Las Teclas de Oro

Eugene Carrier

Esos grandes músicos de Blues que pocos conocen. Sesionistas como Eugene Carrier

Este espacio que estoy construyendo me gustaría que fuera muy amplio y que diera pie a hablar del Blues desde distintos ángulos. Si bien Las Teclas de Oro es una columna dedicada a tecladistas de Blues, quisiera no solo hacerlo desde la perspectiva de las estrellas; de los ‘Blueseros Famosos’. Esos pianistas y organistas de Blues contemporáneos y clásicos que por diversos motivos lograron destacarse y consiguieron convertirse en figuras influyentes que muchos seguimos.

Pero, ¿Y qué con esos tecladistas no famosos, esos músicos que no lograron consolidar una carrera solista exitosa? Los que no pudieron armar un circuito de trabajo estable y con un cierto reconocimiento.  Porque siendo objetivos, el Blues poco tiene que ver con la fama y la celebridad.  Ray Charles y Jerry Lee Lewis son la excepción de la regla.

Normalmente el Blues, el verdadero Blues, no goza de atención mediática; ni siquiera de reseñas en Wikipedia. El Blues que se toca en las capitales del mundo suele carecer de reflectores y de difusión. Así funciona. Hay otros estilos musicales más comerciales. A todo el mundo le gusta el Blues, pero conseguir cierto reconocimiento en el “ambiente” y en la industria musical gracias este género es todo un reto.

Pensando en esos grandes músicos expertos en el Blues pero que son poco conocidos se me viene a la mente un tecladista que escuché por ahí en los años 90 llamado: Eugene Carrier (1946-1997). Supe su nombre porque así venía acreditado en un disco en vivo de B.B. King: “Live at San Quentin” editado en 1990.

Eugene fue músico de la leyenda del Blues entre 1987 y 1991. Desafortunadamente, no fue requerido para los albumes en estudio de B.B., solo para ciertas giras y shows en vivo. Participando del mencionado “Live at San Quentin” y en el video B.B. King Blues Session de 1987 (al lado de otras superestrellas como: Etta James, Stevie Ray Vaughan, Albert King y Eric Clapton, entre otros).

Un tecladista con un gusto exquisito tanto para la potencia y soul en el Hammond B3, como para la elegancia y destreza en el piano. Un gran músico que sabía muy bien el arte de acompañar y de enriquecer los huecos y espacios de un Blues, más tratándose de escoltar al mismísimo Rey. Pero, ¿Y quién es Eugene Carrier?

Es difícil obtener información sobre él; parece haber nacido en New Orleans, aunque se le relaciona más como un músico de Texas, específicamente de Houston. Urgando un poco en diferentes fuentes, es posible averiguar que Eugene participó en diversos grupos de Blues en Texas en los 70 hasta que tuvo la oportunidad de acompañar a importantes exponentes del género en los años 80 como Lightning Hopkins y el mismísimo Albert King. Después, como mencionamos, estaría al lado del Rey B.B. King.


B. B. King – When It All Comes Down


Quizás haya quien piense que músicos como Eugene Carrier al haber tenido la oportunidad de tocar con grandes estrellas del Blues tendrían más relevancia curricular. Pero justo esta situación es la que me parece importante resaltar: Los músicos de sesión en el Blues. Esos músicos que un día están tocando con Bobby Rush y otro en un pequeño bar de Chicago.  ¿Acaso importa? La vocación requerida para ser un músico de Blues va más allá de las personalidades famosas con las que se toca. El Blues necesita todo del músico.

No hay negociaciones. No hay medias tintas. O tocas Blues o no lo tocas. Y no siempre las cosas van a a ser exitosas. El contexto que rodea esta música es adverso. La noche, las adicciones, las emociones fuertes; las pasiones. Tocar Blues de verdad y por décadas implica eso. Ser músico de sesión y de Blues, va a exigir, además de un alto grado de expertis en el género, saber muy bien Interpretar, acompañar, e incluso mostrar un perfil bajo cuando es necesario. Aunque tu nombre no aparezca en los créditos. Así funciona, y no se trata de ponernos lastimosos, así es ser músico de Blues, no se actúa desde la comodidad. You got the Blues, Right?

Por todo ésto, quiero homenajear a esos músicos que han acompañado a los grandes exponentes del género que en ocasiones su destreza y conocimiento musical son de altísimo nivel, pero que por alguna circunstancia sus nombres no destacaron. No obstante, la música queda. Gracias a todos ellos. ¿Qué sería del Blues sin ese bajista de B.B. King, o sin ese organista de Albert King, o aquel baterista de Buddy Guy, o el bajista de Koko Taylor…?

Les recomiendo, pues, darse un clavado al álbum “Live at San Quentin” de B.B. King y dediquen especial atención al magnífico trabajo de Eugene Carrier.


B.B. King – Never Make A Move Too Soon (Live at San Quentin)