Diván el Terrible

¿Todo éxito es un malentendido? 2

Entrevista con Victorio Montes Silva – 2ª. Parte

Henos aquí para dar continuidad a la interesante charla, con mi maestro, Victorio Montes Silva, un gran experto en todo lo relacionado con la armónica, continuemos:

Octavio. Retomando el hilo de nuestra charla: al final de la entrevista del número anterior explicaste que es lo que debemos hacer. Ahora, ¿Qué es lo que no debemos hacer? Porque en mi caso, cuando yo llegué a tu curso ya traía una historia, pero, de analfabeta, todo lleno de lagunas, todo muy a la intuición; la metodología empezó a llegarme como tu alumno. Aclaro un poco, no sé cómo plantear la pregunta, ¿vicios o defectos?, los que empiezan ¿qué tienen que evitar? y los que ya avanzaron ¿qué defectos superar?

Victorio. Ok. Hay varias cosas… ¡es que son un montón! Cuando se empieza, no sólo con la armónica con cualquier instrumento, evidentemente estás emocionado y empiezas a escuchar grabaciones, a ver videos y estás centrado exclusivamente en ese instrumento, dejas fuera absolutamente todos los demás instrumentos.

Si estamos escuchando una grabación con armónica, por ejemplo, estamos escuchando a, puede ser, R. J. Bishop que está tocando, con Muddy Waters y me centro en R. J. Bishop o en Little Walter, Junior Wells y no escucho nada de lo demás y empiezo a sacar algunas líneas que se parecen a él, pero, cuando empiezan a invitarme a tocar otros músicos, “trueno” y aquí va la sugerencia.  

Si están empezando, no sólo pongan atención a la armónica, pongan atención a toda la instrumentación; varios músicos, varios instrumentos ensamblados, no debemos poner atención en la actuación de uno solo, hay que tener claro, desde el principio, que hay que ir desarrollando nociones de ritmo, de tiempo y de colaboración con los demás.

Es un poco triste, penoso, escuchar muchas bandas, verlas en escena, cada quién va por su lado, ¡Cada quién está en su fiesta! Es justamente, una de estas razones que mencionaba, cuando empezaron su formación, cuando se acercaron a su instrumento, pusieron mayor énfasis, únicamente, en su instrumento y no en los demás.  No está de más tener un acercamiento a otros instrumentos que te va a dar una mejor comprensión del otro: la guitarra, el piano, la batería. Trabajar su tímbrica, esto es muy importante.

Octavio. ¡Ahora sí que nos pusiste a buscar el Santo Grial!

Victorio. Jeje ¡La tímbrica!, la mayoría no tiene una tímbrica muy bien trabajada, hay gente que puede estar tocando una armónica Low Fa, muy grave, y va a tener un timbre super agudo, como si estuviera tocando una armónica en Fa ¿Cómo es eso? está claro que hay algo que no va bien ahí; es trabajar ahí su respiración, sus cavidades: bucal, torácica, las cavidades nasales, ¡la nariz!, los resonadores. Todo eso influye.

Otra cosa que sugiero, es que sean un poco más tranquilos, más relajados; la mayoría que se sube a tocar a un escenario los veo casi sufriendo; hacen un “bend” y es evidente que están sufriendo, hay mucha tensión ahí; se nota, porque los ves haciendo esos gestos en la cara gesticulando, hunden la cabeza entre los hombros; entonces hay mucha tensión, no han desarrollado una buena técnica, de forma que puedan hacerlo de forma tranquila con el menor esfuerzo posible, de lo que se trata es hacer lo más posible con el menor esfuerzo, en las mejores condiciones, para tocar cada vez cosas más complejas, porque así tienen energía de reserva.

Octavio. Cada uno de los temas que propones ¡es una historia aparte!

Victorio. Se pueden desglosar.

Octavio. El primero: ¡relájate! ¡No, m’nch’s!

Victorio. Jejeje. ¡Eso es importantísimo!

Octavio. Una actitud, la más valiosa para que un músico llegue a ser profesional.

Victorio. ¡mmm! ¡mmmmmm! ¡Híjoles! Yo diría que la de ser respetuoso y amable, eso es importantísimo; nuestro país, nuestra Ciudad de México se requieren músicos así, y con la situación que estamos viviendo, todavía más; la comunidad artística está siendo de las más golpeadas y si no hay respeto y amabilidad entre los artistas que redunden en colaboración, pues va a ser muy difícil salir.

Octavio. Te adelantaste a mi siguiente pregunta, pero, antes te pido que me digas como prefieres referirte al ¿gremio de músicos o al gremio de armonicistas?, ¿qué es lo más recomendable para profesionalizarnos?

Victorio. Yo creo que gremio de músicos. Aunque, claro, para llegar a eso hay que tener el soporte adecuado, ¿verdad?, no podría ser si no pudiera leer medianamente una partitura, si no puede llegar y tocar una partitura a primera vista, si no tengo bien claras cuestiones de armonía y eso ¿no? si no yo sería solamente un “soplalengüetas”, esto puede ser muy duro, pero creo que es así.

Octavio. Te comento algo: yo trabaje con personas en prisión adictas a sustancias, al final de un ciclo de tratamiento, un interno se acercó a la coordinadora de esa clínica, se acercó uno de los pacientes y le dijo a la coordinadora: “jefa: vengo a darle las gracias, porque me dio lo que yo necesitaba no lo que yo quería”.

Es cruel, pero va por ahí, si no hay un reflejo…, que alguien te saque un espejo que te refleje como no te gusta verte a ti mismo y salir de tu área de confort para pasar al siguiente nivel. Sino vamos a estar con que: “¡no! lo que te decía yo ayer, ¡el Blues es improvisado!” … ¡Claro que no! Para improvisar hay que ser más que un “improvisado”.

Victorio. Sí, exacto, es que luego se mal entiende la noción de improvisación. Improvisado no implica que no tenga reglas, pueden ser reglas no escritas, son tácitas, que tenemos en el Blues y son reglas que la gente que toca este género, que realmente es del Blues, las conoce y son reglas que surgieron de toda una serie de vivencias de interacción entre ellos; entonces, por eso es también importante lo que mencionaba antes: la contextualización, cuando guardas un tema del género que sea, contextualízalo históricamente; sea que vayas a tocar a Beethoven o sea que vayas a tocar a Jazz Gillum contextualízalo históricamente: ¿qué onda históricamente a su alrededor? ¿cuándo grabó ese tema? A ver, Jazz Gillum, ¿Qué pasaba con él? Descubro que lo protegía el Ku Klux Klan, etcétera, entonces esas son el tipo de cosas que hay que ir poniendo en lo que se va a tocar.

Octavio. Ahora, a ver ¿qué te parece esta otra? Está bien, la contextualizó en el momento sincrónico de esta persona, en el momento en que ocurrió, pero ya en lo diacrónico ¿cómo llegó Jazz Gillum a nosotros? ¿Cómo se ha mantenido Walter Horton? ¿por qué es tan importante Sonny Terry? ¿sí? Y, otra cosa importante, ¡nosotros no podemos hablar de los campos de algodón! Pero estamos haciendo en otra sincronía, Jazz Gillum de los años veinte, treinta del siglo pasado a los veintes y más allá del siglo siguiente, el XXI, y en un contexto histórico cultural y geográfico diferente.

Victorio. Sí, ¡claro! la relación con la evolución de un hecho.


Victorio Montes – Marine Band Deluxe de Hohner


Octavio. De ahí es que me parece muy interesante lo que dices. A partir de ahí que no impulse, como músicos a buscar nuestra profesionalización en la técnica, en la sensibilidad y, no sé yo, en nuestro compromiso político, social o cultural.

Victorio. Si claro, parte de que uno busca hacer buena música, la haga uno o la interprete, hacerlo bien; nunca ser tan conformistas, estar siempre en la mejora, cada vez más y más y más, empujando siempre.

La profesionalización abarca muchas cosas, con lo que mencionaba de todos esos aspectos al inicio, el ir aprendiendo todo eso e incorporándolo del Blues la pervivencia, el rescate de la música. Es una música generalmente estática, es una música celosa, es una música ruda, cruda, es un género musical, incluso, bastante cerrado, el que, si uno trata de llevarlo a otro contexto, en otro camino, muchos le van a brincar a uno en la yugular, es una música bastante estática, y eso no está mal, es así, pero, se puede hacer un buen trabajo de interpretación de esa música y mantenerla viva.

Octavio. Yo creo que ese es el punto.

Victorio. Si el músico se profesionaliza y abarca todos estos aspectos desde marketing, estudio, administración, puede hacer un muchísimo mejor trabajo a la hora de interpretar esta música, de darle presencia. Intentos ha habido muchos, pero han fracasado porque, pues, no tienen en cuenta todas estas cuestiones. Ahora que, como dice el dicho, “A donde fueres has lo que vieres”. El mundo es un negocio, entonces, no hay de otra, no hay de otra. Súbete al barco y ve cómo puedes entrarle a esto, la cosa es así, porque es difícil. Muchos dicen esto y lo otro: “es que los patrocinadores…” o “…los apoyos culturales”, yo creo que habría que habría que encontrar un punto de equilibrio en el que uno pueda decir: “Ok, ¿cómo puedo yo valerme de un patrocinador o de un presupuesto gubernamental para alcanzar mis objetivos y al mismo tiempo que mi trabajo le sirva al otro para darle lo que quiere?, que quizás sean más ventas”.

Octavio. Que va por ahí, de acuerdo con lo que al principio mencionabas, la adaptabilidad, pero, más adelante me dices: ¡ser fiel a ti mismo!

Victorio. ¡Eso es lo difícil!… el no vender el alma. ¿de acuerdo?

Octavio. Al menos que sea en una encrucijada.

Victorio. ¡Exactamente! Es algo que yo al menos si he defendido a capa y espada… ¡Mi Libertad!

Puedo tener conexiones con marcas, con empresas; ¡Peeeero! mantengo mi libertad. ¿de acuerdo?

Octavio. ¡Muy de acuerdo!

Victorio. Lo que necesitas yo te lo doy y yo te utilizo para alcanzar mis objetivos, cada quién tiene lo que quiere y todos contentos. Pero se requiere hacer política, por desgracia.

Octavio. Por último, Qué les darías tú, a tus alumnos, nuestros lectores y, probablemente, futuros alumnos ¿Consejos o bendiciones?

Victorio. ¡Je je je je!, pues yo creo que consejos.

Octavio. Bueno, yo creo que todo lo que has dicho hasta ahora han sido consejos, pero aun así…

Victorio. ¿Qué podría decir?… ¡Que nunca dejen de divertirse! Eso es importantísimo, si no disfruto ni me divierte lo que hago pues ¿Qué chiste tiene? Entonces es un trabajo más, es un trabajo X por un sueldo X. Estamos en algo que nos gusta, que queremos hacer, entonces, ¡tiene que ser divertido!  Y disfrutable. Compartir más que competir; compartir nos lleva a crecer, ¿por qué? porque si no impido que otros avancen, a lo mejor alguien más descubre una forma diferente o mejor de hacer algo que yo hago, pero que no domino, y esa forma me puede ayudar a mejorar y ese ciclo, puede repetirse una y otra vez y, entonces, la escena va creciendo. No cerrarse a la evolución; en este caso podría ser en cuanto al avance de las tendencias tecnológicas. Ahorita, esta situación nos está llevando a replantearnos muchas cosas.

Octavio. Meterte en modelos o formatos de expresión que sabías que estaban ahí, pero, no te atrevías.

Victorio. Sí y ahora se reinterpreta todo. Hace unos días, salió con mi chica, “Reinterpretando las palomitas”, porque antes las palomitas, en el cine, cuando ves una película en casa, qué se yo ¡pero ahora! palomitas para un webinar: ¡palomitas para una conferencia en línea! Repito: No cerrarse a la evolución.

Octavio. jejeje. Tiene que ver con lo que platicábamos hace rato, del estatismo del Blues y de algunos puristas, que, si no tuviste un abuelo esclavo y no trabajaste en una plantación y no usas cuerdas de bronce ni estás amargado no puedes hacer Blues (exageré, perdón).

Victorio. jajaja

Octavio. O lo que estás haciendo no es Blues, es otra cosa.

Victorio. Si son cosas, que, a final de cuentas, igual se vale, y es música hasta cierto punto estática y ¡está bien! No hay problema en que siga así, curiosamente comparto algunas cosas de esa vertiente, hay cosas que sí, definitivamente no entran en la categoría de Blues.

Octavio. Voy de acuerdo, pero ¿mientras no seas Walter Horton no puedes tocar armónica? ¿si no eres Muddy Waters no puedes gritar?

Victorio. Sí, bueno, hay cosas que se podrían decir, de entrada, la armónica, la armónica es un invento alemán, ¿cabría decir que sólo los alemanes pueden tocar armónica?

Octavio. Por ejemplo.

Victorio. Ya de entrada, entonces eso ya da al traste con todo lo demás. Por ejemplo, esta reticencia del cromatismo en la armónica diatónica, con los “overs” ¿por qué? porque los “overs no son notas naturales; bueno, de entrada, tampoco los “bends” son naturales, la armónica no fue diseñada para hacer nada de eso.

Octavio. Como que fue un accidente ¿no?

Victorio. Es un accidente ¡claro que sí!  Que sucedió simultáneamente en muchas partes del mundo. Su surgimiento y uso en el Blues fue lo que más difusión tuvo.

Octavio. Que se aprovechó porque tuvo un efecto estético.

Victorio. Exactamente, pues sí, no quedarse tan estáticos, lo que sí esta vertiente del Blues. Ya no tengo problema con eso, te digo, comparto mucho de esos puntos de vista, comparto muchas de esas opiniones. La parte que no comparto es la de la violencia. De repente se genera demasiada violencia. Si algo he aprendido hasta mi edad, es que, generalmente las discusiones son bastante inútiles, se puede tener un diálogo, una plática, pero, ya; sólo eso, las discusiones violentas implican imposición y va en la dirección de querer colonizar al otro y, no, no está bien. Creo que cada quién es libre de pensar lo que quiera, quizá no de hacer lo que quiera, pero, sí de pensar lo que quiera; en el campo del pensamiento uno es totalmente libre, todavía. Pero, cuando se llega a esas discusiones tan violentas, entonces, se va produciendo un retroceso no sólo en las personas sino en toda la escena.

Verás, una de las cosas que he visto en muchos músicos, del instrumento que sea, quieren alcanzar un patrocinio, quieren alcanzar el apoyo de alguna empresa, pero, no lo han logrado. El caso del Blues es muy particular en este sentido ¿por qué no se ha logrado? Las marcas están sampleando todo el tiempo las redes; entonces, si yo, como marca, veo violencia ni me acerco ¿verdad? Si veo desunión ni me acerco, si no veo actividades eso no me sirve para vender, para posicionar mi marca. Entonces de lo que se requiere es que haya más colaboración, que haya más actividades, más eventos con un objetivo bien definido. Decir: “ok, quiero un patrocinio”, queremos más patrocinio, muy bien vamos a trabajar, más eventos, más clínicas, exposiciones, conferencias, qué sé yo y vamos a tratar de ser más vistosos y eventualmente caerá. Que vean que hay colaboración y no hay violencia.

Octavio. ¡Qué cosa me has dicho! Acabas de sintetizar una cuestión que yo traía, así como dispersa y la acabas de concretar. Yo no sabía eso de que estén “sampleando” las redes y eso lo veo con gentes como tú, de alguna manera Eliú Quintero, que tiene un patrocinio, ahora no recuerdo de quien, él no se ha metido ni se ha enfrascado en dimes y diretes con nadie, él ha hecho su trabajo, su proyecto, ¡es fiel a sí mismo y ahí va!

Victorio. ¡Exacto, exacto! Es en estas situaciones donde puedes ver las diferencias, quienes lo logran y quienes no, y habrá quienes digan: “yo no lo necesito”, ¿no lo necesitas?, entonces ¿por qué estás enojado? O ¿por qué lo dices vociferando?, si alguien no lo necesita, simplemente ni habla. Es simple. Una mente tranquila, realmente serena actúa de otra forma.

Octavio. Mejorándose así mismo (suspiro). Mi querido Sensei, ya no tengo que preguntarte, quieres redundar en alguna idea.

Victorio. Creo que fue una buena plática.

Octavio. A mí me agradó. Muy rica.

Victorio. Que sirva a tus propósitos

Octavio. ¡Mucho, mucho! Me abriste a varios temas que podría yo trabajar, que podría abordar en el futuro y, si no tienes inconveniente, ¿puedo involucrarte? Si me lo permites.

Victorio. ¡Claro que sí, con mucho gusto! Una de las cosas que más me importan es la profesionalización del instrumento y llevarlo a un terreno más serio. Cosa que ha sido muy difícil, pero, pues ahí va. Ahora con mi trabajo desde, lo que yo he llamado, mi atelier, fue la idea de lanzar muchas actividades, pero con esta cosa de la pandemia el programa de actividades se fue al traste, era un programa que cubría todos estos aspectos; el de invitar gente, el de invitar a talleristas que dieran una charla o un curso de marketing, sobre vestimenta, manejo de escenario, liderazgo, mentalidad administrativa, para darles a los músicos de armónica y aquellos de otros instrumentos que quisieran entrarle, las herramientas que les ayuden a llevar a mejor puerto su trabajo. Hay muchos músicos que son independientes que trabajan por su cuenta y no logran avanzar porque no hay una comprensión de todos estos elementos.

Si la situación permite, si las cosas mejoran para el próximo año, estaré relanzando esto; algo de esto se ha llevado a las transmisiones en línea desde mi página, hubo una muy buena sobre manejo de escenario, ahí están unos consejos increíbles, la idea es cubrir todos estos aspectos que he mencionado y darles las herramientas a los músicos de armónica o de otros instrumentos que quieran entrarle.

Porque en esto de la armónica no tenemos esto, porque en la armónica como la guitarra o piano hay elementos que están más presentes sabes que vas a tener que trabajar tu imagen pero, el músico de armónica, pues, no; no a trabajado este tipo de cosas; entonces, son rarísimos los que lo han estado haciendo, a diferencia de algunos como Elihú, que se nota que tiene toda la infraestructura, y he visto por ahí dos que tres trabajos finales, productos finales llamémoslos así: videos; de uno o dos chicos que digo: ya pusieron el listón a ese nivel, ojalá sigan ofreciendo productos, como mínimo, de ese nivel, en lo que a la toda la producción visual se refiere a su trabajo, su trabajo con la armónica, el sonido, etcétera, porque eso es lo que se requiere.

Si logran seguir trabajando a ese nivel, ya la armaron. Sí, la profesionalización es algo que hace mucha falta.

Tú sabes, cuando nos reunimos todos los soplalengüetas, surge en plática la escena argentina; ellos tienen festivales, concursos, escuelas, todas las marcas tienen presencia, y en México ni nos pelan, pero, hay que ver como está la escena allá, bien ¿no? Reitero las marcas lo que quieren es un medio adecuado, el caldo de cultivo adecuado para crecer. Sí o sí, las marcas son negocio, entonces, si no estamos dispuestos a ofrecerles eso, vamos a seguir donde estamos.

Hace muchos años, 15 años, la escena en México y Argentina era la misma, estábamos en igualdad de condiciones y ellos se han separado completamente, lograron muchas cosas y siguen creciendo, nosotros seguimos estancados, por desgracia, es por la desunión; por todas las peleas, hay que dejar eso ¡ya! Hay que ceder un poco, ser más reflexivos; Sólo eso es lo que nos va a permitir tener todo eso que deseamos en torno al instrumento, claro está.

Octavio. Entre abrazos virtuales, o ¿imaginarios? Nos despedimos de mi querido maestro y amigo Victorio Montes Silva. Le agradezco sus atenciones, sus conceptos y su tiempo.

The Blue line was my blues and

The red line was my mind.