De Blind Raccoon

Michael Rubin: I’ll Worry If I Wanna

Michael Rubin – I’ll Worry If I Wanna (Many Hats Records – 2022)

Este es un disco debut curioso, simpático y alegre de un armonicista poco convencional: Michael Rubin. Pero, ¿quién este artista principiante como líder en la maquinaria discográfica? Habiéndose distinguido como acompañante durante muchos años, Michael Rubin finalmente se convierte en el centro de atención, no solo como maestro de la armónica, sino también como cantautor en su álbum, I’ll Worry If I Wanna, lanzado por Many Hats Records.

Cuenta la leyenda que Michael fue concebido en Memphis en 1969. Fue a Woodstock en el vientre de su madre, sellando su amor por la música. Nació en Nueva Jersey en ese mismo año de 1969, su familia se mudó a Pittsburgh, PA y después al condado de Marin, CA. Tomó una armónica a los 15 años e inmediatamente supo que era su futuro.

Mientras estaba en la Universidad en el Área de la Bahía, tuvo fácil acceso a sus verdaderas aulas, los clubes de música destacados, como The Cotati Cabaret y el Slim’s en San Francisco. El blues estaba experimentando un tremendo resurgimiento y músicos como Charlie Musselwhite, Norton Buffalo y Mark Hummel vivían y tocaban cerca.

California ha sido una célebre meca de la armónica y las leyendas pasan regularmente, sobre todo, Rick Estrin con Little Charlie and the Nightcats, quien no solo fue el mentor de Rubin en la armónica, sino que le mostró que el blues puede ser una música excelente y divertida. Rubin tomó ese conocimiento en serio, estudiando a Estrin, Rice Miller, Mose Allison, James Harman, Louis Jordan y los músicos que no son propiamente de blues, como: The Coasters, David Bromberg y Jonathan Richman.



Después de la Universidad, Michael se mudó a Nueva Orleans, donde se convirtió en integrante de la banda, Irene and the Mikes,y fue asesorado por Andy J. Forest y Anders Osborne. A partir de ahí, Rubin pasó medio año tocando en las calles de Europa, antes de mudarse a Austin en 1993. Allí se unió a la escena del blues y fue asesorado por Gary Primich, quien sabía que crear una canción era tan importante como tocar bien la armónica.

Se enfocó mucho en ser un acompañante, encontrando oportunidades constantes con varias bandas. Mientras seguía escribiendo, sus canciones se convirtieron en gemas escondidas, y solo aparecían al mundo en ocasiones especiales. Aprendió que había más en la música que el blues, y comenzó a explorar profundamente un sinnúmero de estilos, como el folk, el rock, el jazz y la música clásica.

A medida que sus habilidades con la armónica se hicieron ampliamente conocidas, fue contratado para ser el armonicista principal en el musical, The Civil War, que ayudó a estrenar en Houston. Rubin se mudaría a Nueva York cuando el espectáculo debutó en Broadway en 1999 y recibió múltiples nominaciones a los premios Tony. Cada noche, con el acompañamiento de su armónica, el Norte ganaba y los esclavos eran liberados.

Al regresar a Austin después de un año en el teatro, tocó con artistas importantes como: Ruthie Foster y Cyrille Neville. También tocó en presentaciones de Seth Walker, The McMercy Family Band (que cantan coros en el álbum de Rubin), That Damned Band, Kalu James, Sick’s Pack y muchos otros.

Es un artista de sesión de grabación codiciado, que aparece en docenas de álbumes. A través de los años continuó escribiendo su música original. A los 50, quedó claro para él que si no sacaba su propia música pronto, tal vez nunca sucediera. Entonces, comenzó a trabajar con el armonicista, guitarrista y cantante, Josh Fulero, en la producción de su álbum como solista.

La portada con caricatura, así como el título en sí, le asegura al oyente que el blues que está a punto de escuchar estará lleno de humor, de mucho humor. Coproducido por Josh Fulero y Rubin, el álbum presenta nueve temas originales de Rubin: 1. Little Rabbit; 2. Go Milk Your Own Cow; 3. Old Rodeo Dreams; 4. Kama Sutra Girl; 5. Can We Break Up Again; 6. I’ll Worry If I Wanna; 7. Beer Belly Baby; 8. Chain Letter Blues; 9. Fourth Coast.

La banda de acompañamiento principal incluye a: Mike Keller en la guitarra, Michael Archer en el bajo, y Mark Hays en la batería, junto con varios músicos invitados memorables. Este impresionante conjunto proporciona un entorno nítido, sencillo pero potente para la armónica superlativa y la voz peculiar de Rubin.



El álbum inicia con Little Rabbit, una tonada alegre y graciosa con un guiño musical al tema, Bunny Hop, de la década de 1950, su armónica cromática suena genial. A continuación Michael, cambia de referencia animal (de conejito a vaca), en otra pieza con melodía rítmica, divertida y pegajosa, Go Milk Your Own Cow, que tiene un toque de estilo Nuevo Orleans. Old Radio Dreams, resulta ser una pieza lenta con una interesante revisión al género Country & Western de antaño, con un cierto énfasis en el Western.

En Kama Sutra Girl, una canción con tres acordes básicos en su progresión, resulta divertida por la forma de utilizar los tonos bajo y muy altos en su armónica diatónica, la letra trata sobre una mujer que sabe exactamente cómo posicionarse en su vida. Can We Break Up Again, una pieza de blues muy jazzy, con un muy sabroso y destacado piano. En la canción principal del disco que le da un título de exuberante masoquismo, I’ll Worry If I Wanna, Michael se destapa tocando su armónica alegremente, con este buen boogie woogie.

En Beer Belly Baby, un rítmico blues machacón donde la armónica nada tradicional, sigue siendo la estrella de la tarde. Chain Letter Blues, es una melodía lenta con un armónica apropiadamente llorona que subraya el triste dilema del tema: ‘ser supersticioso o no serlo’. El atrevimiento a ser diferente de Rubin, se extiende a la pista final, en su elección de cerrar con el único número instrumental del álbum, Fourth Coast. Al igual que con las nueve canciones, Michael generosa y sabiamente permite que sus músicos brillen tanto como él, y eso juega un papel excelso en hacer de este álbum un debut digno de elogio.