Lado B

Dick Waterman, el fotógrafo de los bluesmen

Son House comenzó a tocar la guitarra a mediados de la década de 1920, alternando con grandes músicos de blues de la época como Charley Patton, Willie Brown y Robert Johnson, teniendo una carrera relativamente corta, pues solo tuvo actividad musical hasta el año de 1942, grabando una pequeña colección de canciones para el sello discográfico Paramount Records en 1930.

Y otra que logró grabar para Alan Lomax en 1941 y 1942, decidiéndose retirar de la música a los 40 años de edad, e irse a vivir a un departamento en el número 61 de la calle Greig, en la Ciudad de Rochester, Nueva York, lugar donde un 23 de junio de 1964 sería encontrado sentado en las escaleras de la entrada del edificio por tres jóvenes amantes del Blues que se dieron a la tarea de buscar leyendas del blues olvidadas, uno de ellos, un joven de nombre Dick Waterman.



Proveniente de una familia judía establecida en Plymouth, Massachusetts, Dick fue un niño tímido y tartamudo que se interesó siempre por la música folclórica. En la década de los años 50, Waterman estudió periodismo en la Universidad de Boston (donde tuvo su primer contacto con el Blues al promover conciertos de Bukka White y Mississippi John Hurt), y posteriormente se convirtió en escritor y editor de la revista Broadside.

La búsqueda y encuentro con Son House lo marcó para siempre, al grado de convertirse poco tiempo después en su manager. No conforme con eso, posteriormente funda, Avalon Productions, una compañía enfocada a la representación, reservación y administración de músicos de Blues, así como a la protección de los derechos de sus clientes, la defensa en contra la explotación, del derecho a la compensación justa y de la recuperación de sus regalías adeudadas.

Además de ser agente, productor y promotor musical, Waterman se convirtió en el fotógrafo oficial de las grandes leyendas del Blues, lo que lo llevó a ser el único miembro del Salón de la Fama del Blues, sin ser músico o ejecutivo de una compañía discográfica. Entre los músicos que manejó Avalon Productions fueron: Son House, Skip James, Mississippi John Hurt, Lightnin’ Hopkins, Buddy Guy, Junior Wells y J.B. Hutto. y le ayudó a Arthur ‘Big Boy’ Crudup a recuperar algunas regalías que le debía Elvis Presley por haber utilizado sus canciones y vender millones de discos.

En la década de los años 80, Dick se muda a Oxford, en donde se concentra en escribir sus memorias y en elaborar una compilación de todas las fotografías que tomó desde sus inicios, mismas que quedaron plasmadas en su libro “Between Midnight and Day- The Last Unpublished Blues Archive”. En el año de 1993, junto a la cantante, Bonnie Raitt y The Mt Zion Memorial Foundation, logró levantar una lápida en la tumba de Mississippi Fred McDowell.



El 13 de diciembre de 2011, el sitio “Blues GR-Keep The Blues Alive” publicó una entrevista que le hizo el periodista Michael Limnios a Dick Waterman de la que me permito compartir los siguientes fragmentos:

“… Sr. Waterman, ¿cuándo deseó por primera vez involucrarse en el blues y quiénes fueron sus primeros ídolos?

En Dixieland, escuchando el jazz de Nueva Orléans donde vi a Louis Armstrong en 1947 con una gran banda que incluía a Jack Teagarden y a Barney Bigard.

¿Con qué artistas ha trabajado y cuál considera el mejor amigo?

He trabajado con demasiados para nombrarlos aquí. Realmente me importaban, Mississippi John Hurt, Junior Wells y Robert Pete Williams. Tengo una estrecha amistad con Bonnie Raitt desde hace más de 40 años, es una persona muy especial.

De todas las personas que ha conocido, ¿a quién admira más?

¿Quieres decir como un talento? Diría a Ray Charles sobre todo. Creo que Son House y Van Morrison son grandes artistas.

¿A cuál de las personalidades históricas de la música le hubiera gustado conocer y fotografiar?

Bueno, a Robert Johnson y Charlie Patton, estarían en la cima. Django, por supuesto, y quizás al joven Elvis.

¿Quiénes son sus artistas de blues favoritos, tanto antiguos como nuevos? ¿Cuál fue el último disco que compró?

Me encantaba la música de Mississippi John Hurt y Son House, y nunca me canso de ellos. Mi compra de CD de blues más reciente fue, Gary Clark, Jr, de Austin, Texas. Creo que tiene el potencial para ser muy grande.

Algunos estilos musicales pueden ser modas, pero el blues siempre está con nosotros. ¿Por qué cree que es eso?

Simplemente, porque todos han experimentado un momento en su vida en el que la tristeza y la soledad son tan grandes, que solo estar solo con la música puede ayudarlo.

¿Cómo ve el futuro de la música de blues?

El blues nunca morirá, pero nunca será popular ni venderá muchos CD. Se necesita a alguien como Eric Clapton para llevar la música a una amplia audiencia, pero eso no es algo malo, porque algunas personas rastrearán la música hasta las personas que la hicieron primero. “From the Cradle” de Clapton fue su atrevimiento, para que sus fanáticos supieran de dónde viene su música.

¿Hay alguna similitud entre el blues actual y los “viejos tiempos del blues”?

Los sentimientos personales siguen siendo los mismos. Solo hay un método diferente de transmitir estos sentimientos a medida que el equipo cambia a lo largo de los años.

¿Hay algún recuerdo de todos esos grandes músicos que conoce que le gustaría compartir con nosotros?

Siempre es interesante ver cómo los músicos famosos se vuelven mansos y tímidos cuando están con sus ídolos. Mick Jagger con Tina Turner, Eric Clapton con Son House, Keith Richards con Hubert Sumlin, Janis Joplin con Big Mama Thornton. Esto sucede todo el tiempo. Todos escuchan con paciencia cuando B.B. King hablaba, porque había sido rey durante mucho tiempo.

¿Cómo ha cambiado el negocio de la música a lo largo de los años desde que empezó en la música?

La tecnología siempre trae cambios y esto suele ser para mal. Es mejor cuando la audiencia y el músico no tienen barreras entre ellos.

¿Cómo surge la música blues de las páginas de “Between Midnight Day”?

Bueno, no estoy seguro de que lo haga. Para eso tendría que estar en el ojo del lector. Si te sientes más cerca de la música gracias a mi fotografía, me siento muy honrado.

¿Qué músicos le han influenciado más como fotógrafo y qué músico preferiría ser?

Mi trabajo como fotógrafo no es dejarme influenciar por el músico. Estoy allí como observador para obtener una imagen que represente lo que el artista está tratando de hacer.

¿Cuál fue el primer concierto al que fue? ¿Cuál de sus trabajos consideraría mejor?

Vi a Louis Armstrong en Boston en 1947 cuando tenía 12 años. Puedo recordarlo muy claramente. En cuanto a cuál de mis trabajos es el mejor, esa no es mi decisión. Ray Charles fue un placer fotografiar. El rostro de John Hurt, era hermoso y lo extraño mucho.

¿Quién de los bluesmen tenía más pasión por la imagen y el objetivo de la cámara?

Son House tenía una emoción tremenda y se sumergió en su actuación. Estaba al principio de mi carrera, pero estableció un estándar para que cientos lo siguieran.

Cualquiera de los estándares de blues tiene algún sentimiento personal real para usted y ¿cuáles son algunos de sus favoritos?

Todos los bluesman mayores de los años sesenta, sabían que yo tenía una canción favorita y que me la tocarían. Supongo que mi momento especial fue cuando Mississippi John Hurt tocaba para mí “My Creole Belle” …”.



El 3 de septiembre de 2019, Don Wilcock escribió para “American Blues Scene” un artículo titulado “Dick Waterman- Un salvador del Blues”, en el que hace una reseña del libro “A life in Blues” escrito por Tammy L. Turner, quien le hizo más de 40 entrevistas a Waterman, y en el que relata las experiencias vividas por Dick en el medio del Blues.

En el libro relata diversos momentos muy interesantes, como por ejemplo, uno en el que Son House interpretó una canción frente a él: “… Simplemente entró en un mundo completamente diferente, y se quedó allí mientras la canción se manifestaba. Podrían ser ocho minutos o 10 o 12 minutos, lo que sea, y luego, cuando terminaba la canción, echaba la cabeza hacia atrás y abría los ojos, y volvía hacia ti. Era como si te hubiera dejado y se hubiera ido a alguna parte, y ahora volvía a ti, y tomaba un pañuelo, se secaba la frente y decía: ‘Eso fue solo una pequeña pieza de blues, y espero que te haya gustado’. ‘ Y eso no fue una actuación. Solo pienso que era una pequeña ofrenda y que esperaba que nos gustara…”.

También recuerda el momento en el que en 1967 tuvo que convencer a Buddy Guy para hacer una gira, cuando el músico ya se había retirado un tiempo de la música y trabajaba en un taller mecánico: “… “Entré y él estaba (trabajando) en un automóvil con orugas de enganche, y el bloque del motor estaba en el aire balanceándose, suspendido por una pequeña cadena. Me di cuenta de que si se rompía esa cadena, sería el final de su carrera como guitarrista, y me dije: ‘Tengo que sacarlo de aquí’.

Estaba trabajando en algunas situaciones peligrosas, pero le gustaba. Era bueno en eso, y pensó que era una forma decente de ganarse la vida honestamente. Entonces, él no tenía un verdadero deseo ardiente de alejarse de eso porque le gustaba. Él sabía que (su ocasional compañero de actuación) Junior estaba de gira. Saqué a Junior en el 66, y esto fue en el 67. Entonces, él ya estaba en la carretera para mí, estaba ganando mucho dinero y estaba siendo tratado bien. Entonces, en otras palabras, no necesitaba ninguna referencia. Junior ya estaba trabajando para mí…”.

El libro cuenta con los siguientes comentarios relacionados con la aportación de Waterman a la historia del Blues: 

“…Turner nos ha hecho un gran servicio al arrojar luz sobre la vida de Dick Waterman y, a su vez, sobre el despertar del blues a partir de la década de 1960. Es uno de los libros de música más agradables que he leído y merece estar en manos de todos los fanáticos del blues, de hecho, de todos los fanáticos de la música…”.

– Abajo en la encrucijada:

“…Dick siempre se ha guiado por su sentido de la decencia, el honor, la curiosidad perpleja y un compromiso inequívoco con la búsqueda de la justicia. Cualquiera que haya escuchado a Dick contar sus maravillosas historias sabe cuán importantes son para él no solo las personas, sino también los mundos que habitan. Como fotógrafo, escritor, manager y amigo, continúa enfocándose no solo en el primer plano sino también en la vista más allá del horizonte…”.

-Peter Guralnick

“… Dick Waterman es un verdadero ídolo de la música de raíces estadounidense. Desempeñó un papel absolutamente esencial en la presentación del genuino blues del Delta y Chicago a una audiencia mundial, como gerente, agente de reservas y amigo de los gigantes del blues. En el transcurso de su colorida carrera, estableció estrechas relaciones personales con figuras legendarias como: Son House, Skip James, Buddy Guy y Junior Wells.

Este libro está repleto de historias de la vida real de estas icónicas figuras musicales y sus profundas (ya veces divertidas) percepciones sobre sus personalidades fuera del escenario. Gran parte del libro se cuenta con las propias palabras de Dick, y sus historias dan vida a estos hombres y mujeres del blues. Este libro es una lectura esencial para cualquier aficionado al blues o cualquier aspirante a gerente musical o agente de reservas…”.

– Bruce Iglauer, presidente y fundador de Alligator Records y cofundador de la revista Living Blues



“… Dick Waterman fue una figura central en la escena folk y blues de las décadas de 1960 y 1970. Sin su incansable esfuerzo en favor de muchos músicos tradicionales, el resto de nosotros nunca los hubiéramos visto ni escuchado, y ellos no habrían disfrutado de esa etapa crítica de sus carreras artísticas. Las fotografías de Dick son un registro visual de esos músicos y sus encuentros con ellos. Ahora tenemos el espléndido libro de Tammy Turner, que cuenta la historia de lo que logró Dick y cómo lo hizo e incluye sus propias historias maravillosas sobre esos artistas y esos tiempos. Esta es una gran contribución…”.

– Bruce Jackson, Profesor James Agee de Cultura Estadounidense, Universidad de Buffalo

“… Dick Waterman es un tesoro nacional. Finalmente, tenemos el libro definitivo que rastrea su vida y épocas encantadas, sus sueños y buenas obras, y la historia mágica de cómo transformó las vidas de una legión de artistas de blues, ayudando a enriquecer y expandir la música estadounidense…”.

– David Friend, editor de desarrollo creativo, Vanity Fair

Dick Waterman estuvo en momentos cruciales de la historia del Blues, presentó a Eric Clapton con Son House, y estuvo detrás del escenario cuando Howlin’ Wolf se convirtió en el primer músico de blues eléctrico en actuar en la televisión nacional con los Rolling Stones en Shindig en 1965. En el año 2000 fue incluido en el Salón de la Fama del Blues, en 2014 recibió el premio ‘Keeping the Blues Alive’ por su trabajo fotográfico, y en 2017 recibió un ‘Brass Note’ en Beale Street en Memphis, Tennessee.



En la actualidad las obras fotográficas de Dick Waterman se presentan en diversas galerías y exposiciones del mundo, sin duda, su labor y su trabajo artístico vale la pena conocerlo como una gran aportación a la historia del Blues y de la música a nivel mundial.