The Big Bad BluesMan
Entrevista desde Monterrey, Nuevo León México con Sergio Guerra y Chester Draven, integrantes de la banda The Big Bad BluesMan. Fotos por José Luis “James” García.
¿Qué significa el blues para tí?
Sergio: Desde hace un buen de tiempo, el blues solo era un estilo de música. Pero eso cambió. El blues me cambió, y como tal, para mí ahora va más allá de un estilo musical. El blues es inspirador, es en esencia, “conciencia pura“. Lo veo y lo siento también muy espiritual, místico, incluso podría ser hasta religioso, gestado en uno de los momentos más difíciles y desafortunados de la vida del ser humano… pero que vino muy atinado, porque a partir de ahí fue la semilla que dio muchos frutos en cada uno de los seres humanos.
Así que como música concientiza mucho a las personas y conecta con el ser interior, haciéndolo tener más corazón y más armonía. En particular, lo veo como una catarsis, una transformación del ser, muy revolucionaria no violenta sino pacífica, en la que quizá de manera inconsciente, en el principio de su desarrollo, sembró la forma de apaciguar el descontento del espíritu. La forma de comunicar el dolor, la angustia, el amor y el desamor, obviamente la tristeza, la opresión principalmente y protestar, pero también la alegría de de vivir, compartir las enseñanzas y experiencias de vida, que nos vuelve más humanos.
¿Desde cuándo y por qué te nace ese gusto por el género?
Sergio: Como todas las personas o en su mayoría, tenemos un referente en lo familiar. Mi abuelo era pianista y de grande entendí que lo que él tocaba se llamaba “rag time”, entre otros estilos de música. Yo bailaba, cantaba e incluso me sentaba a jugar con él en su piano. Descubrí que el blues estaba inmerso hasta en las caricaturas que veía en mi infancia, las de blanco y negro. Esa música y esas imágenes aún rondan en mi cabeza. Mi padre tenía gusto por el blues y el jazz, y aprendí muchas cosas con él.
Desde muy joven el blues estuvo cerca de mí, tocando la puerta y no fue sino hacia mis 18 o 19 años que conocí a una persona que compartío mucho conmigo y abrió aún más las puertas del blues. Después se volvió una persona muy allegada a mí y aún lo seguimos haciendo. Básicamente con él aprendí todo desde cero. Algo de teoría musical, apreciación musical, y sobre todo acerca de músicos y sus estilos. Lo que me atrapó de esa música, eran los ritmos lentos y el sonido de la guitarra, ya fuera acústica o eléctrica, y también las voces de los mejores. Agradecimiento especial a Sergio Gómar.
¿Quiénes consideras que son tus influencias principales?
Sergio: Personalmente he tenido muchas influencias en mi formación musical, considero que con el paso del tiempo uno va aprendiendo y va cambiando de gustos. En lo que respecta a la banda, tenemos influencias en común y las que todo el mundo en el blues pueda tener: Muddy Waters, Robert Petway, Magic Sam, Skip James, Big Joe Williams, Willie Dixon, Sonny Boy Williamson II, John Lee Hooker, Buddy Guy, Junior Wells, Little Walter, Lowell Fulson, Otis Rush, T-Bone Walker, R.L. Burnside, Big Walter Horton, y por supuesto Robert Johnson.
Creo que el más importante para mí o me atrevería a decir para muchos…. pues es Howlin’ Wolf, ya que de él nació el nombre de esta banda. En particular, actualmente yo escucho mucho el Hill Country Blues, el Delta Blues, y el estilo de la época de los 50s, 60s ya sea Chicago o Westside… sin dejar atrás el Texas Blues.
¿Cuál ha sido tu trayectoria antes de The Big Bad BluesMan?
Sergio: Una banda de rock original a finales de 90s principios del 2000. Versum Erebus del género metal con tintes de rock progresivo. Interacciones informales con amigos alrededor del país, jams etc. Desde siempre un proyecto de rock con música original, con mi hermano Demian Guerra (ex baterista o baterista itinerante en The Big Bad BluesMan). Proyecto personal componiendo canciones música y letra de diversos géneros.
¿Cómo surge The Big Bad BluesMan?
Sergio: El grupo surge a partir de una necesidad personal de disfrutar tener una banda que hace blues clásico o tradicional estadounidense. Ya que en la mayoría de los lugares nocturnos que se encuentran en nuestra ciudad (Monterrey), lo común es el blues-rock y el rock clásico. Comenzó con mi hermano Damián Guerra (baterista ), como motor para mi inquietud haciendo una invitación abierta en las redes sociales creando una grupo para conectar con músicos.
Nadie envió mensaje para querer participar. Imagino que el género no estaba en sus planes. Pablo Javier Villarreal (bajista), tenía muchas ganas de hacer blues y estaba cansado de tocar rock clásico, me vio hacer una invitación en Facebook y después de coincidir en dos reuniones, mandó mensaje para hacer un jam de blues.
Enseguida de eso invité a Marcelo Escobar(armonicista), porque es mi vecino y tenemos una amistad de más de 15 años. Accedió a participar, sin compromiso formal debido a su trabajo. A la necesidad de un vocalista, se invitó a Chester Draven, músico de tiempo completo, pero en el inicio no tenía espacio para acompañarnos. Así que se invitó a otro cantante.
Al paso del tiempo ya había una formalidad inesperada, ensayos continuos y entra en la batería Juan Palacios (baterista), quien es amigo de toda la vida, para cubrir a Damian Guerra, que por motivos de trabajo se complicaba asistir a los ensayos y presentaciones. Juan termina quedándose formalmente de base. Enseguida de eso, el vocalista en turno deja la banda, dando espacio a la esperada llegada de Chester Draven con disponibilidad a ‘full’, tal como estaba planeado.
¿Quiénes son los actuales integrantes de la banda?
Sergio: Marcelo Escobar: armónica; Pablo Javier Villareal: bajo; Juan Palacios: batería; Chester Draven: voz; y Sergio Guerra: guitarra.
¿Nos comparten un video con su música?
¿Dónde podemos saber de sus presentaciones?
Sergio: En… Fan page de Facebook @thebigbadbluesman. Para presentaciones, tenemos disponibilidad a que nos inviten a festivales de blues, eventos privados, bares (solo por contratación), o eventos organizados por la misma banda.
¿Cómo describes el estilo y repertorio de la banda?
Chester: Chicago tradicional con un toque de ‘feel’ de la banda.
¿Cómo deseas que su música afecte al público?
Chester: Pensamos que es importante difundir el blues por la cultura y el efecto que causa en cada uno de nosotros, y compartirlo con la gente.
¿Tienes alguna anécdota divertida que quieras platicarnos sobre alguna de sus presentaciones o ensayos?
Chester: Pues hay varias, pero en lo personal recuerdo una en que en un ensayo, montando un tema que es muy especial para nosotros, y que no pensamos que fuera a sonar tan bien y tan pronto, nos quedamos viendo todos y comenzamos a reir y a aplaudir muy efusivos, nos sorprendio el blues de cada uno jeje.
¿Cuál sería una de las lecciones más importantes que has aprendido de tu experiencia en la música?
Chester: Pienso que nunca se deja de aprender y de estudiar. La música enseña, da colores, regala estados de ánimo y sensaciones increíbles; además de llenar espacios en la vida de cada persona. No se puede vivir sin música.
¿En qué otros proyectos distintos a la banda participas?
Chester: En las bandas… Crazy Lazy (de 1982 hasta hoy), y en Cactus Rock Band (de 1996 hasta hoy).
¿Quieres agregar un mensaje a los lectores de la revista?
Chester: ¡El Blues es una aventura, un color del corazón, un oasis de sentimientos en este tiempo lleno de infinidad de géneros, algunos no muy influyentes, sigamos haciendo Blues!