Ollie Owens – Nowhere to Hide
Ollie Owens – Nowhere to Hide (2024)
Ollie Owens creció en las praderas canadienses y durante su adolescencia la música siempre estuvo presente. Artistas como Elvis, Odetta, The Band, Mavis Staples, Bonnie Raitt y Bob Dylan fueron fundamentales para su formación. Pero, más allá de escuchar, encontró consuelo escribiendo sus propias canciones, ya que veía la música como una forma de procesar la naturaleza caótica de la vida y dar visibilidad a sus propios sentimientos.
E incluso cuando Owens se tomó un respiro de 15 años para formar una familia, nunca puso un límite total a su pasión por la música: se ofreció como terapeuta musical, actuó ocasionalmente y siempre siguió escribiendo canciones. Ese paréntesis llegaría a su fin en 2015 en el famoso local The Blues Can de Calgary, donde el gran Bill Dowey la vio actuar en su jam “Blues Sunday School” y se sintió inmediatamente atraído por su sonido crudo y apasionado, convirtiéndose en uno de sus mayores seguidores. Alentada por la recepción positiva tanto del público como de los profesionales de la industria, Owens decidió perseguir su sueño de una carrera en la música.
Desde 2016, Ollee ha tocado en escenarios de toda Alberta, desde el festival Roots Blues and BBQ del Badlands Amphitheatre (compartiendo escenario con Hello Darlins, Matt Anderson y Dawn Tyler Watson) hasta el Stephen Avenue Live de Downtown Calgary, el King Eddy, el Festival Hall, Ironwood y Blues Can. Ha tocado en innumerables eventos comunitarios y privados y participó en el programa musical del aeropuerto YYC entre 2018 y 2020. Sus exitosos sencillos «Every Step of the Way» (2021) y «Edge of Goodbye» (2022) establecieron firmemente sus intenciones como artista talentosa que trabaja con autenticidad, apertura y honestidad allanando el camino para una conexión musical duradera.
«La música hace mucho más que entretener«, dice Owens, «da voz a una amplia gama de experiencias y sentimientos, y toca a quienes buscan una conexión. Tiene el poder de curar heridas y ser una fuente acogedora de luz y consuelo en la oscuridad«. Por todas esas razones y más, Ollee Owens sigue cantando, iluminando el camino para sus compañeros de viaje.
Su álbum Cannot be Unheard (2022) estableció firmemente sus intenciones como una artista talentosa que trabaja con autenticidad, apertura y honestidad. Ollee está presentando actualmente su nuevo proyecto Nothing to Hide (2024), que contiene 11 temas: 01. Nowhere To Hide; 02. Solid Ground; 03. Some Days; 04. Roots; 05. Love You Better; 06. Still in Pieces; 07. Shivers and Butterflies; 08. My Man; 09. Love Hung Around; 10. The Neighborhood; 11. Lord Protect My Child.
Este disco que trata en general del amor está producido por el baterista Bobby Blazier. Fue grabado en los estudios Gnome y Sweetbriar, ubicados en Nashville. La canción que da título al álbum Nowhere To Hide, comienza con Owens cantando con prestancia sobre cómo superar las relaciones, acompañada por los guitarristas Will McFarlane y Phil Hughley. En Solid Ground, Owens canta notablemente “este viejo mundo puede deprimirte.” con Gabe Klein en los teclados, Rahsaan Barber en el saxofón y el bajista Tommy Sims.
La composición de Some Days, dice Ollie, surgió de un deseo de reconocer los altibajos de nuestras experiencias cotidianas y la resistencia del espíritu humano, aunque con un toque de blues es una canción alegre. En el tema Roots, Ollie canta “cuando las nubes de tormenta se juntan… nada te detendrá”. En Love You Better, nos dice alegremente “Te voy a amar, te voy a tratar bien, sí, lo haré”. Y en Still in Pieces, canta “dijiste que lo sentías, ahora todo está en pedazos, no sé qué hacer”, en esta pieza DeMarco Johnson toca los teclados. En la bella tonada Shivers and Butterflies, canta “iluminas mis ojos, me haces sentir tan viva, te amo, te amo, te amo”.
En My Man, nos declara “él estará ahí para ti, no importa a dónde vayas, saben que no puedo evitar amar a mi hombre”. Love Hung Around, es una tonada alegre que le provoca precissamente que el amor le ronda cerca. The Neighborhood es una versión del tema de David Hidalgo y Louie Perez de Los Lobos, una vez más McFarlane toca una gran guitarra, mientras que Rahsaan Barber toca el sax y Roland Barber, la trompeta. DeMarco Johnson toca los teclados y nos lleva a la iglesia en la canción final original de Bob Dylan Lord Protect My Child, que tiene una influencia góspel.
Calificación: 8.5 Muy Bueno
