Zac Harmon – Floreada’s Boy
Zac Harmon – Floreada’s Boy (Catfood Records 2024). Fotos por José Luis García Fernández
Zac Harmon nació en Jackson, Mississippi. Es una auténtica encarnación de la música que emanaba del histórico distrito de Farish Street de esa ciudad, hogar de la leyenda del blues Elmore James. Dado que Zac estuvo expuesto a mucha música en su hogar, su vecindario y la cultura local, no es sorprendente que se convirtiera en un músico de blues. Su madre tocaba el piano y su padre, el primer farmacéutico negro registrado en el estado de la ciudad, tocaba la armónica y atendía las necesidades de artistas como Muddy Waters, B.B. King, Ike y Tina Turner, Albert King y Little Milton. Su vecina de al lado era una profesora de música que recibía en su casa a amigos como Cab Calloway, Duke Ellington y Harry Belafonte.
Otro vecino, Bill Farris, un estudioso del blues que trabajó con el famoso folclorista Alan Lomax y fundó el Centro para el Estudio de la Cultura Sureña en la Universidad de Mississippi, grabó a varios artistas de blues del Delta en su casa, incluyendo a Skip James. Zac comenzó su carrera profesional a los dieciséis años, tocando la guitarra con Sam Myers, un amigo de su padre. Dos años más tarde, ya tocaba con Dorothy Moore, Z.Z. Hill y otros conocidos artistas de blues que pasaban por allí en giras regionales.
Para producir su nuevo disco Floreada’s Boy (título en honor al nombre de su madre), y que contiene 12 pistas con una impresionante variedad de músicos, se unió al multiinstrumentista Christopher Troy. Lista de canciones: 01. Babe and Ricky’s Inn; 02. Fake News; 03. Glass Ceiling; 04. Let It Slide; 05. That’s the Way I Feel About Cha; 06. Stress; 07. Sugarman; 08. Big Dog Blues; 09. Lonely Rider; 10. Never Have a Better Night; 11. I’ll Never Forget; 12. Stop the Killing.
Zac logra popularizar y diversificar un poco su blues a fin de que sea atractivo para aquellos que no son tan conocedores o aficionados. Cada canción del álbum es una joya. En cuanto al blues, Harman lo lleva al límite con una guitarra slide excelente y una atinada sección de metales para ofrecer piezas excelsas como Big Dog Blues, un blues profundo que podría estar a la altura de los mejores clásicos del género.
Hay mucho funk, como en Let It Slide y Stress. Respecto al soul, hay cinco canciones hermosas, la más notable es la relajada y lenta That’s the Way I Feel About Cha, con un marcado sonido de los años 70 con la gran SueAnn Carwell. Never Forget es una canción de amor desgarradora y con el corazón roto que podría haber encajado perfectamente en un disco de Marvin Gaye o Ray Charles.
El blues siempre ha tenido algo importante que decir, y Zac Harmon lo dice con tanta claridad como siempre. Cierra el álbum con la canción Stop the Killing, increíblemente pesada, poderosa, sociocrítica y contra la violencia armada. Si no hubiera grabado nada más que esa canción emotiva e impactante, tan imprescindible en nuestro tiempo, eso por sí solo sería considerado una obra maestra, su obra magna.
Calificación: 8.5 Muy Bueno