todo lo demás. Quiero que Mister Child genere momentos gozosos, enriquecedores y entretenidos.

Hace un par de semanas se presentó en las instalaciones de La Araña un vecino de la colonia, adulto, y me preguntó por la banda que estuvo ensayando el sábado anterior. Le platiqué que era Mister Child, y me comentó que le había gustado tanto al escucharnos desde la calle que hasta nos aplaudió cuando terminó la canción. Lamenté no haberlo escuchado en ese momento, y me dijo que siguió su camino, feliz, tarareando la canción que escuchó de nuestro ensayo. Eso es el objetivo: resonar en las personas. Esto lo platiqué después a la banda y todos se sintieron también muy felices.

¿En cuáles grabaciones has contribuido y con quién?

Benito: Mi primera grabación profesional fue a los 11 años, como baterista en la Banda de Colonos de Ciudad Satélite, en la disquera CBS. Y de ahí pa´l real he participado en muchísimas grabaciones, tanto de producciones personales, como músico de sesión de diferentes artistas, bandas y clientes.

¿Tienes alguna anécdota divertida que quieras platicarnos sobre alguna de tus presentaciones con las bandas que has participado?

Benito: Divertida para el público, pero no tanto para mí. Tocando la batería, mi banco se fue desplazando hacia atrás sobre la superficie del escenario, y como estaba ubicado muy cerca del borde, de pronto me caí del escenario de espaldas al suelo. Y subí corriendo a tocar de nuevo, todo adolorido por tremendo golpazo. Eso sí, después del asombro, el público me aplaudió fuertemente.

O la ocasión en la adolescencia cuando estábamos tan fumados, que tuvimos que abandonar el escenario porque no pudimos detener un intensísimo ataque de risa que nos imposibilitaba tocar. O la ocasión en que bajé del escenario después de una tocada en la universidad, y dos chavas bien reventadas se me abalanzaron a besos intensos. Al día siguiente, al despertar quién sabe dónde, se dieron cuenta de que me habían confundido con un artista famoso. Pero en lugar de sacarse de onda, me invitaron a desayunar y luego me dieron un aventón a mi casa.

¿Cuál sería una de las lecciones más importantes que has aprendido de tu experiencia en la música?

Benito: 1. Si quieres dedicarte exclusivamente a la música, debes considerar la posibilidad de que nunca podrás tener una economía holgada. Sin embargo, es tan grande la satisfacción espiritual y artística que la música brinda, que posiblemente aceptes sin problemas las limitaciones económicas. 2. Talento + Trabajo duro + Relaciones + Autenticidad + Suerte = Éxito. 3. Toda la música es consumible, pero con diferente sabor y valor nutricional. 4. Si no te gusta algún género musical o artista, limítate a analizarlo técnicamente, y trata de aprender y disfrutar lo más que puedas. 5. Los errores son una fuente inagotable de nuevas ideas. 6. Puedes ser gran músico empírico; pero si sabes teoría y técnica musical, serás mejor aún. 7. El conocimiento musical es mucho más amplio, técnico y profundo que muchas carreras universitarias tradicionales. 8. Interpretar música es fascinante; y crearla es sublime.

Platícanos un poquito acerca de la Academia de Música “La Araña”

Benito: Acaba de cumplir 23 años de existencia. Nuestro objetivo principal es que los alumnos aprendan bien, pero que también se diviertan. Somos exigentes como maestros, porque creemos que eso vale la pena a mediano y largo plazo.

Nuestras clases son individuales, para atender al 100% a cada alumno. Y también tenemos grupos de ensamble, pero no de esos en los que retacan el salón con 6 guitarristas que suenan a estudiantina, 3 bateristas que esperan turno, 2 bajistas que se empastan y enlodan mutuamente, y cinco cantantes que cantan un verso cada uno.

En nuestros ensambles cada alumno cumple su función musical, y si falta al ensayo o no practica la canción en casa, todo el grupo lo nota. Es trabajo en equipo por antonomasia. Tenemos clases presenciales y en línea. Organizamos varias presentaciones públicas al año para que los alumnos expongan sus avances y disfruten (sufran) la experiencia del escenario. Estamos ubicados en Lomas Verdes, Naucalpan, Estado de México.

¿Dónde podemos saber de ti, de la banda y de la academia?

Benito: a) Facebook: Academia de Música La Araña – Mister Child. b) Instagram: misterchildmexico. c) Whatsapp: 55 8615 1454.

Da un mensaje a los fans y/o músicos mexicanos de blues y géneros afines

Benito: Si tocas como aficionado o profesional, eres privilegiado por el solo hecho de poder hacer música. Tienes línea directa con los Dioses. Disfruta esa oportunidad de la manera en que creas conveniente para ti. Y si puedes, haz lo que creas necesario para que cada vez sea mayor tu habilidad, visión y gozo.

¿Algo más que quisieras agregar?

Benito: Me siento muy dichoso y honrado de haber sido invitado a esta entrevista para la revista digital Cultura Blues, por parte de mi estimado amigo José Luis García Fernández y la amabilísima María Luisa Méndez, quienes con tanta dedicación y pasión nos entregan su publicación llena de información, recomendaciones, cartelera, etc.