El Kansas City Jazz
Existe una frase atribuida a Emanuel Cleaver, congresista y ex alcalde de Kansas City que dice “El jazz nació en Nueva Orleans, pero creció en Kansas City”. La primera mención de la palabra “jazz” en la prensa negra de Kansas City se encontró en un destacado periódico negro, el Kansas City Sun, cuando en el mes de septiembre 1917 se anunció la celebración de un baile en el M. & O. Hall. En las décadas de 1920 y 1930 los músicos afroamericanos de la ciudad de Kansas City crearon su propio estilo de jazz, inspirado en el blues y en el ragtime.
En esos años Kansas City era una ciudad en la que se movían enormes cantidades de dinero producto del juego, de las drogas y de la prostitución, y dadas esas condiciones, era un imán para gente de otras ciudades cuya situación económica era desastrosa. El jazz de Kansas City lo financiaba la mafia, en un ambiente de vicio y corrupción, cuyos intereses eran totalmente opuestos al arte y a la buena música, sin embargo, poco a poco la ciudad se fue llenando de músicos de diversos géneros por lo que aquello fue creando una fusión de blues, big bands, y la dinámica llegada del Harlem neoyorquino en donde las jam sessions aportaban una frescura desbordante a la música.
Bennie Moten comenzó en el mundo del jazz tocando el bombardino o eufonio que es un instrumento de la familia viento metal en Si bemol, de sonido suave y aterciopelado que posee una tubería que se va ensanchando gradualmente hasta terminar en una prominente campana, y posteriormente se inclinó por el piano ragtime, instrumento con el que se haría famoso al unirse con el baterista Dude Langford y al cantante Bailey Handcock y formar el trío “BB and D”, una banda de jazz a la que posteriormente se uniría el cornetista Lamar Wright, el trombonista Thamon Hayes, el clarinetista Woodie Walder y el baterista Willie Hall para conformar la “Bennie Moten Orchestra”, una banda que daría origen al llamado estilo Jazz de Kansas City.
En el mes de marzo de 1924 en el principal periódico afroamericano de Kansas City “The Call”, aparecía la siguiente cita: “La sociedad exige estándares más altos en todas sus fases sociales. Bennie Moten y su Tropa Musical han elevado el nivel del Placer de la Danza y anuncian el arrendamiento del Gran Salón en la Calle Quince y Paseo para el disfrute de los Devotos de Color de la Delicia. Con la mejor pista de baile posible, la mejor acústica instalada para llevar la mejor Música, el buen rato está asegurado en todo momento”. Era el anuncio que se daba en una época en la que existía una gran segregación racial y en la que las bandas de jazz de la ciudad eran un motivo de gran orgullo para la comunidad negra.
El Kansas Jazz presentaba típicamente un sonido de big band, con arreglos simples que se basaban en riffs o frases musicales de dos a cuatro compases en lugar de melodías completamente desarrolladas. Esto dejo mucho espacio para el trabajo en solitario y algunos de los solistas más importantes del jazz se desarrollaron dentro de las bandas de Kansas City, músicos como: Coleman Hawkins, Ben Webster, Herschel Evans Lester Young y Charlie Parker.
El pianista más trascendental y el líder de banda más importante que surgió de Kansas City fue, William “Count” Basie, un pianista Influenciado por artistas del Harlem de estilo sobrio y económico, que inició su carrera profesional como acompañante en el circuito de vodevil, llegando a la ciudad de Kansas City en el año de 1927. A diferencia de la mayoría de los otros músicos Basie no era nativo del medio oeste, sino, de Nueva Jersey. Se une a los Blue Devils en 1928 y a la Kansas City Orchestra de Bennie Moten en 1929.
Fue en el año de 1932 cuando Basie integra su primera banda propia la “Count Basie Orchestra”, conformada por ex músicos de las orquestas de Walter Page y Bennie Moten. Su apodo “Count” (Conde), se lo debe a un locutor de radio que decidió ponerle de esa manera para colocarlo dentro del grupo de músicos “aristócratas” de jazz de la época como en el caso de “Duke” (Duque) Ellington. Basie utilizaba recurrentemente al silencio, y a reducir pasajes solistas a la mínima cantidad de notas necesarias para lograr el máximo efecto emocional y rítmico.
Joe Turner y Pete Johnson fueron músicos de jazz influyentes de Kansas City que ayudaron a popularizar el estilo de piano Boogie Woogie. Este estilo de música de blues animado y rítmico surgió a principios del siglo XX y que ganó popularidad en las décadas de 1920 y 1930. Tanto Turner como Johnson desempeñaron un papel fundamental a la hora de llevar Boogie Woogie a una audiencia más amplia. Tocaron juntos en clubes y produjeron varios discos, mostrando el estilo de piano enérgico y de percusión que caracteriza al Boogie Woogie.
Su música ha tenido un impacto duradero en las generaciones posteriores de músicos, dando forma al desarrollo del R&B, el rock and roll y otros géneros musicales populares. Turner y Johnson fueron importantes para llevar el sonido de Kansas City a un reconocimiento más amplio cuando fueron incluidos en el famoso concierto ‘Spirituals to Swing’ de John Hammond de 1938 en el Carnegie Hall. Pero fue principalmente Basie quien llevó el jazz de Kansas City a la popularidad a nivel nacional y, en última instancia, a la fama internacional a través de transmisiones de radio, giras y grabaciones.
Big Joe Turner por su parte, fue descubierto por el crítico de jazz John Hammond y comenzó a grabar con los mejores músicos de jazz y a realizar giras por Estados Unidos y Canadá, en ocasiones con músicos de jazz y en otras con la orquesta de Count Basie.
Apareció en varias películas, como en el documental ‘The Last of the Blue Devils’ en 1979. Se presentó en los principales festivales de jazz y folk de Estados Unidos y Europa, así como en televisión y en clubes de jazz, grabando continuamente hasta la década de 1980. Fue incluido en el Salón de la Fama del Blues en 1983 y en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1987.
Otro gran impulsor del jazz estilo Kansas, fue Jay McShann, que llegó a Kansas City en el año de 1936, formó un sexteto en 1937 y fundó su primera gran banda en 1939. La banda de McShann era sólidamente blues. Era orientado a los riffs, pero también era conocido como un caldo de cultivo para nuevas ideas musicales. Era conocido como “Hootie”, y fue un músico autodidacta, aunque asistió al instituto Tuskegee. Desarrolló un estilo de piano basado en el blues y en el Boogie Woogie. Su carrera discográfica comenzó en 1941 con el sello Decca.
Su banda incluía a músicos como Charlie Parker que se unió a la banda de McShann en 1940. Su solo de 12 compases en la grabación de 1941 de “Sepia Bounce” de la banda contribuyó a la revolución del bebop de la década de 1940. Otros grandes músicos como el bajista Gene Ramey, el baterista Gus Johnson y los saxofonistas Paul Quinichette y Jimmy Forrest. Después de servir en el ejercito Mc Shann reformó su banda que para ese entonces estaba liderada por el cantante de blues Jimmy Witherspoon.
En 1978 se realizó una película biográfica, Hootie’s Blues, y apareció en ‘The Last of the Blue Devils’, una película sobre el jazz de Kansas City rodada entre 1974 y 1979. Además, fue uno de los protagonistas destacados del documental de Clint Eastwood: Piano Blues (2003).
El estilo conocido como cool de Lester Young ha sido influencia de grandes músicos como Stan Getz, Charlie Parker o John Coltrane. Realizó memorables grabaciones con Billie Holiday quien le decía que era el “presidente de los saxos tenores”, de ahí su apodo de “Pres”. Lester Young hizo una aparición con Jack Teagarden en el Festival de Jazz de Newport pero poco después tuvo que ingresar a un hospital por problemas de alcoholismo, situación que prácticamente lo llevó a la muerte.
Este fue un breve recorrido por las figuras más emblemáticas del estilo que marcó la historia musical de las bandas de jazz surgidas en la ciudad de Kansas City, que se expandieron en la década de los años veinte, en la etapa de la prohibición que atrajo gente en busca de alcohol, juegos de azar, prostitución y entretenimiento.