La fiesta del blues en Querétaro
Reseña del ‘X Festival Nacional Queretablues 2024’
El pasado mes de agosto, del jueves 22 al domingo 25, se llevó a cabo el ‘X Festival Nacional Queretablues 2024’, toda una fiesta del blues en la esplendorosa ciudad de Santiago de Querétaro, con actividades culturales y conciertos.
Jueves 22 de agosto
La celebración inició con un evento protocolario que reunió a los principales responsables de la organización del festival: Alfonso Ortiz (La Rumorosa) y José María Cabrera (El Callejón Blues Band), junto a protagonistas de la promoción y difusión del género en nuestro país: Sandra Redmond (La Esquina del Blues y Otras Músicas, La Ruta del Blues), José Andrade (Hábitos Nocturnos) y a un servidor, José Luis García Fernández (Cultura Blues). Todo esto en un bello escenario, el del patio central del Museo de Arte de Querétaro.
En este histórico lugar, repicaron las palabras de cada uno de los participantes, quienes realizaron una semblanza de la trayectoria del festival, desde su nacimiento hasta la actualidad, rememorando momentos cruciales, anécdotas, lista de participantes en cada edición e incluso, haciendo una analogía de este con otros festivales de blues en nuestro país y con el afamado Festival de Blues en Chicago, tal vez el más importante del género a nivel mundial.
La tarde-noche culminó, claro que sí, con música de blues en una breve improvisación de voz y guitarras, con tres de los pilares de la organización: José María “Chema” Cabrera: voz; Alfonso “Poncho” Ortiz: guitarra y Armando Aguilar: guitarra. Un aperitivo de lo que en los tres siguientes días se convertiría en un banquete bluesero musical.
Viernes 23 de agosto
La primera jornada fue una agradable muestra musical del talento queretano de blues y rock, engalanada por cuatro bandas de muy buen nivel que pusieron en alto su representación de muchas otras agrupaciones, que por fortuna existen en el territorio del Estado.
En punto de las 5:00 pm, ya se encontraba listo el foro ubicado en el Jardín del Arte, incluyendo la exposición fotográfica del 9° Festival Queretablues, en un marco perfecto para comenzar las notas azules de la banda abridora: Insomnia Blues; quien no solo nos mantuvo muy despiertos, sino que nos provoco los primeros sentimientos profundos por esta música que nos encanta. Sus destacados integrantes interpretaron magistralmente varios temas con versiones de blues, soul y rhythm & blues, provocando el aplauso del público en distintos momentos.
La emoción continuó con Tristeza Negra, un extraordinari trío de rock urbano que caminó con solvencia por los terrenos de la música del diablo, el blues, tocando distintas piezas originales. Unos temas de gran calidad, tanto en lo instrumental como en lo lírico. Con sobriedad y sin excesos, y que levantaron al igual que la banda anterior varias ovaciones durante su actuación.
Una grata sorpresa bajo la manga lo fue la actuación de Marband, una gran banda de siete elementos que llenaron el ambiente de buen blues, y que acompañaron el atardecer con sus ritmos sincopados. Desatando la furia del placer y la satisfacción de todos los escuchas que disfrutamos su propuesta llena de momentos de añoranza, pero también, de frescura musical.
La primera noche y jornada cayó con La Verdad, que en realidad resultó también otra propuesta sólida y potente. Llena de rock blues, con versiones a temas poco expuestos en los distintos eventos del género. Con una dosis de psicodelia que elevó espíritus y ofreció con presencia, potencia y calidad, un cierre que dejó un buen sabor de boca y con ganas de estar nuevamente al siguiente día dispuestos a gozar el evento en la sede del festival.
Sábado 24 de agosto
Después de la interesante clase magistral de guitarra blues dictada por David Gudiño (El Callejón Blues Band), el escenario estaba más que listo a recibir otras cuatro distintas propuestas blueseras, primero con un dueto local y después con tres de las cuatro bandas invitadas de otros estados del país. Además, mi exposición de fotografías del Festival de Blues en Chicago 2024, se presentó nuevamente frente al escenario como lo hice el año pasado.
Sangremal Blues, derramó sangre, sudor y lágrimas en la tarima con la interpretación de temas originales y algunas versiones a clásicas del género. Un proyecto que sigue su florido camino con gracia y distinción.
Blues Demons después de una trayectoria de varios años en distintos escenarios de la ciudad de México, llegó a esta bella ciudad a mostrar sus propias versiones a distintos temas tradicionales y alguno que otro contemporáneo. Sus guitarras y voces (femenina y masculina), dieron lo mejor de sí, para que su sección rítmica y melódica ofrecieran algo de lo mejor de su repertorio. La respuesta con el público resultó… ¡sensacional!
La Rambla llegó nuevamente desde el Estado de México a este Festival, para interpretar su acostumbrado repertorio, lleno de temas propios, complementado con versiones clásicas, y así renovar el gusto del público queretano por su proyecto. Mismo que actualmente celebra 25 años de brillante trayectoria en los terrenos del blues rock. Felicidades a mis excompañeros de banda y que sigan dictando cátedra muchos años más, a lo largo del país en los sinuosos caminos del género.
Tampico Blues Company dice que nace de un viaje que abarca tres décadas en la búsqueda del blues. Y para mí, creo que ya lo ha encontrado. En esta segunda vez en el Festival, volvieron a recrear sus temas seleccionados de su elegante repertorio. Una propuesta con un sello único que hizo de las suyas la noche que cerró la segunda jornada del magno evento. Simplemente, quiero decir que estuvieron a la altura para cerrar con broche de oro una noche más de esta celebración de 10 años del Queretablues.
Domingo 25 de agosto
La fiesta del blues en Querétaro de este 2024, llegó a su último día de actividades. Y comenzó con la presentación de dos libros, el mío: Blues a la Carta y el de Jorge García Ledesma: Palomazo de Blues, en una sesión que fue presentada por José María Cabrera y moderada por Sandra Redmond. Cada uno de los autores comentamos libremente aspectos en relación a la obra que llevamos. La audiencia fue muy receptiva y paticipativa. Finalmente con esta exposición concluida se dio paso a la música.
Bluesósceles vertió su calidad indiscutible sobre el escenario. Una agrupación muy especial que se transforma en banda de blues para el festival, y que aplica toda su experiencia y habilidades para ofrecer un repertorio muy cuidado, apoyado con una extraordinario sonido. Cada uno de los integrantes mantiene una postura escénica muy adecuada que da un plus a su propuesta musical.
La Rumorosa una de las bandas anfitrionas, lució su estilo particular, poderoso e intenso en cada instante sobre el escenario. El rock‘n’blues inundó el Jardín del Arte y el público reunido fue testigo de una sesión excepcional de la banda que camina perimetralmente por los senderos del blues en varios momentos de sus clásicas rolas. Un sonido que de repente, se encuentra ya inmerso en el mismísimo centro de una esfera bluesera que hace latir fuertemente los corazones a un ritmo contagioso y casi letal.
El Callejón Blues Band la otra banda anfitriona, también se lució como amo y señor en casa. Las canciones de la banda en esta nueva ocasión en el Festival, estuvieron a una temperatura que hizo olvidar el frío viento que soplaba en el espacio mágico de la sede. La voz de Ana Laura significó mucho, como siempre dándole un toque de distinción a las canciones originales del grupo, que por cierto, está en el año de celebración de su 30° aniversario. Vayan dobles felicitaciones para todos ellos, por ser parte de la organización del Festival y por ese trigésimo año de vida.
En mi pensamiento se repetía aquél viejo estribillo de las caricaturas de mi infancia… ‘lástima que terminó el festival de hoy’, cuando el sonido de Ernesto de León y su Banda de Blues emergió del sistema de sonido con tal potencia, que el estribillo en mi pensamiento se esfumó para concentrarse en el espectáculo que la banda ofreció al final de la noche. Una actuación llena de nostalgia, tanto por las piezas interpretadas, como porque a cada minuto que transcurría, la décima edición del Festival se desvanecía. La banda del Estado de México cerró con brillantez su participación y una edición más del festival, que sigue creciendo con rapidez y empieza a perfilarse entre los más destacados del país.
Bien por todos los integrantes de la organización, el staff, el maestro de ceremonias, el ingeniero de sonido, los voluntarios, los patrocinadores, los que realizaron las actividades alternas, el talento artístico: artistas y bandas; y una felicitación enorme para todo el público presente que acompañó el evento con sus aplausos y apoyo en todo momento.
¡Hasta el próximo Queretablues… que así sea!