‘Kingfish’ – Hard Road
Christone ‘Kingfish’ Ingram – Hard Road (Red Zero Records 2025). Foto por José Luis García Fernández
Hemos seguido muy de cerca la brillante trayectoria del extraordinario guitarrista de tan solo 26 años, Christone “Kingfish” Ingram, y ahora está aquí presentando su tercer álbum de estudio, Hard Road, que como dicen por ahí… ‘No es una exageración decir que es uno de los lanzamientos de blues más esperados del año’. El álbum apropiadamente titulado fue lanzado el pasado 26 de septiembre, precedido a través de canciones que se habían ido publicado una a una durante meses, generando expectativas entre la creciente legión de fanáticos que ha ido obteniendo Kingfish a través de los últimos tiempos.
El joven guitarrista, cantante y compositor ha tenido una intensa actividad en los últimos cinco años, alcanzando el estrellato en un género que rara vez ve ascensos meteóricos en artistas que surgieron prácticamente de la nada para encabezar algunos de los festivales y escenarios más grandes del mundo. El ganador del Grammy, ha recibido apoyo a lo largo de su trayectoria, no solo del prestigioso sello Alligator, que lo presentó a su gran público al contratarlo y luego lanzar y promocionar sus dos primeras sesiones de estudio: Kingfish (2019) y 662 (2021), y una en vivo, Live in London (2024); sino también de estrellas consagradas como Eric Gales, Samantha Fish, Keb’ Mo’ y, especialmente, Buddy Guy.
Todos lo han aclamado como uno de los jóvenes más talentosos, listo para mantener vivo el blues y, sobre todo, para convertirse en la próxima generación. Ese reconocimiento, se pudo notar entre los músicos y el público en el pasado Festival de Blues en Chicago de este año 2025. Con Hard Road, Kingfish ya está explorando nuevos territorios. Este es el lanzamiento debut con su propio sello, Red Zero, en copropiedad con su veterano manager, Ric Whitney. Es una forma de grabar sin interferencias corporativas y contratar a otros artistas que merecen reconocimiento. Esta aventura es una apuesta arriesgada para cualquier músico, y más aún para alguien relativamente nuevo en la escena.
A diferencia del disco en vivo Live in London, de casi dos horas que exhibió su virtuosismo instrumental al ampliar su material para el escenario, este álbum reduce las nuevas composiciones a fragmentos más breves. Solo tres canciones superan los cuatro minutos, ya que se centra en los arreglos, la melodía y, sobre todo, en su voz profunda y emotiva. Lista de canciones. 01. Truth; 02. Bad Like Me; 03. S.S.S; 04. Nothin’ But Your Love; 05. Crosses; 06. Voodoo Charm; 07. Back to LA; 08. Clearly; 09. Standing on Business; 10. Hard to Love; 11. Memphis.
«Crecí en el Delta, en lo profundo del 662«, canta Kingfish en Truth, la canción que abre el álbum. «Mi fe y mi guitarra eran mi única salida«, continúa mientras un ritmo funk vibrante abre el camino y llena la atmósfera de sutiles notas blue. Luego, hace un guiño a los sonidos contemporáneos en Bad Like Me, mezclando voces semi-rap con un tema potente y contundente que lo convirtió en un tema para publicar como un sencillo y conquistar nuevos públicos.
En S.S.S., Christone brilla y arde, penetrando con una fuerza abrasadora e impulsiva. Rebosante de energía vigorosa y sensualidad cautivadora, esta pieza funk seductora expande los parámetros de la música de Kingfish para incorporar otras facetas de sus gustos personales. La potencia elemental de su guitarra sigue siendo la protagonista. Le sigue un suave tema R&B Nothin’ But Your Love, en donde Ingram demuestra que también tiene su coranzoncito y un indudable gran amor por su música.
Después sigue con la cruda Crosses, un oscuro riff muy rockero con influencias de Stevie Ray Vaughan, en una de las interpretaciones y voces más duras de Ingram en este disco. En la excepcional Voodoo Charm, toca increíbles riffs, con influencias de Hendrix, que realzan este blues rock deliberadamente ardiente, para mí la canción más representativa del álbum. En Back to LA, la virtuosa guitarra de Christone se desliza en todo el tema que describe parte de su bagaje por los caminos de las giras y de su deseo de regresar a Los Ángeles.
Clearly, podría ser su apuesta por un estándar al estilo de Stevie Wonder y George Benson; una balada que demuestra lo emocional que puede ser Kingfish con un estribillo de piano y una parte de guitarra corta y dulce. El ambiente sonoro se suaviza con el pop fresco Standing on Business, donde Ingram ofrece una voz digna de Keb’ Mo’ en una despedida que se escucha con más suavidad de lo que sugiere la letra: “Nena por última vez, adiós, buena suerte”.
El R&B de medio tiempo Hard to Love You, introduce riffs especiales entre las estrofas de un soul blues candente que captura la habilidad de Kingfish para equilibrar la melodía y la ejecución fulgurante. Una balanza natural entre el feeling y la técnica. Para el gran final Christone nos lleva al Delta con Memphis, un shuffle acústico, acompañado con la armónica del joven maravilla Harrell «Young Bell» Davenport. Es un cierre apropiado para una colección de éxitos diversa y decidida que encierra el ya extraordinario talento de Kingfish, a la vez que señala el camino para expandir su visión hacia un futuro que se ve deslumbrantemente brillante.
Calificación: 9.0 Excelente
