Por los Caminos del Blues

16º Crescent City Blues & BBQ Festival – 2

Segunda parte: 16º Crescent City Blues & BBQ Festival en Nueva Orleans, Louisiana

Se viene el final, el domingo 15 de octubre. Un día que amaneció muy frío y yo con mucha gripe, pero cinco mil millas no se viajan en vano y agarré mi cámara y me fui a disfrutar del último día. Me encontré en abriendo el día a Johnny Maestro, armonicista y cantante de Nueva Orleans junto a su banda a quien había visto tocar en la Frenchmen Street la noche anterior, con mucha energía haciendo bailar al público desde muy temprano.

Al medio día, estuvo D.K. Harrell, a quien venía de ver en Helena, Arkansas y que desde el 2022 lo he podido cubrir en Sudamérica, así que, nuestra relación es muy bella, abrazo de por medio siempre y mucha felicidad por ver su crecimiento como artista. Esta vez, con una gran big band acompañándolo en la presentación de su álbum debut “The Right Man”, Harrell con tan solo 25 años, se dedica a la preservación del blues tradicional y lo hace muy bien. Además de tocar la guitarra y cantar, se dio el lujo de encender la chispa en el público, de bailar con una elasticidad envidiable y sacarse la camisa para encender el fuego en este día frío de Nueva Orleans, mientras su saxofonista se mezclaba entre el público.

Le siguió Lil’ Jimmy Reed (Leon Atkins), es uno de los últimos bluesman originales de Louisiana nacido en 1938. Presentando su más reciente disco Back to Baton Rouge, junto al productor y colaborador del álbum, Ben Levin, es un pianista y vocalista de blues de 23 años originario de Cincinnati, OH y quien, en 2018, el dueto Ben Levin llegó a las semifinales del International Blues Challenge en Memphis, además de haber sido nominado en dos ocasiones al premio Blues Music Award (instrumentista, pianista Pinetop Perkins) con cuatro álbumes en su haber.

Además, en la formación lo acompaña el padre de Ben, Aron Levin en guitarra, el legendario Baton Rouge baterista Hernan Jackson y el joven Takuto Asano desde Japón en guitarra, con quien viene de tocar en el King Biscuit Festival. Realmente me gustó la formación, una mezcla de tres generaciones juntas tocando clásicos de Blues y Boogie Woogie.



Quien no podía dejar de estar presente en esta edición, fue el alma de Walter Wolfman Washington quien, en manos de su mujer y sus músicos, The Roadmasters mas invitados, rindieron un cálido homenaje durante una hora y cuarto. Y finalmente, puedo decir que el clima ayudo y a las 3.15 pm, desde Texas, Trudy Lynn brindo un tremendo show. Porque digo esto, porque el año pasado, con una lluvia torrencial, de esas que parece que el mundo se viene abajo hizo que se suspendiera su show y me quedo un sabor amargo por no poderla ver en vivo. La vida quiso que volviera este año 2023, ¡y ambas nos reencontremos! Lectores, recomiendo por demás el show de Trudy, quien además de su belleza física que lleva con sus 76 años, tiene una belleza única en su voz como cantante de bues y soul, con una energía que te atrapa desde antes del show y hasta finalizado, ya que se brinda a su público al doscientos por ciento.



Desde Holly Springs, 4.30 pm llegó a Nueva Orleans el lugar del Mississippi Hill Country representado por Cedric Burnside, con un set acústico para comenzar, solo con su guitarra y la otra mitad del show, cambio la guitarra y se sumó su amigo Joe Eagle en batería y luego otro amigo en armónica. Cedric creció actuando y haciendo giras con RL Burnside, su abuelo, como baterista, pero en años más recientes se ha inclinado hacia la guitarra como su instrumento principal, mientras se acompaña a sí mismo con su voz. Interpretó clásicos del Hill Country, así como composiciones propias que abrazan su linaje musical.

Y no hay festival, sin la presencia del icono del Blues de Nueva Orleans, Little Freddie King, quien entre las 5.45pm y las 7pm cerró el escenario Camp, con una multitudinaria audiencia que cantaba y bailaba sus temas. Me fui antes de que terminára, porque quería saludar a quien iba a cerrar la última noche del festival, y a quien admiro como mujer y artista: Shemekia Copeland.

Llego y ni bien nos vimos, nos saludamos y nos sacamos una foto. Fue mi segundo encuentro con ella, desde el 2016 en el Chicago Blues Festival. Artista de primer nivel, con varios importantes premios y nominaciones, cada vez que la veo, me sorprende.

Pequeña de estatura, pero inmensamente grande como artista, como blueswoman, donde su interpretación de los temas, sus letras con importantes mensajes generan el calor suficiente a una variedad contagiosa de rock, blues y soul. Sí, en su show se me cayeron lágrimas al escucharla, teniendo que dejar la cámara a un lado, para poder disfrutar y vivir el presente musical con un cierre que dejo un sabor muy dulce en los presentes, de querer mas y más.

Esta edición del festival, en lo personal lo viví muy cansada físicamente además de mi gripe, pero me permitió moverme más lento y disfrutar aún más de lo que estaba sucediendo a mi alrededor, porque además de la increíble agenda artística, es también la comida, el arte, los colores, las luces, y toda la gente que se encuentra en un mismo lugar para vivir y disfrutar con todos los sentidos, además, de que podes socializar con gente local como de diferentes partes de Estados Unidos y del mundo. La música es un lenguaje universal que nos une, que nos conecta y es, en estos caminos del blues donde pude volver a vivir una gran fiesta musical, en el New Orleans, Crescent City Blues & BBQ Festival 2023.