Lado B

Alberta Hunter, pasión por el Blues y la enfermería

La ciudad de Memphis, Tennessee, fue la tierra natal de Alberta Hunter, quien naciera un 1º de abril de 1895. Hija de Charles Hunter, un chofer de pullman y Laura Peterson, una sirvienta, que se casó posteriormente con otro hombre. Existen versiones de que no se llevaba bien con su padrastro, motivo por el cual Alberta convence a un profesor para que la lleve a la ciudad de Chicago y decide escaparse de su casa a los 11 años, en donde se fué a vivir con una amiga de su madre y comienza a trabajar en una pensión por un sueldo de 6 dólares a la semana.

Logra una oportunidad de canto en 1911 en Dago Franks, un burdel, con la ayuda de trabajadoras sexuales. La gente comenzó a notar su talento y en 1914 tuvo como mentor al pianista de jazz, Tony Jackson. A medida que crecía su reputación, también lo hacían sus oportunidades, pues comienza también a trabajar en diversos clubes de jazz y blues de la época. Uno de ellos fue el Panamá Club, en donde se cuenta que Hunter se tuvo que vestir como adulto para que le dieran la oportunidad de cantar y en 1917 tiene la oportunidad de actuar en el Dreamland Café, ganando 35 dolares a la semana, donde tuvo la oportunidad de alternar con la pianista, Lil Hardin, quien fuera más tarde esposa de Louis Armstrong y con la King Oliver Band.

Mientras vivía en Chicago, Hunter se casó con Willard Saxby Townsend en 1919, pero los dos se separaron meses después. Hunter siempre sostuvo que ella y Townsend nunca consumaron el matrimonio y que ella no se volvió a casar. Tuvo una relación intermitente con Lottie Tyler, la sobrina del comediante Bert Williams. Tyler viajó a Europa con Hunter a finales de la década de 1920 y las dos permanecieron cercanas hasta la muerte de Tyler. Hunter mantuvo en secreto su relación romántica con Tyler y otras mujeres, y nunca reconoció públicamente que era lesbiana

Posteriormente a su divorcio, en 1923 se muda a la ciudad de Nueva York, en donde incursionó en el circuito del vodevil. La influencia de Hunter era distinta a las otras cantantes de jazz y de blues que actuaban en el vodevil de aquella época, toda vez que su estilo era más de cabaret y se caracterizaba por la improvisación de letras agregando giros melódicos y textuales.

El sello Black Swan, uno de los entonces llamados race records, le grabó en 1921 cuatro canciones con el líder de orquesta y pianista, Fletcher Henderson. En 1922 el sello Paramount le grabó 35 canciones incluyendo su primer canción original “Down Hearted Blues”, hecho que catapultó su carrera al punto de poder actuar en un musical llamado “How Come?”, donde la estrella principal era Bessie Smith, y a quien sustituyó de manera exitosa.

Ya para el año de 1927 Alberta Hunter era una estrella de clubes y de teatro, y comienza a hacer giras por Europa en donde en el año de 1928 consigue un papel principal de Queenie en la producción londinense de Show Boat con Paul Robeson. Un tiempo después regresa a Nueva York y hace algunas presentaciones en esa ciudad y en Chicago, sin embargo, regresa a Europa en 1933, pues los artistas negros estaban mejor cotizados en aquella región. En 1935 trabajó en una película llamada ‘Radio Parade’, en cuya participación como dato curioso, es la única parte de la película grabada a color.

Durante gran parte de la década de los 30, se queda en Europa hasta el estallido de la segunda guerra mundial. En 1938 regresó a Nueva York e incursiona brevemente en la radio NBC, año en que el gobierno de los Estados Unidos comunicó la noticia de que se declararía la segunda guerra mundial en Europa. Su devoción por el servicio a los demás la llevó a tomar la decisión de alistarse como voluntaria para entretener a las tropas de una unidad de la Organización de Servicio Unido, con quien encabezó una gira por Europa, Japón y Corea en 1945. Su última actuación en la USO fue para el general Dwight D. Eisenhower en junio de 1945.

Al finalizar la guerra, Hunter hace algunas presentaciones en Inglaterra, hace giras por Canadá y tiene diversas residencias en Chicago, en donde se retira de la actuación el en año de 1955 después de la muerte de su madre. Posteriormente retomó su carrera artística haciendo algunas apariciones en las producciones “Mamba´s Daughters” y “Mrs. Patterson”, y en 1961 Chris Albertson la convenció para participar en una serie de grabaciones para el sello Riverside titulado “Chicago, The Living Legends”, haciendo un álbum de nombre”Alberta Hunter with Lovie Austin & Her Blue Serenaders”.

Falsificando documentos y mintiendo sobre su edad, Hunter se convirtió en enfermera. Primero como voluntaria en el Hospital de Enfermedades Conjuntas en Harlem, luego como enfermera práctica en el Hospital Goldwater en Roosevelt Island en la ciudad de Nueva York. Para poder jubilarse, Hunter comenzó la carrera de enfermera práctica inscribiéndose a un programa de formación de tres años en la YMCA, donde le ofrecieron un trabajo en donde pudo completar 20 años de servicio a los 82 años, mintiendo sobre su edad, toda vez que la edad obligatoria para jubilarse era a los 70 años.

Al llenar el formulario argumentó que buscaba trabajo arduamente por que se vio obligada a jubilarse, y todo indicaba que era una excelente enfermera práctica y siempre tuvo una buena relación con sus pacientes. Asimismo, vuelve a la escena musical en 1977, a los 80 años, apareciendo en programas de radio y televisión y cantando en clubes en Nueva York, París, Londres y Brasil y en 1978 compuso e interpretó la banda sonora de la película “Remember My Name” de Robert Altman.



A los ochenta y dos años y aún activa en la escena musical cantando en el bar “Cookery Club”, en Greewich, Village, en Nueva York, Alberta Hunter fallece el 17 de octubre de 1984. En el año de 2011 Alberta Hunter es incluida al Salón de la Fama del Blues y en el año de 2015, le incluyen en el Salón de la Fama de la Música de Memphis.

Frank C. Taylor comentó en la biografía de Hunter: “A partir de un trasfondo de pobreza, discriminación y poca educación formal, se impulsó a sí misma en las décadas de 1910 y 1920 a la cima del mundo del entretenimiento, actuando en el Dreamland Café de Chicago, en Broadway, en el Drury Lane de Londres, y en sofisticados cabarets desde El Cairo hasta Copenhague”.

De estilo vigoroso y rítmicamente contagioso, a Alberta Hunter no le bastó con conquistar el público de los salones de cabaret y de vodevil de Chicago y Nueva York, sino que también brincó a otro continente en busca de la conquista del público europeo, sin duda, fue una cantante fuera de serie.