Blues a la Carta

Inducidos al Salón de la Fama del Blues 2024 – 1

La ceremonia de inducción al Salón de la Fama del Blues, se llevará a cabo este año, el miércoles 8 de mayo de 2024 en el Cannon Center For The Performing Arts (255 N Main St, Memphis, TN). Un cóctel en honor a la nueva generación del afamado Salón y de los nominados a los premios Blues Music Awards, comenzará a las 5:30 p.m., y el evento de inducción comenzará en punto de las 6:30 p.m. justo en la sede antes señalada.

Coincidiendo con la ceremonia, el Museo del Salón de la Fama del Blues de la Blues Foundation, exhibirá varios artículos especiales que representan a la generación de artistas inducidos en 2024. Estos artículos estarán en exhibición para el público a partir de la primera semana de mayo y permanecerán a la vista para el disfrute de los visitantes durante los próximos 12 meses.

El Museo del Salón de la Fama del Blues, construido gracias al ferviente apoyo y la generosidad de los fanáticos del blues, encarna los cuatro elementos de la misión de la Blues Foundation: preservar la herencia del blues, celebrar la grabación y la interpretación del blues, ampliar la conciencia sobre el género del blues y garantizar el futuro del blues.

Los miembros de este año de las cinco categorías del Salón de la Fama del Blues: artistas, personajes no artistas, clásicos de la literatura del blues, clásicos de la grabación de blues (sencillo) y clásicos de la grabación de blues (álbum), demuestran cómo el blues se cruza con una amplia variedad de estilos musicales: soul, blues, R&B y rock & roll.

Artistas

Odetta. Elogiada como “La Diosa Madre del Folk Blues” por The New York Times, dejó una huella indeleble en el mundo de la música folk durante cinco décadas. Su influyente carrera no sólo mostró sus extraordinarios talentos musicales, sino que también abrió el camino para otros, rompiendo barreras como mujer y afroamericana en el medio folklórico. Odetta Holmes nació el 31 de diciembre de 1930 en Birmingham, Alabama, pasó la mayor parte de su infancia en Los Ángeles.

Odetta, con formación clásica en la universidad, poseía un repertorio versátil que abarcaba blues, espirituales, jazz, canciones de diversas tradiciones folclóricas y populares, y canciones de actualidad originales que reflejaban su compromiso como activista de los derechos civiles. Aunque ocasionalmente trabajó en clubes de blues y circuitos de festivales, sus credenciales de blues eran innegables, esto resulta evidente en álbumes como “Odetta Sings Blues and Ballad”, “Odetta and the Blues”, “Blues Everywhere I Go” y “Lookin for a Home”, una recopilación de canciones asociadas con Lead Belly. Su destacada carrera incluyó actuaciones en el concierto “Salute to the Blues” de Martin Scorsese en 2003, en la película Divas en Clarksdale, Mississippi, y apariciones en el Teatro Apollo de Harlem y eventos de la Blues Foundation.

Odetta, quien una vez estuvo casada con el cantante de blues Louisiana Red, cautivó al público con su presencia magnética en el escenario y su poderosa voz, capturando a los oyentes ya sea cantando en solitario o colaborando con orquestas sinfónicas, bandas de jazz, compañías de ballet, compañías de ópera o agrupaciones musicales de estrellas. El compromiso de Odetta con la justicia social fue evidente cuando cantó en eventos históricos como la Marcha en Washington y la Marcha de Selma, Alabama, así como en manifestaciones de derechos humanos y contra la guerra. Usó su voz no solo para entretener sino también para abogar por el cambio, actuando en eventos benéficos, conciertos tributo y escuelas. A lo largo de su ilustre carrera, Odetta colaboró con luminarias como Harry Belafonte, el Dr. Martin Luther King Jr., Nina Simone, Maya Angelou y Pete Seeger.

Su influencia se extendió a artistas como Bob Dylan, Janis Joplin, Joan Baez, Rhiannon Giddens, Eric Bibb y muchos otros. Honrada por los presidentes de Estados Unidos, la Biblioteca del Congreso y numerosas organizaciones de todo el mundo, Odetta continuó actuando incluso ante el deterioro de su salud. Falleció en Nueva York el 2 de diciembre de 2008, dejando tras de sí un legado que trasciende la música y resuena en los ámbitos del humanitarismo y la educación.

Sugar Pie DeSanto. Reunió un poder asombroso y mucha personalidad en un marco diminuto. Su coraje y vigor impresionaron lo suficiente al líder de la banda y productor Johnny Otis como para contratarla para su primera sesión de grabación en 1955 después de presenciar su actuación en un show de talentos de San Francisco. Fue Otis quien la llamó Sugar Pie en lugar de usar su nombre de pila, Peylia Balinton. Estudiante de ballet cuando era niña, nació en Brooklyn el 16 de octubre de 1935, de padre filipino y madre afroamericana, pero creció en el Área de la Bahía y continuó viviendo allí, excepto por un período en Chicago cuando estuvo con Chess Records en la década de 1960.

Después de su debut en 1955 con Federal Records, Sugar Pie grabó algunos sencillos más, a menudo con su esposo, el guitarrista Alvin Parham, también conocido como Pee Wee Kingsley, adquiriendo el apodo de DeSanto del productor, DJ y propietario del club Don Barksdale. Su mayor éxito, “I Want to Know”, producido por Bob Geddins en el sello Veltone, alcanzó el puesto número 4 en la lista de R&B de Billboard en 1960 y le llevó a firmar un contrato con Chess.

La magia de DeSanto también energizó la ya dinámica actuación de James Brown durante dos años. Durante su paso por Chess, tuvo algunos éxitos en el sello subsidiario Checker, como “Slip-In Mules”, una respuesta a “Hi-Heel Sneakers” de Tommy Tucker, e “In the Basement” en el sello Cadet, haciendo un dueto con su amiga Etta James, que estaba a menudo en su casa cuando era joven. Los discos de Sugar Pie también hicieron clic entre el público de Inglaterra, lo suficiente como para que dejara el elenco estelar de la gira europea del American Folk Blues Festival de 1964, para hacer sus propias apariciones en el Reino Unido.

Con varios nombres, incluidos Peylia Parham y P. Parham DeSanto, comenzó a escribir canciones para otros artistas de Chess, como a Billy Stewart, Fontella Bass y Little Milton. Sugar Pie regresó a Oakland y se mantuvo activa y aún con su estilo incluso en sus años octogenarios, una favorita local y una viajera mundial. Cuando los tiempos ni fuero propicios, trabajó como asistente legal.

La Rhythm & Blues Foundation le brindó apoyo después de que ella perdiera a su esposo Jessie Davis en un incendio en su departamento. La Fundación también le otorgó un Premio Pionero, uno de los varios honores que ha obtenido de varios patrocinadores, como de la Fundación Arhoolie y la revista Blues Blast. Encontró un lugar de grabación en el sello Jasman de su manager James C. Moore, que comenzó a publicar la producción de DeSanto en 1972, salpicando su catálogo con títulos acordes con su personalidad, como “Sugar Is Salty”, “Refined Sugar” y “Sugar’s Suite”.



Lurrie Bell. Es un personaje destacado en el mundo del blues, sigue los pasos de su padre (ya fallecido), el maestro de la armónica Carey Bell, quien fue incluido en el Salón de la Fama del Blues en 2023. Nació el 13 de diciembre de 1958 en Chicago, se convirtió en un extraordinario guitarrista de blues durante la década de 1970, mostrando un talento notable incluso cuando era adolescente.

A pesar de enfrentar traumas personales y tragedias a lo largo de su vida, la pasión duradera de Lurrie por la música lo ha llevado hasta su vejez con la misma exuberancia juvenil. Al crecer en un entorno musical, Lurrie se inspiró en el círculo musical de su padre, en particular en el guitarrista Eddie Taylor. Sus primeras experiencias incluyeron tocar en una banda con el pianista Lovie Lee, el músico al que se le atribuye haber traído a Carey Bell a Chicago desde Mississippi.

La infancia de Lurrie también le implicó vivir en Mississippi y Alabama, donde tocaba música góspel en la iglesia junto a sus hermanos Bell, conocidos colectivamente como “The Ding Dongs”. El viaje de Lurrie hacia la música profesional comenzó en 1977 cuando grabó en una sesión con su padre, Carey Bell, y tocó el bajo en un álbum de Eddie C. Campbell. Ese mismo año, se unió a Billy Branch y otros músicos de blues emergentes en una agrupación “New Generation of Chicago Blues” en Berlín.

La colaboración con Branch evolucionó hasta convertirse en la banda Sons of the Blues (S.O.B.), solidificando el estatus de Lurrie como una de las estrellas en ascenso en la escena del blues. Sus habilidades con la guitarra y su comprensión innata del género blues ganaron reconocimiento mientras grababa con varios artistas, como: Koko Taylor, Eddy Clearwater, Sunnyland Slim y Louisiana Red. A pesar de los desafíos personales, incluidos períodos de depresión, aislamiento y vida en la calle, el talento musical de Lurrie continuó cautivando al público.

Su vida dio un giro desafiante con el fallecimiento de su pareja, la fotógrafa Susan Greenberg, y la desgarradora pérdida de sus bebés gemelos. La muerte de su padre, en 2007, se sumó a las dificultades, pero las habilidades musicales únicas de Lurrie sirvieron como un salvavidas, devolviéndole una sensación de cordura. A lo largo de los años, Lurrie enfrentó desafíos personales, pero su viaje musical persistió.

Amberly Stokes, una devota defensora y ex empleada del Rosa’s Lounge, se convirtió en la defensora de Lurrie Bell. Bajo su cuidado y gestión, encontró estabilidad, una vida hogareña que lo apoyaba y un renovado reconocimiento mundial por su notable talento. La duradera contribución de Lurrie al género del blues, su resiliencia y sus cautivadoras actuaciones solidificaron su lugar en el Salón de la Fama del Blues.

Lil’ Ed y The Blues Imperials. Son un testimonio del poder duradero de las bandas de blues unidas y contagiosamente alegres. Liderado por el cantante y maestro de la guitarra slide, Lil’ Ed Williams, el grupo, que incluye a su medio hermano y bajista, James “Pookie” Young, junto con Mike Garrett en la guitarra y Kelly Littleton en la batería, han estado haciendo música juntos durante más de treinta y cinco años.

Su enérgico estilo de boogie blues tiene sus raíces en el legado de otro maestro del slide de Chicago, el tío y mentor de Ed, J.B. Hutto, miembro del Salón de la Fama del Blues desde 1985. Los Blues Imperials, inspirados en un comercial de televisión de la margarina Imperial, entraron en la escena en 1986 cuando el propietario de Alligator Records, Bruce Iglauer, los invitó a grabar dos canciones para una compilación. A

l estilo de la verdadera tradición del blues de Chicago, la sesión se convirtió en una fiesta animada, lo que resultó en 30 canciones en tres horas y aseguró a Lil’ Ed and the Blues Imperials un contrato para su álbum debut, “Roughhousin'”. Este acontecimiento le permitió a Lil’ Ed despedirse de su trabajo en un lavado de autos local.

Ed Williams nació el 4 de abril de 1955 en Chicago, adoptó apasionadamente un estilo que recuerda al de su tío J.B. Hutto, tanto vocal como instrumentalmente. Reflejando el aspecto icónico de Hutto, Ed incluso se pone un fez (gorro de fieltro rojo y de forma de cubilete) durante sus actuaciones.

Su talento para el espectáculo acrobático y su humorística presencia en el escenario aportaron un elemento de diversión al blues, cautivando al público y ganándose seguidores. A pesar de una breve pausa en la década de 1990 para proyectos en solitario, Lil’ Ed y The Blues Imperials se reagruparon, se reincorporaron a Alligator Records y solidificaron su estatus como pilares del sello.

Con nueve álbumes en su haber, el cuarteto, que ocasionalmente presenta al saxofonista Eddie McKinley, ha ofrecido constantemente grabaciones y shows en vivo alegres, encarnando la marca registrada “Genuine Houserocking Music” asociada con Alligator Records. Las enérgicas actuaciones de la banda continúan perpetuando el espíritu de sus influencias, como la de Hound Dog Taylor & HouseRockers, asegurando que el legado de Lil’ Ed y The Blues Imperials siga siendo sinónimo de blues de alto octanaje que realmente hace vibrar.



Scrapper Blackwell. Francis Hillman Blackwell, dejó una huella indeleble en la escena del blues como guitarrista virtuoso y colaborador de Leroy Carr, miembro del Salón de la Fama del Blues. Aunque ampliamente reconocido por su papel en el icónico dueto Carr-Blackwell durante su apogeo discográfico de 1928 a 1935, la destreza musical de Blackwell se extendió mucho más allá del acompañamiento.

Nació el 21 de febrero de 1903 (aunque los detalles del nacimiento siguen siendo inciertos, con algunas pruebas que apuntan a Indianápolis en 1904), Blackwell, de ascendencia Cherokee y afroamericana, comenzó su viaje artístico fabricando guitarras improvisadas cuando era niño.

Su entrada en el campo del blues fue catalizada cuando se unió a Leroy Carr en 1928. Sus sesiones produjeron éxitos clásicos como “How Long—How Long Blues” que los convirtieron en un nombre familiar. A pesar de su éxito, la prematura muerte de Carr en 1935 llevó a Blackwell a retirarse de la música, sólo para ser redescubierto por los fanáticos locales en la década de 1950. Su talento en bruto y su estilo único de guitarra se mostraron en grabaciones como solista y colaboraciones con músicos emergentes.

Yazoo Records reconoció su incomparable destreza con la guitarra, enfatizando su habilidad para combinar secciones de bajo pesadas e intrincadas cuerdas agudas. En la década de 1950, el estudioso del jazz de Indianápolis, Duncan Schiedt, volvió a presentar a Blackwell a una nueva generación de fans que admiraban sus antiguas grabaciones. A pesar de enfrentar períodos de desempleo, continuó tocando en tabernas locales y asesorando a aspirantes a músicos.

Sus encuentros inesperados con viejos admiradores le llevaron a realizar conciertos y grabaciones, lo que contribuyó al resurgimiento del folk-blues de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Apodado “Scrapper” por su inclinación juvenil por las peleas, la vida de Blackwell estuvo marcada tanto por triunfos musicales como por desafíos personales.

Su viaje tuvo un final desafortunado el 7 de octubre de 1962, cuando fue descubierto en un callejón de Indianápolis, después de haber sucumbido a dos balas calibre .22. A pesar de las trágicas circunstancias que rodearon su muerte, el legado de Scrapper Blackwell perdura a través de sus eternas contribuciones al género del blues.

Jimmy Rushing. James Andrew Rushing conocido cariñosamente como “Mr. Five By Five” debido a su corpulenta estatura, fue una figura explosiva en el mundo del blues y el jazz. Nació el 15 de junio o el 26 de agosto de 1899 (aunque a menudo citaba una fecha de nacimiento de 1901), en Oklahoma City. Fue pionero en el estilo de interpretación de blues de las big band, dejando una marca indeleble en el género e influyendo en posteriores gritos de blues como lo hacían: Big Joe Turner, Wynonie Harris y Roy Brown.

Inspirado por un tío, Rushing comenzó su viaje hacia el blues en California en 1923, donde tocó el piano con Jelly Roll Morton antes de regresar a Oklahoma. Cantó en varias bandas locales, como los Blue Devils de Walter Page, y se unió a la Kansas City Orchestra de Bennie Moten, lo que marcó el comienzo de su asociación con figuras legendarias del jazz. Rushing grabó o actuó con luminarias como Count Basie, Buck Clayton, Benny Goodman, Dizzy Gillespie, Earl “Fatha” Hines y otros.

Fue el vocalista del disco inaugural de la orquesta de Johnny Otis en 1945 y se reunió con Otis en el Festival de Jazz de Monterey de 1970. Las fundamentales grabaciones de Rushing con la popular banda de Basie, a partir de 1935, lo catapultaron a la prominencia nacional. Éxitos como “Good Morning Blues”, “Going to Chicago” y “Sent for You Yesterday and Here You Come Today” mostraron su imponente presencia vocal y lo marcaron como una figura destacada en la era de las big band.

Desempeñó un papel importante en llevar el blues a un público más amplio. Después de mudarse a la ciudad de Nueva York en la década de 1950, continuó su prolífica carrera discográfica y de giras. Trabajó con varios sellos, como Vanguard, Columbia, ABC BluesWay y RCA, lanzando álbumes como “Livin’ the Blues” y “The You and Me That Used to Be”. A pesar de luchar contra la leucemia en sus últimos años, Rushing continuó recibiendo elogios y ganó póstumamente una encuesta de la revista Down Beat como Mejor Cantante Masculino poco después de su muerte en junio de 1972.

Las contribuciones de Rushing al blues y al jazz fueron inconmensurables, cerraron la brecha entre los géneros e influyó en una amplia gama de cantantes. Aunque el reconocimiento puede haberse desvanecido entre las generaciones más recientes de entusiastas del blues, su impacto en el blues, el jazz, el pop y el Rhythm & Blues sigue siendo innegable. La carrera de Rushing llegó a todas partes, extendiendo el atractivo del blues a una audiencia más amplia de lo que jamás hubiera imaginado.

V.O. Wright. Overton Vertis Wrightreconocido por su poderosa fusión de blues, soul y gospel, aportó a su música una intensidad empapada de emociones sin igual. Nació el 9 de octubre de 1939, en Lenow, Tennessee, cerca de Memphis, comenzó su viaje musical cantando música religiosa y más tarde profesionalmente con los Sunset Travelers.

A pesar de sus profundas raíces en el góspel, hizo la transición a la música secular, causando un impacto significativo con su mezcla única de blues. El éxito inicial de Wright llegó con el sello Goldwax en Memphis, donde su primer disco de R&B, “That’s How Strong My Love Is”, mostró su impresionante destreza vocal.

Sin embargo, se produjeron batallas legales por obligaciones contractuales, que finalmente lo llevaron al sello Back Beat, propiedad de Don Robey de Peacock Records. Back Beat se convirtió en la plataforma para muchas de las grabaciones notables de Wright, incluidos éxitos como “You’re Gonna Make Me Cry” y “Eight Men, Four Women”.

Willie Mitchell y la sección Hi Rhythm desempeñaron un papel crucial en la configuración del sonido de la música de Wright, lo que dio lugar a varias colaboraciones exitosas en los años 70, como “Ace of Spade” y “A Nickel and a Nail”. Mitchell, conocido por su trabajo con Al Green, elogió a Wright como su artista más consistente en el estudio. En escena,

Realizaba actuaciones dinámicas a menudo comparadas con las de un predicador, combinando a la perfección versos del blues y la Biblia. Si bien encontró el éxito en el circuito de chitlin, problemas de salud, antecedentes penales y una condena por narcóticos obstaculizaron su carrera.

En sus últimos años, Wright continuó actuando, dejando una huella duradera en los escenarios de todo el país. Falleció el 16 de noviembre de 1980, mientras actuaba en el Joe’s Supper Club en Grand Bay, Alabama. Su legado sigue vivo a través de un núcleo de seguidores globales que incluye artistas de hip-hop que han probado su música.

En 2008, un grupo de fans lo honraron con una lápida, reconociendo su profundo impacto en el mundo del blues, el soul y el góspel. Johnny Rawls y Otis Clay grabaron un CD tributo, “Remembering O.V.”, asegurando que las contribuciones a la música de O. V. y de Wright perduren.



Continuará…