Una Experiencia

Pez gato con pepinillos fritos (Catfish and fried dill prickles) Parte 1

Si existe un animal cuya imagen en el Mississippi sea controvertida, este es, sin duda, el siluro, más conocido como pez gato o catfish, nombre derivado de los bigotes que tiene junto a la boca. Se debe esto a su fama de animal carroñero y limpia fondos que se alimenta de los detritus del resto de habitantes del Mississippi, motivo por el cual se le considera un pez sucio y, por tanto, poco adecuado para llevarse a la boca.

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Sin embargo, en la pobreza en la que vivían los esclavos negros y la white trash, cualquier bocado era considerado un manjar y no se tenían remilgos a la hora de elegir menú, sobre todo si existía la posibilidad de incluir en él un animal como este: abundante, grande, nutritivo y sabroso.

Antes de la llegada del hombre blanco a América, no existen referencias que citen a los indios americanos comiendo catfish, pero, según se fue colonizando el continente, el pez gato se incorporó a la dieta de la gente de las clases sociales más bajas.

Encontramos a este pez en 1876, nadando en las páginas de Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain, quintaesencia de la América rural y pobre, cuando, en el capítulo XIV, Tom se escapa de casa junto con sus compinches Huckleberry Finn y Joe Harper para convertirse en piratas:

“Mientras Joe cortaba lonchas de tocino para el desayuno, Tom y Huck le dijeron que aguardase un momento, y se fueron a un recodo del río. Echados al agua los aparejos de pesca, al instante se colmaron sus esperanzas. Joe no había tenido tiempo de impacientarse cuando ya los otros estaban de vuelta con un par de hermosas percas, un pez gato y otros peces peculiares del Mississippi. Aquello sobraba para toda una familia. Frieron los pescados con el tocino, y se dijeron que nunca habían probado cosa tan exquisita. Ignoraban que los peces de agua dulce saben mejor cuanto antes pasen del río a la sartén.”

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Portada de una edición de Las Aventuras de Tom Sawyer de 1884

Entre la población negra, este pescado era muy apreciado. Tanto como para denominar así a un barrio de la población de Columbus, Mississippi, un barrio que es conocido como el Catfish Alley, debido a que cuando los negros que vivían en esta zona iban al río Tombigbee a pescar y conseguían alguna de estas piezas, el olor del catfish friéndose atraía a gente de los alrededores y, lo que en un principio iba a ser una comida normal y corriente, se convertía en un banquete para vecinos y extraños.

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Pesca de catfish

Para que todos los hombres que trabajan en el campo estuviesen presentes en el festín, este tipo de eventos se fue planificando para que coincidiese con el sábado por la noche, el momento más lúdico y festivo de la semana pues al día siguiente no se trabajaba. He aquí el origen de los famosos night fish fry, fiestas en las que se servía como cena pescado frito y las actuaciones musicales permitían el baile y la jarana hasta altas horas de la noche. Como decía Louis Jordan, si habéis estado alguna vez en Nueva Orleans, sabréis a qué me refiero.

En la cocina sureña, el catfish se suele preparar frito y acompañado por otras frituras, como son los pepinillos fritos, fried dill prickles o los hushpuppies, una especie de buñuelos de maíz muy típicos. Estos platos son auténticos manjares para los afroamericanos, como deja de manifiesto el presidente del BB King’s Club quien asegura que la comida preferida de BB King (era) el catfish, sobre todo acompañado con fried dill prickles.

El hombre blanco, al que siempre gustó ridiculizar las costumbres de los negros, aprovechó esta predilección por el catfish para mofarse de sus gustos culinarios.

Así lo podemos ver en el siguiente minstrel: -Espectáculo musical en el que los blancos se disfrazaban de negros e interpretaban su música, imitándoles y, normalmente, ridiculizándoles-, titulado The Darkey -Oscurillo. Término despectivo para referirse a los negros. El darky solía ser uno de los personajes habituales en los minstrels, junto a la mammy, el mulato, el dandy y el esclavo-, and the Catfish y muy conocido en Illinois a mediados del siglo XIX, en el que se ridiculiza al negro que, habiendo pescado catfish, no tiene necesidad de comer grasa de tocino, zarigüeyas o mapaches:

Don’t talk to me o’ bacon fat or taters, coon, or possum,
For when I’ve hooked a yaller cat, I’ve got a meal to boss ‘em.
No me hables de grasa de bacon o patatas, mapache o zarigüeyas,
Para cuando haya pescado un catfish, tengo comida para todos.

Fue otro minstrel más antiguo, de 1844, llamado My Old Dad, la primera canción popular donde se incluyó a este pez. La fama de esta tonada fue tan grande, que originó diferentes canciones interpretadas en los minstrel con el catfish como protagonista, como la siguiente llamada Mr. Catfish:

That old Jackfish swimming up the stream
 I asked that Jackfish what did he mean.
Just baited a hook to catch a shad
The first thing he bit was my old Dad.
Ese viejo Jackfish nadando río arriba
Le pregunté al Jackfis qué quería decir.
Tan sólo ceba un anzuelo para pillar un sábalo
La primera cosa que mordió fue mi viejo Papá.

Continuará…