Desierto Blues

Desierto Blues-Jazz y Músicas Afines

Entrevistas, reflexiones, memoria del Festival de Blues y Jazz del Desierto de Saltillo, Coahuila. México.

Que se puede decir, escribir, reflexionar de un festival que cada año, renace como el ave fenix, renace de las cenizas, de la memoria, de la solidaridad y empatía. Un Festival que desde la primera edición se propuso ir más allá del lucro, del agandalle institucional, de los egos. Y que se dio como un festival distinto, diferente.

Con once ediciones a cuestas, ha sido testigo de la evolución, la madurez y la maestría de grupos, solistas y artistas que se han dado cita desde el 2014. Por eso a partir de este número y agradeciendo a Cultura Blues por el espacio y a grupos, solistas y personajes del ámbito cultural, de medios, del arte y la cultura que nos compartan su voz, memoria, reflexiones, anécdotas y más de este Festival de Blues y Jazz del Desierto de Saltillo, que cada año se rearma, renace y se vuelve a compartir con todas y todos aquellos que gustan del blues, jazz y músicas afines.

En esta entrega nos acompaña, Fátima Soto Hernández, Doctora en Educación Popular, Maestra en el Instituto Tecnológico de Cd. Jiménez Chihuahua, Educadora Popular dentro de la Asociación Civil/Cooperativa Cep-Parras A.C., además de todo esto, parte esencial del movimiento cultural Espina y Jugo como intérprete, cantante y compositora junto al maestro Marco A. Rangel.

Ella nos compartió en la 10ª edición del festival junto con las compañeras y educadoras populares del Cep-Parras en Jiménez Chihuahua la letra del tema 10, donde el maestro Marco A. Rangel le acompañaría en los arreglos y música.

Pero además de esto, una carta a manera de reflexión, memoria y acompañamiento que hoy compartimos con todos los lectores de Cultura Blues.



…”Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

Antonio Machado

Ser parte del Festival de Blues y Jazz del Desierto, de este nuestro desierto chihuahuense en Saltillo, Coahuila, significa sentir vivas las letras del poema de Antonio Machado, musicalizado por Serrat, al saber lo complejo y a la vez, lo bello que significa abrir brecha en procesos educomunicativos y de producción cultural donde no los hay de manera sistemática, organizada, autogestiva, solidaria y amorosa.

Podrán existir muchos festivales, pero este, el de Saltillo, el de Radio Imagina, el nuestro, es peculiar y significativo por las espinas que en el camino se han tenido que afrontar en cuanto a espacios, gestiones, apoyos, participación, pero en contraparte y sobre todo, por el ambiente de confianza, colaboración y vínculos que se ha ido desarrollando y fortaleciendo entre quienes vamos participando, sueños que sin duda compartimos desde el Cep Parras, A.C. y el colectivo del Foro Intercultural de Radio Imagina, en aras de una sociedad menos egoísta y más colaborativa, menos triste y más alegre, menos injusta, por una donde la libertad y la justicia tengan valor, así como la vida en todas sus expresiones.

Para nosotras, como educadoras populares desde el Cep Parras, A.C., y en lo particular, como artista comunitaria del movimiento Espina y Jugo, nos ha dejado aprendizajes esenciales que debemos seguir comunicando y reproduciendo en todas nuestras trincheras de lucha, desde la educación hasta el arte transformador.

Entre estos aprendizajes está el hecho de mantener firme nuestro derecho a la libre expresión desde la música que se va creando fuera de los estereotipos hegemónicos del mercado; la constancia y terquedad, en buena lid, de que estos encuentros de música y fraternidad se hagan a pesar de obstáculos y de los pocos apoyos de gobiernos y fundaciones, más bien con el esfuerzo y solidaridad de quienes participamos y sobre todo, del colectivo anfitrión en Saltillo coordinado por nuestros hermanos Jorge y Marisa. Ya unos nos brindan alimentos, ya otros el hospedaje, o nos llevan corriendo a la central de autobuses para no perder el camión tempranero después de los luminosos ‘afters’ llenos de música, poesía y amistad…

También los grupos y solistas participantes, hemos ido creando entre sí lazos fuertes de amistad, de colaboraciones, de mayor sentido de camaradería, que de competencia y ego (que por supuesto es un común denominador en los temperamentos artísticos, pero que se puede regular sin duda, jajaja), lo que nos hace constatar otro aprendizaje esencial: la posibilidad hecha realidad de que se puede ser fraternos entre lo distinto y diverso, entre las individualidades, de que sí podemos tejer redes de solidaridad y ser contracultura en un contexto actual predominantemente individualista, de aislamiento, de mercantilización de todo, hasta de las cosas intangibles y sublimes como la música y el arte, no se diga la mercantilización de lo humano, de la vida misma en todas sus manifestaciones, la tierra, el aire, el agua, los animales, las plantas…

Por tanto, es apremiante que sigamos haciendo camino al andar, que no nos cansemos, que no desistamos, así que, larga vida al Festival de Blues y Jazz del Desierto, cumpliendo por cierto 10 años ya. ¡Felicidades infinitas! Mucho ánimo, valor y esperanza para Radio Imagina. También, tal vez sea momento de cerrar un ciclo y abrir otro, a 10 años de este camino, parar, reflexionar, pausar por qué no, sistematizar, para luego, volver a vivir, como dijo Aldape; pero bueno, esto es tan solo una manera de espinarnos la calma, diría José Luis Alvarez. Lo que sí es que, seguimos caminando…”.

Una voz de nuestro desierto que sin duda nos motiva a seguir adelante. Gracias Fátima.