Nacidos Bajo Un Buen Signo

Nacidos bajo un buen signo: La siguiente generación del blues, ya llegó

Las antologías de blues siempre llegan en momento oportunos. Normalmente aparecen como testimonios fieles de movimientos y de propuestas individuales, que ya no pueden ser ocultadas ni tampoco ignoradas. Dios los cría y el blues los junta. Esa puede ser la primera explicación para esta interesante antología de reciente aparición y que nos llena de alegría a todos los aficionados: Nacidos bajo un buen signo, que bajo la atinada producción de José Luis García Fernández, y del staff de Cultura Blues, se suma a las poquísimas grabaciones de colección que pretenden escudriñar el quehacer del blues en México.

Las antologías siempre deben ser gozosas. En su menú diversificado y en su selección rigurosa, es posible hallar el tipo de corriente que a uno le gusta, el cantante preferido, el instrumento destacado, el bonus que solamente ahí puede encontrarse. Ese tipo de cosas es posible hallar en el disco que hoy celebramos, pero además contiene un atractivo fundamental: es un proyecto inédito y moderno pues constituye un espejo auditivo de las nuevas bandas que vienen destacando en diversos puntos de la república.

Catorce bandas de nueve estados del país, participan en este proyecto alentador, un proyecto que difunde su propuesta musical, su talento y su pasión por el género. Es la nueva sangre del blues azteca. Desde luego que no están todas las bandas que uno desearía -cualquier antología en este punto, ya sea musical o literaria, puede ser calificada de discriminatoria-, pero en contraparte, sí constituyen una muestra interesante del esfuerzo actual que grupos y solistas realizan para difundir sus actividades artísticas.

Después de este álbum, los caminos que se abren para el futuro son diversos: ¿cuántos de ellos destacarán? ¿cuántos de ellos se quedarán en simples promesas? ¿alguno podrá convertirse en referente? Sólo el tiempo y un trabajo constante puede responderlo. Conviene señalar que este proyecto fue alimentado, desde un principio, por ejemplos mayores surgidos en Estados Unidos hace ya muchos años.

Al investigador y musicólogo Samuel Charters le debemos, entre otras cosas, un proyecto seminal: Chicago, the blues today, una colección de tres discos grabados en 1965 que han servido como una especie de guía para todos aquellos a quienes nos gusta el género. Charters se propuso mostrar el trabajo de las figuras aún jóvenes que estaban dotando al blues de elementos renovadores: J.B. Hutto, Homesik James, Junior Wells, Otis Rush, Johnny Shines, Otis Spann, Johnny Young, etcétera, los que además eran grandes estrellas en los bares de la ciudad de los vientos.

Trece años después, también en Chicago, Bruce Iglauer y su sello Alligator continuaron la misma labor en otra antología de cuatro volúmenes: Living Chicago Blues, con un elenco más abundante integrado por artistas de diferentes niveles pero que también alcanzarían grandes alturas: Magic Slim, Queen Sylvia Embry, Big Leon Brooks, Andrew Brown, Left Hand Frank, A.C. Reed y Luther “Guitar Jr.”

Johnson, por citar sólo algunos; Iglauer produjo en 1988 una antología más: The New Bluebloods, un álbum premonitorio y muy atinado por el elenco escogido: Melvin Taylor, Lil’ Ed Williams, Valerie Wellington, The Sons of the Blues, The Kinsey Report, etcétera, quienes hoy dan vida a la generación madura de músicos estadunidenses.

En fin, Nacidos bajo un buen signo, con sus catorce opciones auditivas, constituye una fina colección de la propuesta de artistas individuales y de bandas que hoy tienen mucho qué decir en materia de blues. Dios los cría y el blues los junta. Para ellos ha llegado su momento. Vale la pena prestarles atención.

1) Busking Jump. Naranjito Blues (2010). Esta canción grabada por la popular banda de Guadalajara, es un ejemplo representativo de su propuesta llamada Calle=Blues. Melodía instrumental con un swing de guitarra inquietante y efectivo.

2) Looking the pass. T44 Blues Band (2008). Del Cerro de la Silla se desprende esta agrupación que bajo el concepto denominado “The regio essence blues”, nos ofrece una interpretación muy sentida con un ritmo lento, requinto taladrante y vocalización cavernosa.

3) Mi gato negro. La Rambla (2009). Con un estilo limpio y moderno, la banda ecatepense se ha forjado un nombre gracias a su combinación de canciones originales y temas clásicos. Aquí el tema elegido fusiona momentos acertados de rhythm and blues con otros de jazz de gran calidad.

4) La calle de la desolación. Monroy Blues (2010). Estamos en presencia de un rhythm and blues sin complicaciones, en donde destacan buenos momentos de guitarra, piano y armónica. Se trata de una banda originaria de la Huasteca Potosina que gusta de mezclar el blues con otros géneros como el huapango.

5) Ciudad de noche. Sirena Blues (2012). Emotiva crónica de denuncia social, insertada en un ritmo de blues lento. Raquel “Sirena” Esquivel, nativa de Monterrey, nos ofrece, además de una letra bien cuidada acerca de la inseguridad que rodea a las metrópolis, una interesante gama de matices vocales que permiten visualizar a futuro, a una importante compositora e intérprete.

6) De tiempo en tiempo. J.C. Cortés Band (2008). Sabrosa melodía con matices de country blues, es un down home extraído directamente de territorio michoacano, un sitio que ya cuenta con su tradición blusera. La guitarra slide de Juan Carlos Cortés, lo mismo que sus composiciones, se compaginan a la perfección y denotan un amplio trabajo y estudio detrás de su estructura. El futuro de este artista es amplísimo.

7) Juegos de placer. Solaris Blue (2010). Imposible no relacionar a Big Bill Morganfield con la intensidad y cachondez que despliega este tema. Solaris sigue sembrando semillas de blues en cada lugar donde se presenta. Requinto fiero, vocalizaciones adecuadas y un combo de armónica, teclados, bajo y batería, siempre dentro de una atmósfera contemporánea.

8) Por si no te vuelvo a ver. Amigos del Blues (2010). Una reafirmación por el gusto de vivir plenamente, es lo que nos ofrece esta melodía bailable, con brillantes momentos de saxofón y de guitarras, ligeramente distorsionadas.

9) La serpiente negra. Serpiente Elástica (2007). Escuchar a esta banda de Puebla siempre resulta satisfactorio. El sonido es brillante, integrado, pesado a veces, profundo. Sus temas son originales y en español. La armónica es delirante lo mismo que las guitarras, en sus riffs y acordes, en tanto que la voz de David Pedraza siempre cumple su atroz cometido.

10) La esquina de Guaymas. Zamhertime (2012). Proyecto encabezado por la cantante y compositora Nancy Zamher, que tiene como base el blues con una constante búsqueda de fusión con otros estilos, dándole prioridad a las letras.

11) Dana. The Fart Blues (2012). Un rhythm and blues sin aspavientos, fácil en su estructura y en su letra, es algo de lo que nos presenta esta agrupación venida de Aguascalientes, que ya se ha presentado en escenarios de relevancia nacional.

12) Sweet home Chilango. Circo Blue (2012). (Naucalpan) Comandada por el guitarrista Francisco López (ex La Tregua), esta rítmica pieza mantiene algunos guiños con aquél otro clásico de Robert Johnson, pero trasladado a un ambiente chilango. Destaca la armónica de Octavio Espinosa.

13) Blues de lo que pasa en la casa. Los Cerdos Lúdicos (2011). Pieza intimista, producto de este grupo originario del Distrito Federal. Requintos insistentes envueltos en una sabrosa atmósfera de semi penumbra, con una letra demandante. Adecuada para aquellos que sufren de insomnio.

14) Tu lugar. Blues Local (2012) (Querétaro). Melodía inédita con un slide quejumbroso y una letra urgente salida de un corazón abandonado. El sonido sucio encaja perfectamente en el concepto general de la obra. Áspera melodía y áspero mensaje, adentro de un blues primigenio.


Texto por Luis Eduardo Alcántara