Cortando Rábanos

El canto del Ave Phoenix (un cerillo al miedo)

La vida de Betsy Pecanins ha sido cantar el blues. Nacida en Phoenix Arizona, de padre norteamericano y madre catalana, Betsy ha grabado más de 15 discos y ha recorrido medio mundo cantando un repertorio altamente flamable, integrado por composiciones suyas y reelaboraciones de standards que van de Muddy Waters a Silvio Rodríguez, pasando por los Beatles, el bolero, las rancheras y el son jarocho.

Después de pasar un periodo alejada de los escenarios por motivos de salud, ha vuelto con un nuevo material: Ave Phoenix. El pasado 29 de agosto se presentó en el Teatro Esperanza Iris, en la Ciudad de México. Allí estuvimos, festejando su regreso. Van para ella estos versos:

De entre sus propias cenizas
renace una voz en llamas,
es una voz que reclama,
rebelde, inquieta, insumisa.
Melodía que cicatriza
es calor, es fuego, es luz,
las mañas del avestruz
no están entre sus costumbres:
lo suyo es prenderle lumbre
a los compases del blues.
Atizada por el viento
toda vida es combustión:
unas, violenta explosión,
otras, flama a fuego lento.
Hay quien empeña su aliento
en una vida tranquila
y hay quien carga en la mochila
la pólvora del deseo:
a esos los bautizan, creo,
con un trago de tequila.

Un ave canta en la rama
del blues, el son y el bolero
con un acento extranjero
que nuestra atención reclama.
Hoy, su canto es una llama,
un corazón en combate,
tambor que en tresillos late,
incendio en tono de LA;
esa voz no es, ni será
llamarada de petate.

Cantar es prenderle fuego
al árbol de la memoria,
incendiar la propia historia,
poner en llamas el ego.
Pero el canto es también juego
de palabras que hipnotiza;
canta el Fénix y exorciza
el sufrimiento y el llanto,
y le permite su canto
renacer de sus cenizas.

Renacer con José Alfredo,
con Lennon y B.B. King,
volver a encender el swing
y echarle un cerillo al miedo.
De Veracruz a Laredo,
from New York to New Orleans
nobody knows what it means
prender fuego al escenario
para renacer a diario
como Betsy Pecanins.Urgen pianos en las calles
y Briseños que los toquen,
urgen voces que retoquen
la utopía en los detalles.
Urge un tractor que no falle
plantando buena semilla,
urge quitar de la silla
al traidor y al delincuente
y hoy más que nunca es urgente
que vuelvan Zapata y Villa.
Urge volver la mirada
sin convertirnos en sal
porque al tejido social
le urge una remendada.
Es urgente -más que nada-
ponerle fin a la transa,
urge pagar una fianza
que libere al corazón
y es urgente una canción
que renueve la esperanza.

Nuevos versos de Frino cada martes en www.cortandorabanos.blogspot.mx